miércoles, 28 de diciembre de 2016

¿QUE PASA EN PODEMOS?


En las ultimas semanas los medios de comunicación han prestado mucho más atención a los conflictos internos de PODEMOS que a sus iniciativas y posicionamientos políticos, motivos no han faltado. En algún momento pudiera parecer que este partido esta abocado a una crisis general con resultados imprevisibles.

¿Qué pasa en PODEMOS?

Lo primero que hay que tener en cuenta para hacer un análisis riguroso de su situación, es que estamos ante un proyecto político sin  ningún antecedente en la historia de nuestro país y pocos en la historia de las democracias. Los partidos que podríamos denominar tradicionales experimentaron un proceso de conformación a partir de una identidad ideológica común muy definida, que marcaba sus contornos y daba una cierta solidez a su funcionamiento: los socialistas, los comunistas, las diversas expresiones de la derecha, los nacionalistas, etc. Nada de eso ha ocurrido en el nacimiento de PODEMOS.

Este jovencísimo partido se ha ido gestando a partir de un núcleo reducido de politólogos, activistas sociales y antiguos militantes de la izquierda alternativa; estimulados por la experiencia del 15-M y las mareas de los años 2012 y 2013 y con una única, aunque importante argamasa política: su nítida oposición al actual stablishment político (la casta) y su identificación genérica con los derechos sociales de la ciudadanía.

Como es conocido rápidamente se fueron sumando muchísimas personas, unas desencantadas con la izquierda tradicional, incluida IU, y otras ilusionadas ante un movimiento joven e innovador. Entre los miles y miles de hombres y mujeres que se unieron a PODEMOS, con diversos niveles de compromiso y actividad, había exmilitantes de IU y del PCE, del PSOE, de Equo, del nacionalismo de izquierdas, anarquistas, trotskistas, ecologistas, izquierdistas de diversa procedencia, activistas sociales sin clara adscripción ideológica y otra muchísima gente sin previa militancia política o social, incluso personas que podríamos considerar situadas en el centro del espectro político, hartas de la corrupción de los partidos de la derecha.

Con una base de afiliados o simpatizantes tan plural, es prácticamente imposible en un breve espacio de 2-3 años lograr una cierta cohesión política y menos aun ideológica. En las reuniones en las que he participado, que en principio son de personas con un nivel intelectual y socioeconómico medio-alto, he escuchado todo tipo de argumentos, desde posiciones socialdemócratas hasta anarquistas, desde ecologistas a anticomunistas, pasando por una gama muy amplia.

Todo ello hace extremadamente difícil caminar unidos en una sola dirección, al menos en el corto plazo. Y así en cuanto PODEMOS ha entrado en la arena política municipal, autonómica y sobre todo estatal, han comenzado a surgir notables diferencias ante las cuestiones políticas que iban surgiendo. Lo que esta ocurriendo en los principales ayuntamientos con presencia de PODEMOS es elocuente: cuesta poner de acuerdo a los propios, para ir después a confrontar o negociar con la oposición, lo que sin duda ralentiza bastante la capacidad de actuación de los equipos gobernantes.

No acaban aquí las dificultades. Buena parte de PODEMOS no es exactamente PODEMOS, sino aliados de las Comunidades Autónomas con fuerte arraigo del nacionalismo; aliados que a su vez tampoco son homogéneos.

Que duda cabe que la diversidad y pluralidad ideológica y política es un gran valor para un partido innovador como es PODEMOS y es buena cuidarla, pero no es fácil y requiere una gran capacidad de respeto y consenso internos. En este sentido hay un aspecto en el partido que me gustaría resaltar, porque creo que no facilita las cosas. Una parte de la base de PODEMOS son activistas poco dados a la transacción, a la negociación. Luchadores del todo o nada, que no han desarrollado una cultura del pacto con el oponente. Y esa actitud, que podríamos calificar como intransigente, se reproduce también en la vida interna del partido. A menudo algunos y algunas me dejan sorprendido por la dureza de sus criticas a los que en el interno no piensan como ello;  me recuerdan a los peores momentos que viví en 1981 en la nefasta crisis del PCE que acabó destrozando este gran partido por la intolerancia que tuvimos unos con otros.

