viernes, 30 de mayo de 2014

EL GRECO Y TOLEDO: PARA NO PERDERSELO



En la historia de la pintura hay algunos artistas que podemos considerar como una excepción, Hieronymus Bosch -El Bosco-, Francis Bacon y El Greco, que pueden gustar o no pero a los  que no se les puede discutir que lograron un estilo profundamente propio, irrepetible, sin muchos antecedentes ni posteriores seguidores, aunque sin duda hayan influido de una u otra forma.

A mucha gente El Greco no les gusta, o bien por la temática muy mayoritariamente religiosa o por un estilo que escapa de cualquier definición, ni propio  del clasicismo del Siglo XVI que estaba terminando y tampoco del barroco del naciente siglo XVII. 

Como es conocido, en estos mismos días en la ciudad de Toledo se esta celebrando una magna celebración con motivo del Cuarto Centenario de su muerte. El público de nuestro país tenemos la gran suerte de poder acceder habitualmente a una parte sustancial de su obra, tanto en el Museo del Prado como en las Iglesias y Museos de Toledo. Pero hasta ahora no había tenido lugar una presentación tan amplia de su obra, concentrada sobre todo en el maravilloso Palacio de Santa Cruz.

A mí la obra del Greco en su totalidad no me entusiasma, hay cuadros que me encantan, otros que menos, en algunos encuentro sorprendentes muestras de genialidad y también hay cuadros que no me gustan nada. Pero en todo caso su pintura no me deja indiferente.

Esos colores brillantes, que en las pinturas restauradas adquieren una viveza espectacular; el efecto de profundidad que se percibe en algunos cuadros que parecen tridimensionales; esa tremenda distorsión de los paisajes y de los cielos; los tonos sombríos de paisajes y cielos en notable contraste con la luminosidad de la ciudad de Toledo donde muchos de ellos fueron pintados; la tristeza o rigurosa expresión de casi todos sus personajes; los forzados escorzos de muchos de sus cuerpos; la omnipresencia de ángeles revoloteantes; y en definitiva la sorprendente modernidad de bastantes de sus obras, producen un gran impacto cuando se recorren los  cuatro brazos de la planta baja del Palacio.  

No extraña que ni a Felipe II ni a algunos jerarcas de la Iglesia no les gustaran los encargos tal y como salían de su pincel. Eran obras para impresionar no para disfrutar serenamente en Iglesias o en Palacios.

La exposición en Santa Cruz esta muy bien diseñada, distribuida, explicada e iluminada, aunque algunos cuadros en altura tienen algunos reflejos que dificultan la buena visión y ciertos comentarios en torno a “lo visible y lo invisible” en la obra del pintor resultan excesivamente abstractos o eruditos, además, a pesar de las imponentes multitudes se puede visitar y disfrutar sin agobios.

Porque son inmensas multitudes las que recorren la ciudad y los distintos puntos de exposición, que aprovechan para compaginar la visita a la obra de El Greco y a una de las ciudades mas bellas y mejor conservadas de España.

Acompaño a este post las imágenes de dos de los cuadros que personalmente mas impresión me han causado, “La dama del armiño”, de una modernidad que parece pintada por los grandes pintores de la segunda mitad de siglo XIX o principios del XX y “El Martirio de San Sebastian” de un impactante belleza, de un sereno dramatismo. Y como estas dos pinturas hay otras muchas maravillosas.


Después de tantas semanas de intensa política y lo que nos queda (reflejada en los post casi monotemáticos de este blog), nada mejor que airearse un poco, disfrutando de la ciudad de Toledo y de los cuadros de El Greco, seguro que nadie se arrepentirá de aprovechar un día para empaparse de arte y cultura de belleza  indiscutible e irrepetible.  

lunes, 26 de mayo de 2014

SÍ SE PUEDE, SI CAMBIAMOS NUESTRO AUTISMO POLITICO





En un sistema democrático como es el nuestro, la ciudadanía no se equivoca cuando acude a las urnas. Vota a quienes les parecen mejor, nos guste mucho, poco o nada a los partidos políticos implicados.

Las elecciones europeas sin duda tienen unas características especiales, al ser un distrito electoral único no juega en contra el sistema D’Hont y es una buena ocasión de dar un voto de castigo tanto al gobierno como a la oposición, sin que tenga aparentemente consecuencias graves en la política nacional.

A la hora de analizar los resultados de esta elecciones, lo primero que hay que resaltar es que siendo muy alta y negativa la abstención, no ha ido a mas en relación a las anteriores europeas, tal y como se pronosticaba. En esa contención de la abstención  es muy probable  que hayan jugado un papel positivo los de PODEMOS, estimulando la participación de mas de un millón de personas que de otra forma no hubieran votado.

