miércoles, 8 de febrero de 2012

SIRIA: DICTADORES AMIGOS Y DICTADORES ENEMIGOS


No me cabe duda alguna que el régimen político de Siria es autoritario y su presidente El Asad tiene todas las características de un dictador. ¿Pero es el único del mundo árabe? Y si se me permite la expresión ¿es el peor? ¿el más despótico?  ¿o sanguinario? En una región en la que el modelo de democracia es nada menos que Israel, es muy difícil marcar la separación entre dictadura y democracia. Así que tendremos que conformarnos con una formula algo mas primaria: “Dictadores amigos” y “Dictadores enemigos”. 

Curiosamente hasta ahora todos los dictadores “enemigos” han sido los que tenían connotaciones laicas, poco sumisos a Estados Unidos y la OTAN, con mayor libertad de la mujer, menor peso de los fundamentalistas musulmanes y que  intentaban con mayor o menor acierto sacar a sus países de la edad media. Los dictadores “amigos”, por el contrario, tienen subyugadas a las mujeres, son pronorteamericanos, sumidos en la intransigencia religiosa y con estructuras sociales tribales.

Pero siendo intolerable ese doble rasero para medir a Siria y p.e. a Arabia Saudita, lo más terrible es que una y otra vez Estados Unidos y la OTAN repiten los mismos errores en los países musulmanes. Erraron al desestabilizar el régimen izquierdista de Afganistán apoyando a los talibanes y luego invadiendo a los talibanes; erraron al acorralar a Sadam Hussein y después invadir y destrozar Irak, dejando un interminable reguero de sangre;   erraron  al intervenir en Libia sin buscar salidas o evoluciones  políticas que evitaran que el postGadaffismo  sea un desastre económico, social y de derechos;  ahora van directos a crear un conflicto duradero  en Siria; como también están alimentando a  una hidra peligrosa en los militares pakistaníes.

En Siria, Estados Unidos y la OTAN están apoyando al fundamentalismo y a la gente de Al Qaeda, porque les viene bien para derrocar a El Assad.  Y cuando lo consigan ¿que pasara después? Otro retroceso económico, social, de derechos. Fundamentalismo, burkas para todas las mujeres, persecución a las minorías, incluidos los cristianos, como ya esta sucediendo en Egipto.

Es comprensible que unos presidentes republicanos de la talla política e intelectual  de Nixon, Ford, los Bush o Reagan, o dirigentes como Kissinger o Condoleezza Rice, sean incapaces de diseñar una política exterior mínimanente inteligente y matizada, que evite resolver situaciones conflictivas agrandando los problemas mucho más. Que su obcecación simplista y primaria no les permita comprender la complejidad de las situaciones del mundo musulmán y de las tensiones internas que hay en sus sociedades. Pero que los presidentes demócratas como Clinton y sobre todo Obama, sigan cometiendo las mismas equivocaciones ya resulta mucho mas difícil de entender y que la OTAN y que la mayoría de los gobiernos  europeos lo secunden, incluido el nuestro (el de ahora y el anterior) escapa a toda racionalidad.

Esta claro. Lo importante es liquidar a los dictadores “enemigos”, pase lo que pase y queden como queden los países afectados. Eso sí de los dictadores “amigos” ni palabra. Antes o después se cargaran a El Assad, lo que no sabemos por ejemplo es si sus sucesores serán mas belicosos o menos con Israel. A lo mejor están cebando una bomba de relojería mucho más difícil de desactivar que el dictador de Damasco.

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