Y hay una última cuestión a tener en cuenta. La comunicación política interna en PODEMOS es intensísima, pero muy condicionada al funcionamiento en redes, twitters, telegram, wasap, etc. con lo que ello supone de condensar mensajes, de no desarrollar las ideas, de saltarse los matices e ir a la brocha gorda. Inevitablemente estos procedimientos, que tienen la virtud de la agilidad, transversalidad, participación, etc., en situaciones de conflicto interno no facilitan el acercamiento sino todo lo contrario.

Por tanto, no podemos pedir ni esperar que un proyecto político tan nuevo, tan complejo y diverso se consolide y funcione como un reloj en 2 o 3 años. Seria irreal. PODEMOS necesita tiempo para ir fraguando esa amalgama y cuando digo tiempo, digo años.

A partir de esta realidad lograremos entender mejor las tensiones internas del partido que son de índole política y también organizativa y que van más de allá de esa simplificación de estar ante sectores mas moderados o menos, mas o menos proclives a pactar con los socialistas o, en lo que se refiere al modelo organizativo, quienes son mas favorables hacia un tipo mas vertical, en la tradición comunista o socialista, y quienes prefieren un partido mas horizontal y descentralizado.

Lo que es indudable es que hay notables diferencias que atraviesan toda la organización y no solo la cúspide dirigente, que han ido surgiendo paulatinamente en la medida en que ha habido que pronunciarse o actuar en las instituciones políticas. Diferencias que aunque en la organización de Madrid son mucho más visibles, también afectan a las demás organizaciones territoriales. Y era previsible que en cuanto PODEMOS se implicase en políticas concretas, iba a perder afiliados o simpatizantes, para entendernos, por su derecha y por su izquierda.

La posición ante la propuesta de investidura de Pedro Sánchez, las negociaciones con los socialistas tras el 26 de junio para intentar formar un gobierno de progreso, los amagos de dejar caer al PSOE en algunas Comunidades Autónomas en que gobiernan con los votos de PODEMOS, las divergencias en algunos Ayuntamientos del cambio, el tipo de relaciones a mantener con IU, determinadas gesticulaciones en el Congreso de los Diputados, los discursos sobre la relación trabajo institucional y acción movilizadora…etc. han puesto de manifiesto distintas posiciones, que se han sintetizando en Iñigo Errejón por un lado y Pablo Iglesias por otro, con el respaldo interesado a este por parte de la minoría “Anticapitalista”.

En el terreno organizativo lo que más llama la atención es la apuesta entre un modelo muy presidencialista, con formulas electorales para elegir la dirección muy sesgadas hacia el sistema mayoritario y un modelo mas horizontal, de mayor distribución de poderes internos y con un sistema electoral estrictamente proporcional, que es lo que defiende Errejón.

¿Estas diferencias son irreversibles? ¿inasumible? ¿insuperables? En mi opinión, no tendrían que serlo, pero pueden llegar a serlo y cada día estamos más en el camino de que lo sean. Desde el insólito cese del Secretario de Organización estatal, Sergio Pascual, por decisión personal de Pablo Iglesias (algo que, como ya escribí hace meses, jamás se le hubiera ocurrido al tan criticado Santiago Carrillo), hasta el sistemático goteo de depuraciones políticas que se esta produciendo del sector identificado como “errejonista” desde la llegada a la Secretaria de Organización de Pablo Echenique, que ha terminado, por el momento, con la depuración política del portavoz parlamentario de Madrid, José Manuel López, persona de prestigio en el campo de la acción social y con un buen trabajo en la Asamblea de Madrid.