El segundo aspecto positivo es el evidente, aunque todavía limitado, giro a la izquierda del electorado que ha ido a votar. La suma de las opciones que de manera genérica se pueden considerar progresistas es mayor que la de los que se sitúan en la derecha.

El tercer aspecto a destacar, que unos consideraran positivo y otros no tanto, es el evidente deterioro político de las tendencias bipartidistas. En mi opinión el pluralismo político es mucho mejor que el bipartidismo, siempre que el pluralismo no desemboque en una fragmentación tal que difícilmente pueda impulsar y estabilizar proyectos comunes. Pero mucho ojo, el sistema D´Hont fomenta inexorablemente el bipartidismo y hoy por hoy es el instrumento electoral que tenemos. Con él, como he repetido en este blog, en al menos 30 provincias ni PODEMOS, ni IU, ni UPyD, tienen posibilidades de conseguir escaño en las elecciones nacionales y autonómicas. Así pues que nadie se haga muchas ilusiones de que se ha enterrado el bipartidismo imperfecto que hemos tenido hasta ahora.

Otro dato interesante, que también hay que apuntar en el haber de PODEMOS, es la demostración de que se puede hacer una efectiva movilización electoral con muy poco dinero y con pocos medios tradicionales y que la red hoy puede jugar un papel decisivo en llegar a los electores, aunque evidentemente estamos hablando de una sector social básicamente urbano y joven o acostumbrado a manejar cotidianamente las redes sociales. Esta realidad puede ir cambiando en el inmediato futuro las formas de relación de los partidos con los ciudadanos.

Igualmente hay que destacar el fuerte varapalo que se ha llevado el PP, sin ocultar que una parte de sus votos perdidos se han ido a una opción mas a la derecha, VOX y otra a UPyD y Ciutadans, estas dos ultimas opciones a las que yo no considero estrictamente de derechas, y este voto  podría retornar al PP en un futuro.

La caída tremenda del PSOE estaba cantada, desde el momento en que su dirección actual se resistió a realizar una profunda renovación tras las elecciones de noviembre del 2011. Menos mal que ¡por fin! han reaccionado, dimitiendo su Secretario General y convocando un Congreso extraordinario. Los socialistas han demostrado en más de una ocasión ser capaces de reaccionar y tirar para adelante cuando estaban atravesando situaciones apuradas. Tienes tres tareas nada fáciles: impulsar un proyecto político claramente progresista, que en sus elementos fundamentales se aprobó en la Conferencia política del pasado mes de noviembre, renovar a fondo su equipo de dirección y elegir a través de primarias las candidaturas de los procesos electorales del año 2015. Espero y deseo que acierten, porque la izquierda nos jugamos mucho.

Izquierda Unida ha multiplicado por 3 sus eurodiputados; ha ganado casi 975.000 votos más que en las europeas del 2009; se ha convertido en la tercera fuerza política de España. Con estos resultados, a primera vista, sería para estar bien satisfechos. Y de hecho el discurso de sus dirigentes, puertas afuera, ha sido triunfal. Pero no hay que engañarse, esta era la gran ocasión de IU, las expectativas eran muy muy superiores. Hace tan solo unos meses la diferencia de porcentaje de voto con el PSOE en algunas encuestas  llegó a ser de dos o tres puntos y de lograr en torno a 12 eurodiputados. Y lo conseguido dista mucho de ese objetivo y condiciones mejores que ahora difícilmente se van a presentar.

Pero IU hemos cometido serios errores estratégicos en estos meses. Hemos apoyado y alimentado los discursos alternativos del 15-M, desdibujando el nuestro, nos hemos alejado agresivamente de nuestros aliados mas próximos (salvo en Andalucía) y sin embargo por el otro lado hemos sido incapaces de trazar una política de alianzas razonable, especialmente con PODEMOS y con Equo/Compromis, porque  prevalecieron los intereses y tics de aparato comunista tradicional. Y para remate hemos confeccionado una candidatura bastante acartonada, lejana de los nuevos aires de renovación que decíamos que queríamos impulsar.