Parece vislumbrarse una estrategia por parte de Pablo Iglesias de llegar a la Asamblea Congresual conocida como “Vista Alegre II”, con la mejor correlación de fuerzas posible para él y sus partidarios, máxime teniendo en cuenta lo muy ajustado de su victoria en el referéndum sobre el sistema organizativo para  la citada Asamblea.

Estas diferencias políticas y organizativas, que si hubiera voluntad de negociación y acuerdo podrían acortarse, están contando con la insistente vocación de agitar las aguas por parte del antiguo dirigente Juan Carlos Monedero, que viendo los toros desde la barrera no para de echar leña al fuego, siempre en la misma dirección, contra Errejón.

Como he indicado las tensiones en la base son crecientes, ya hay un cuestionamiento abierto del propio Pablo Iglesias por parte de muchos seguidores de Errejón y viceversa, una animadversión hacia Errejón por los seguidores de Iglesias. Y por experiencia sé que estas heridas son difíciles de cicatrizar. Mientras tanto son miles los que están abandonando la organización, desilusionados o confusos, como bien demuestra la limitada participación en el ultimo referéndum y como se esta constatando día a día en las reuniones de bastantes círculos de base.

Desconozco si será posible una negociación entre las dos grandes corrientes que existen en PODEMOS, que evite la ruptura o la explosión del partido. Sería necesario, mas aun, sería imprescindible.

Nos estamos jugando el futuro de una opción política renovadora, creativa, progresista, atractiva para los jóvenes, aglutinadora de mucha ilusión y esperanza, valladar del crecimiento de la extrema derecha, aliciente para la recuperación del PSOE y la posibilidad de gobiernos de progreso. Si PODEMOS se destruye o se rompe, tendremos gobiernos de la derecha por mucho tiempo.

Estamos a tiempo de evitarlo. 


   

sábado, 24 de diciembre de 2016

Niña Pastori en Navidad - Popurri

FELIZ NAVIDAD!!!

Os deseo a tod@s l@s amig@s de mi pagina de Facebook una Feliz Navidad.
Otros años he colgado villancicos de musica rock, country, de Bob Dylan o cantantes populares norteamericanos. Este año toca flamenco. Y empezamos por la Niña Pastori.
Besos

miércoles, 21 de diciembre de 2016

LEY DE DEPENDENCIA: UN POCO DE HISTORIA PARA ENTENDER MEJOR LO QUE ESTA PASANDO


En estos días se ha estado conmemorando el décimo aniversario de la aprobación de la Ley de atención a la dependencia. El Presidente Rodríguez Zapatero ha tenido un protagonismo especial al respecto. Es lógico, al fin y al cabo fue su gobierno quien presentó el proyecto de ley en el Congreso de los Diputados; iniciativa legislativa de gran trascendencia que vino a cubrir parcialmente un vacío importante en nuestro sistema publico de protección social.

Dicho esto, resultan un tanto maniqueos algunos de los mensajes que se han difundido en torno a la aprobación y aplicación de esta ley. Parece como si todo el merito lo hubiera tenido el gobierno de Rodríguez Zapatero y todos los problemas de su aplicación fueran responsabilidad de los sucesivos recortes (primero del propio Rodríguez Zapatero y sobre todo después por parte del gobierno de Rajoy). Y la realidad no es exactamente así.

Para empezar hay que recordar que fueron los profesionales y responsables políticos y administrativos del INSERSO quienes ya desde la aprobación del Plan Gerontológico en 1991, pusieron de relieve la urgente necesidad de desarrollar un sistema de atención a la dependencia de carácter publico y universal, señalando el retraso que llevaba nuestro país en relación a otros estados con niveles de envejecimiento similares al nuestro.

Durante toda la década de los 90 el INSERSO no paró de realizar estudios, jornadas, seminarios, publicaciones, etc. en torno a la dependencia, contando, entre otros, con el inestimable apoyo científico del Pr. Gregorio Rodríguez Cabrero. Incluso a mediados de esa década se elaboró un proyecto de ley. Los esfuerzos de los profesionales y responsables del INSERSO no obtuvieron eco alguno ni en los dos últimos gobiernos de Felipe González, ni en el primero de José María Aznar. Es verdad que políticos como Matilde Fernández, Amalia Gómez y Manuel Pimentel compartieron la opinión del INSERSO, pero se encontraron con la negativa de los respectivos Ministros de Economía y Hacienda, asustados por los costes que ello podría tener.

La campaña del INSERSO no cayó en saco roto. Las organizaciones de personas con discapacidad (en especial el CERMI), las de pensionistas (con el Consejo Estatal de Mayores) y cada vez un mayor numero de expertos y profesionales (Colegio de Psicologos, Consejo de Trabajadores Sociales, etc. empezaron a demandar con insistencia la aprobación de un sistema de dependencia.

Los sindicatos y sobre todo CCOO, desde el principio del siglo XXI asumieron la atención a la dependencia como un objetivo fundamental de la política social. Incluso CCOO presentó una propuesta legal al respecto. El acuerdo suscrito con el segundo gobierno de Aznar en abril del 2001, contemplaba por primera vez el compromiso de negociar una ley. No se cumplió.

Los sindicatos, las ONGs, expertos y profesionales, también organizaciones feministas, siguieron dando la batalla, logrando que en las elecciones del 2004 todos los partidos recogieran ese compromiso en sus programas. Aun y así, el nuevo gobierno de Rodríguez Zapatero al principio fue bastante renuente. Afortunadamente en el IMSERSO, tras cuatro años de degradación, de nuevo volvieron las posiciones progresistas a presionar. Por fin, en el año 2005 se abrió una mesa de negociación con los sindicatos, la patronal y el gobierno.

Las negociaciones no fueron fáciles. La patronal no estaba por la labor de establecer un sistema público y universal de atención a la dependencia. El gobierno estuvo muy titubeante. Y a los sindicatos la conjunción gobierno-patronal (ayudados desde fuera de la negociación por los partidos nacionalistas y bastantes responsables de las Comunidades Autónomas) nos metió un tremendo gol al excluir la dependencia del ámbito de la Seguridad Social, como pedíamos una desde los profesionales del IMSERSO hasta los expertos pasando por las ONGs. En mi opinión los Sindicatos no fuimos lo suficientemente firmes al respecto. Y era un tema crucial, ya que de ello dependía la garantía de financiación suficiente y estable.

La negociación terminó con un Acuerdo de las tres partes, que si bien estaba un tanto desvaído en temas cruciales, permitía preparar un buen proyecto de ley y también favorecer el apoyo del PP.

El proyecto de ley supuso un avance sobre el Acuerdo tripartito, pero mantenía serios interrogantes en cuanto a la financiación, al carácter universal y gratuito del derecho, en relación a la oferta de servicios, la coordinación sociosanitaria, el papel de la iniciativa privada, etc. La tramitación parlamentaria fue igualmente conflictiva. Con los nacionalistas amenazando con futuros recursos de inconstitucionalidad, las Comunidades Autónomas poniendo pegas, la patronal del sector de servicios sociales quejándose, etc. y el Ministerio de Trabajo vacilando mas de lo necesario. Afortunadamente hubo significativos respaldos para tirar hacia delante. Además de los responsables del IMSERSO (que por cierto “engañaron” al área económica del gobierno presentando una memoria económica del proyecto de ley bastante inferior a los datos reales, para que “colase” con más facilidad), de los Sindicatos y del CERMI, hay que resaltar el apoyo firme de muchas diputadas socialistas, de l@s parlamentari@s de IU-ICV y también de ERC (que en esta ocasión dio prioridad de la mano de Joan Tarda a la cuestión social sobre la identitaria).

Algunos pusimos de relieve que la ley encerraba sensibles carencias y sobre todo ambigüedades que iban a hacer difícil su adecuado desarrollo. Lamentablemente el tiempo nos ha dado la razón.