El resultado en mi opinión ha sido desastroso en numerosos y significativos lugares. Estamos por detrás de PODEMOS en Madrid, Asturias, Aragón, Cantabria, País Vasco, Canarias y Baleares. Estamos por detrás de UPyD en Castilla León y La Rioja, Somos cuarta fuerza en Cataluña y Navarra. Estamos por detrás de PODEMOS en grandes  ciudades como Madrid, Sevilla, Zaragoza, Gijón, Oviedo, Las Palmas, Palma de Mallorca o Coruña- Y para colmo PODEMOS se coloca en el primer lugar en Rivas-VacíaMadrid. En el cinturón de Madrid estamos detrás de PODEMOS en Parla, Alcalá, Alcorcón, Mostoles, Torrejón, Getafe, Fuenlabrada y Leganes.

O cambiamos a fondo o habremos tocado techo irremediablemente y seremos una fuerza secundaria en España.

PODEMOS ha sido un gran revulsivo, si tenemos en cuenta que no lleva ni un año de vida. Pero ha sabido conectar con mucha gente con un discurso radical, expresado de forma natural y simple. Pero ahora empieza lo más duro para ellos. Superar el elemento personalista, tan claramente reflejado en la cara de Pablo Iglesias en las papeletas de voto. Deberán desarrollar un programa político que vaya mas allá de cinco o seis ideas genéricas. Van a tener que formar equipos de dirección. Diseñar estrategias y tácticas de alianza en Europa y en España. Consolidar un modelo organizativo, financiero y de comunicación alternativo. Y sobre todo tener muy en cuenta que las elecciones autonómicas y estatales, como ya he señalado, tienen un sesgo mayoritario y no proporcional, lo  que perjudica terriblemente a los partidos minoritarios y que necesitaran buscar aliados para abrirse camino en las instituciones. Y desde luego  PODEMOS  tendrá que dejar esa descalificación de brocha gorda hacia el PSOE e IU y dejar de meterlos en el mismo saco que al PP y al resto de la derecha.

En todo caso hay que felicitar a PODEMOS y desearles que acierten en su proceso de desarrollo y consolidación. En algunos aspectos recuerdan a Los Verdes alemanes a principios de los años 80 y el terremoto que supusieron en la sociedad germánica. Para ellos fue un camino tortuoso, complicado y con pasos adelante y hacia atrás, pero su peso e influencia es hoy indudable. Pero también corren el riesgo de seguir el camino de ATTAC que al final es un limitado grupo de prestigio pero poco operativo en términos políticos.

Lo que si parece cierto es que el camino de encuentro entre PODEMOS e IU, va a ser muy difícil, si tenemos en cuenta que PODEMOS ha medido sus fuerzas y puede negociar con IU casi casi de tu a tu. Y no digamos con el PSOE.

Una última reflexión. Las elecciones europeas, aunque no son mecánicamente extrapolables a la situación estatal, autonómica y local, demuestra que sí, que lo podemos conseguir, que sí, que se puede derrotar políticamente a la derecha y desalojarlos democráticamente de los gobiernos donde están. Pero ello requiere trabajar una política de alianzas, entre la izquierda alternativa y de esta con el PSOE renovado. No parece que haya mucha disposición por ninguna parte., por el momento. Pero se puede andar ese camino, porque, además, no hay otro. Nos queda menos de un año. Pongámonos a ello.





jueves, 22 de mayo de 2014

EL VOTO UTIL A IZQUIERDA UNIDA




No tengo la menor duda. El próximo domingo 25 de mayo mi voto será para Izquierda Unida. No será un voto por disciplina y coherencia de partido, sino por pleno convencimiento.

Cualquiera que siga mi blog o lo haya leído ocasionalmente, habrá comprobado que no comparto bastantes aspectos del programa y la practica de Izquierda Unida, tanto en el ámbito nacional como en el internacional. Pero no es cuestión de ir buscando los desacuerdos, sino de resaltar los acuerdos. Después de 46 años de militancia diversa, me aburre y no soporto la obsesión que tienen muchos en la izquierda por la ortodoxia, la corrección, los puntos y comas y la letra pequeña, que es el mejor camino para la dispersión y la fragmentación; algo que la derecha en nuestro país siempre ha tenido muy claro que había que evitar.

Es evidente que por esa regla de tres podría votar a EQUO, a “Podemos”, o incluso a la Plataforma “Recortes Cero”. Sin duda hay muchas cosas en las que cualquier persona progresista coincidiría con ellos. Y por supuesto podría votar al PSOE, a pesar de los pesares y de los disgustos que nos ha dado.

Pero he llegado a la conclusión de que el voto más útil de la izquierda es el voto a IU. Por varias razones.