Por tanto la ley, siendo sin duda un avance muy considerable, nació con notables limitaciones. Lo que no sabíamos cuando se aprobó la ley, es que esta iba a ser una de las primeras victimas de la política de recortes. ¡Tantos años esperando la ley y cuando se aprueba coincide con el inicio de la crisis!  

Sus carencias y ambigüedades fueron un perfecto caldo de cultivo para pasar la cuchilla y realizar sucesivos recortes. Las propias insuficiencias históricas de los servicios sociales de nuestro país hubieran exigido un esfuerzo adicional y paralelo en el impulso de los servicios sociales y ha sido al revés, la escasa financiación de la dependencia encima ha drenado los insuficientes recursos de servicios sociales.

Dos apostillas finales. La responsabilidad de la desfiguración de la ley de dependencia no es solo de los gobiernos de España (Rodríguez Zapatero y sobre todo Rajoy), es también en gran medida responsabilidad de la poca voluntad política de la inmensa mayoría de los gobiernos autonómicos, incluidos los del PSOE y muy en especial Andalucía, Canarias y Murcia. Así que alguna presidenta autonómica debería echarse menos flores al respecto y mirar los datos reales de la situación en su autonomía.

Por último, reflotar la ley de dependencia no es imposible o inviable. Requiere menos del 1% del PIB y en relación con el gasto actual, en torno a 5.000 millones adicionales. Por supuesto que es dinero, no voy a hacer demagogia frívola, pero es perfectamente asumible por el conjunto de las Administraciones Públicas, máxime teniendo en cuenta los inmediatos efectos que tendría en la creación de de decenas de miles de empleos estables y por tanto en un retorno parcial a las arcas públicas en forma de impuestos y cotizaciones.

En definitiva, menos celebraciones y mas compromisos concretos de TODAS las Administraciones Públicas para desarrollar el sistema de atención a la dependencia que necesita nuestra sociedad.


miércoles, 14 de diciembre de 2016

GOBIERNO DE COALICION EN EL PAIS VASCO. UN CONTRAPUNTO MUY POSITIVO


En medio de tantas y diversas malas noticias de las últimas semanas, también hay alguna buena y que no ha tenido el adecuado relieve en los medios de comunicación, como es el gobierno de coalición PNV-PSE en el País Vasco. Aunque algunos lo han recibido con reticencias más o menos explicitas, se mire por donde se mire es un acuerdo enormemente positivo y que refleja la madurez y sensatez de las dos fuerzas políticas que lo han firmado, el nacionalismo moderado y los socialistas vascos.

Tal y como están la situación política en Cataluña y el inmovilismo del gobierno del PP, lo único que nos faltaba es que en el País Vasco se provocara una escalada de conflictividad política similar. Afortunadamente se ha evitado.

Algunos podrán pensar que no había más remedio que el pacto PNV-PSE. Pero no es cierto. Iñigo Urkullu podía haber buscado un apoyo externo o de gobierno con  Bildu, desde luego nada fácil de conseguir y de mantener, pero ese fue el camino que siguió el nacionalismo burgués catalán de Convergencia y por el momento ahí están gobernando con el respaldo de la CUP, que tiene aspectos muy similares a Bildu. También podrían haber apañado un acuerdo puntual de investidura (mas fácil de conseguir con la legislación vasca que con la catalana y española) y después gobernar con acuerdos puntuales con unos o con otros, incluidos el PP y Podemos.

La opción de Urkullu desde el primer momento ha sido el pacto con los socialistas, lo que dice mucho de su inteligencia política y su perfil moderado. Este acuerdo de gobierno conlleva la vía constitucional para profundizar en la autonomía vasca, con la posible reforma del Estatuto de Gernika y de la propia Constitución española. Por supuesto que el PNV no renuncia a su carácter nacionalista y a su objetivo final de avanzar hacia la independencia, no son autonomistas (al menos la mayoría de ellos), son nacionalistas. Pero no es lo mismo asumir la vía constitucional que saltársela como ha hecho el nacionalismo catalán.   

El PNV sin duda corre riesgos con este gobierno de coalición, ya que si no obtiene en la presente legislatura algunos resultados positivos en la profundización autonómica, Bildu podría rentabilizar el descontento que se pudiera generar en sectores de votantes del PNV. Riesgos que se acrecientan teniendo al PP en el gobierno de España. Pero Urkullu cuenta con la madurez y sensatez política de sus socios de gobierno, como bien lo demostraron en los años 80 y 90 con los anteriores gobiernos de coalición con Ardanza (1986-1998), que aunque terminaron de forma un tanto abrupta (cuando en ambos partidos se impusieron los sectores mas radicales, Ibarretxe y Redondo Terreros), permitió los más importantes avances sociales y de modernización del País Vasco.

Urkullu ha señalado que su máxima prioridad es el empleo y la consolidación de la recuperación económica del País Vasco; con ello el lendakari demuestra que ante todo piensa en la ciudadanía, de nuevo nada que ver con el gobierno de los nacionalistas catalanes, sumido entre promesas idílicas y practicas neoliberales.

Las propias declaraciones de Urkullu reconociendo que “en un mundo globalizado la independencia es prácticamente imposible”, aun siendo una obviedad, es muy duro asumirlo así para un político nacionalista.

El acuerdo es un modelo de inteligencia política. Concreta las medidas económicas, sociales, administrativas, políticas, etc. que piensa afrontar el gobierno de coalición y deja a la libertad de ambas partes las cuestiones de carácter identitario, donde es evidente que los dos partidos tienen posiciones diferentes. 

Para el PSE-PSOE lograr este pacto en medio de la gravísima crisis que viven los socialistas españoles, demuestra en primer lugar que a pesar de los pesares, los socialistas y desde luego los vascos, acumulan una intensa experiencia política y que están muy lejos de tener el encefalograma plano, no en balde algunos de los mas sólidos políticos del PSOE, se compartan o no sus posiciones, han sido o son vascos.

Los socialistas vascos han sido responsables, inteligentes y sobre todo audaces. Muchos de ellos, de la anterior generación, salieron mas o menos escaldados de la experiencia de los gobiernos de coalición con el PNV, ya que a pesar de que gracias a ellos salieron adelante, como ya he indicado, medidas claramente positivas, como p.e. el desarrollo del modélico Sistema de Salud o la Rentas de Inserción, sin embargo fueron capitalizadas en buena medida por los nacionalistas.

Ese riesgo puede repetirse, dada la presencia bastante minoritaria en el conjunto del nuevo gobierno, 3 consejerias de 10. Pero los socialistas han preferido afrontarlo, ante un riesgo aun mucho mayor como hubiera sido un gobierno estrictamente nacionalista que seguramente se hubiera escorado a actitudes de independentismo conflictivo.

Por ello los socialistas vascos tienen que conseguir en el gobierno claros avances sociales y en materia de empleo, que les permitan resistir las criticas que van a sufrir desde PODEMOS e ir recuperando una parte del espacio que han perdido en la sociedad vasca en los últimos años.

Ahora están por ver las relaciones entre el nuevo gobierno de coalición y el gobierno de Rajoy, que no estará especialmente interesado en facilitar las cosas. La reforma del Estatuto de Gernika, la terminacion de la Y Vasca del AVE, la flexibilización de la política penitenciaria y por supuesto determinadas reformas en nuestra Constitución, son cuestiones esenciales que exigen un amplio consenso político.

El gobierno vasco puede y debe encontrar importantes aliados en el Congreso de los Diputados, en primer lugar en el grupo socialista y en segundo lugar en PODEMOS y sus aliados, sin descartar llegar a algún acuerdo puntual con Ciudadanos y con el PP.

Que se consolide y tenga éxito el gobierno de coalición vasco yo me atrevería a decir que es una Cuestión de Estado, nos interesa a todos y puede ser un factor positivo para reconducir la situación en Cataluña. El PNV y el PSE han hecho un buen trabajo, ahora nos toca a los demás apoyar para que dé todos sus frutos.

Un ultimo apunte, buena parte del logro de este acuerdo hay que atribuirselo a la Secretaria General de los socialistas vascas, una valiosa dirigente política cuya trayectoria habrá que seguir con interés.


martes, 6 de diciembre de 2016

"BLUE & LONESOME": ¡VAYA DISCAZO DE THE ROLLING STONES!


Lo advierto desde ya: no soy objetivo con los Rolling Stones. De los tres primeros eps que me compró mi padre en 1964 de música rock, uno era de ellos (Carol/Tell me/Now i got a witness/I´m king bee). Una de las experiencias más exultantes de mi vida fue asistir a su concierto en el estadio Calderón el 7 de julio de 1982. Sus  primeros discos fueron sensacionales y “Aftermath” uno de los 10 mejores de la década de los 60.

Ahora convertidos en cuarteto, con 69 años Ronnie Wood, 73 Mike Jagger y Keith Richards y 75 Charlie Watts, lanzan un potentísimo disco de blues rock.

Después de haberlo saboreado tengo dos sentimientos contradictorios.

Por una parte, reconocer, por enésima vez, lo buenos que fueron los bluesman de los años 40, 50 y 60. Aunque a veces se copiaban unos a otros, con versiones que cambiaban algunas estrofas o melodías, y a menudo se apropiaban de viejas canciones de los trabajadores negros de las plantaciones del sur o de las fábricas del norte, o adaptaban canciones religiosas, su producción artística fue extraordinaria. Escuchar los viejos discos de todos ellos, afortunadamente recuperados en cds, bastantes de ellos remasterizados y casi todos disponibles en la red, resulta una delicia muy recomendable.

No es de extrañar que las grandes figuras de los primeros años del  rock  and roll norteamericano incluyeran los blues como parte esencial de su repertorio. Lo que también hicieron algunos años después los grupos británicos, empezando por John Mayall, los Rolling, los Animals, los Yardbirds, los Manfred Mann, los Spencer Davis Group e incluso los mismísimos Beatles (que algún blues cantaron, eso sí en versión algo dulcificada).

Pero en definitiva así como hay quien dice que nadie canta Dylan como Dylan, tendríamos que admitir que nadie canta y toca blues como los clásicos bluesman.

El segundo sentimiento es aplaudir el valor que le han echado Mike, Keith, Charlie y Ronnie, para sacar a estas alturas de su larguísima trayectoria musical un disco exclusivamente de versiones de blues, mas aun cuando se trata de canciones muy poco conocidas y no especialmente comerciales. Es como si hubieran dicho “y ahora hacemos este disco porque nos apetece demostrar que todavía podemos y sabemos hacer blues”. Era un riesgo meterse en esta aventura. No es un disco fácil, ni pegadizo, que puede sufrir odiosas comparaciones   no ya con las versiones de los bluesman originales, sino incluso con los blues que grabaron en sus primeros años los propios Rolling. Podían tener malas ventas y malas críticas (y algunas de estas críticas feroces ya se han producido, incluso en nuestro país). Pero los Rolling, como Bob Dylan (cuando versionea a Sinatra o canta villancicos), ya no tienen que demostrar nada y hacen muy bien en grabar lo que les pida el cuerpo.

Dicho todo esto ¿cómo es el disco? En mi opinión es un disco apabullante, de sonido sólido, no en balde el productor es el muy curtido Don Was. El mejor que han grabado en los ultimos 35 años. Es un disco corto, tan solo 12 canciones y 42 minutos y medio. Con un claro protagonismo de Mick Jagger, única voz y armónica, pero con unas magnificas guitarras de Wood y Richards que junto a la batería de Watts ofrecen ese acompañamiento poderoso, que en ningún momento pierde fuerza.   
  
El repertorio es de grandes músicos, no todos muy conocidos fuera de los ámbitos amantes del blues: Little Walter, Willie Dixon, Memphis Slim, Howlin Wolf, Buddy Johnson, Eddie Taylor, Jimmy Reed, Magic Sam…, pero como ya he indicado no se trata de standars o canciones conocidas. Jagger y los suyos han preferido buscar sustancia antes que caminos trillados.

Y también hay que decir que los cuatro Rolling han contado con la ayuda de buenos y veteranos músicos de estudio como Darryl Jones al bajo, Chuck Lewell a los teclados, M. Clifford a los teclados, Jim Keltner a la batería y…..la guitarra de Eric Clapton en dos canciones.

Ya veremos que resultados de ventas tienen, pero estoy convencido de que muchísimos seguidores de los Rolling estarán entusiasmados con este discazo, sobre todo cuando las grabaciones del grupo en lo que llevamos de siglo XXI no han sido precisamente brillantes.

¡Enhorabuena Mick, Keith, Charlie y Ronnie! ¡Estais en plena forma!




sábado, 3 de diciembre de 2016

"LOS FAUVES" : UNA MAGNIFICA EXPOSICION DE PINTURA


Madrid cada vez tiene una mayor oferta para los amantes de la pintura. Desde hace unas semanas la Sala de exposiciones en el Paseo de Recoletos de la Fundación MAPFRE, alberga una formidable exposición de “LOS FAUVES”, movimiento pictórico vanguardista de los primeros años del siglo XX en Francia.

“El fauvismo” lo conformaron pintores jóvenes franceses de finales del siglo XIX y principios del XX, algunos de los cuales llegaron a tener grandisima fama como Henri Matisse, Georges Rouault o Andre Derain. Su característica fundamental fue la de utilizar colores puros, influidos por los últimos años de Van Gogh, Cezanne y Gauguin. Pero acentuando la fuerza del color y con una nítida presencia de la claridad de los paisajes de la costa mediterránea francesa.

Su presentación como colectivo tuvo lugar en una exposición en el Salón de Otoño de Paris en el año 1905, que provocó un gran revuelo y por la que fueron calificados por algunos críticos como “fieras”, es decir “fauves”.

El grupo, del que también formaban parte Albert Marquet, Jean Puy, Henri Manguin, Charles Camoin y Maurice de Vlaminck, no solo compartían estilo pictórico afín, sino que eran además buenos amigos, como bien se refleja en los retratos que se hicieron unos a otros, varios de los cuales están en la referida exposición.

Poco después se sumaron otros tres pintores, Raoul Dufy, Georges Braque y Othon Friesz, que intensificaron más la utilización de colores de gran fuerza.

Curiosamente “el fauvismo” duró muy poco, y ya a finales de la primera década del siglo XX la mayoría de sus miembros habían evolucionado hacia derroteros diferentes, en unos casos suavizando su estilo, potenciando el dibujo sobre la intensidad del color, otros incorporándose al naciente cubismo, al expresionismo, etc.

La exposición es muy amplia y da una idea muy acabada de lo que representó “el fauvismo”, con la ventaja de ofrecernos maravillosos cuadros de pintores poco conocidos en España. El subtitulo de la exposición es “La pasión por el color” y no puede ser mas adecuado, basta con contemplar los cuadros de Vlaminck o las visiones de Londres realizadas por Derain.

La exposición esta muy bien diseñada y explicada y la única pega, como siempre, es que hay que evitar ir en horas de mucha afluencia, para poder disfrutar mejor de estos preciosos cuadros y acuarelas (por cierto hay unas acuarelas de Matisse formidables).

La exposición estará abierta hasta el 29 de de enero y nadie debería perdérsela. Salí de la misma pensando que me llevaría a mi casa la mayoría de los cuadros colgados, ya que los disfrutaría viéndolos todos los días.