La nueva etapa que se abre en la Unión Europea va a ser decisiva y muy difícil. Va a exigir firmeza y claridad de ideas. La mayoría de escaños del espectro progresista, incluyendo en ese espacio a los Partidos Verdes, va a ser de la socialdemocracia y es fundamental que los partidos socialistas europeos sientan en su espalda, la presión, el empuje y el aliento de la izquierda que representa Alexis Tsipras. Sin esa fuerte presencia de la izquierda alternativa, Martín Schulz y la socialdemocracia podrían flaquear cuando tengan que tomar decisiones comprometidas.

La alianza progresista que necesitamos en Europa requiere gente dispuesta a tirar hacia delante y no dudo que haya muchos socialistas que están en esa dinámica, como también muchos diputados verdes, pero sin la contundencia de la gente como Izquierda Unida, los riesgos de permisividad con los grandes poderes económicos serán mucho mayores. Si los socialistas europeos ven en el Parlamento de Estrasburgo un numeroso grupo de la izquierda transformadora serán más decididos y audaces, que si se encuentran con un puñadito de diputados. Los propios sindicatos europeos son los más interesados de que se produzca un cierto reequilibrio en la izquierda europea, para contrarrestar las posiciones centristas y ambiguas de Hollande en Francia, de Renzi en Italia  o del SPD alemán.

Cuestión distinta es que habrá que trabajar y duro, para que a partir del día 26 los de la izquierda alternativa se alejen del discurso sectario, que hasta puede ser comprensible en el ardor de la campaña electoral, y tengan la inteligencia y la cintura política para pactar con los socialistas y con los verdes. Y por supuesto también habrá que limar la prepotencia que a menudo ostentan algunos socialistas.

Un voto útil, por tanto, en clave europeo. Pero también de cara al interno de nuestro país.

Después de tres años de constantes y amplias movilizaciones sociales, sería desastroso y peligroso que la izquierda no saliera bien reforzada en estas elecciones. Sobre todo la izquierda que más ha estado en las movilizaciones. Que ganase otra vez la derecha sería interpretado por el PP como un aval a su política. Tiene que empezar a cambiar la correlación de fuerzas políticas en España y en ese cambio es igualmente necesario un mayor reequilibrio de la izquierda. Los socialistas de cara a los complicados procesos de renovación que tienen por delante deben recibir el mensaje de un notable crecimiento de IU. Lo contrario podría enfriar los ánimos de renovación de su equipo dirigente y de su política; mas de uno (y muy importante) podría pensar que lo peor ya ha pasado y que para que arriesgar cambiando.

Por tanto recado al PP y recado al PSOE.

Y el ultimo efecto de ese voto útil a IU estaría dirigido a los amig@s y compañer@s de Equo, Podemos, Recortes Cero, 15-M en general, etc. Ya sé y lo he escrito, que IU no ha estado muy fina a la hora de ofrecer un dialogo y una propuesta de candidatura compartida de toda la izquierda alternativa. Los cabezas de lista de Equo y Podemos, podrían haber estado perfectamente entre los cinco primeros de la lista de IU, pero prevalecieron intereses de reparto de poder interno; deberían haberlo hecho mejor. Aunque nadie nos chupamos el dedo y también ha habido interés por las otras partes para “medir fuerzas” y “contar apoyos”, de cara a futuras negociaciones. Han preferido ser cabeza de ratón a cola de león.

Comprendo que haya quien se moleste por esta opinión, pero la dispersión del voto de la izquierda alternativa ahora y en el futuro no favorece a los intereses de la ciudadanía progresista. Sin duda los candidatos de Equo y Podemos  harían o harán un buen papel en Estrasburgo. Pero hay que pensar con visión estratégica, dividir el espacio a la izquierda del PSOE, debilita en lugar de reforzar. Eso sí, IU a partir del 26 de mayo debe trazar un camino de convergencia real y no de meras buenas palabras y gestos para la galería.


En definitiva, mi voto útil consciente es para IU, pensando en el hoy y en el mañana, en Europa y en España.

martes, 20 de mayo de 2014

ALTERNATIVAS PARA EUROPA: UN DEBATE POBRE


Terminando ya la campaña electoral para el Parlamento Europeo y visto lo visto en las encuestas, dos cuestiones parecen evidentes: la derecha puede quedar en primer lugar y no hemos conseguido, al menos hasta ahora, reducir los elevadísimos niveles de abstención. En ambos casos la izquierda tenemos una clara responsabilidad, ya que no hemos sido capaces de evitar, hasta el momento, ambos riesgos.

No tuve ocasión de presenciar el debate Cañete-Valenciano, pero anoche vi el de las seis candidaturas principales. Tuve que hacer verdaderos esfuerzos para seguir hasta el final. González Pons, como siempre, con su sonrisa inmutable de vendedor a domicilio, mostró su vena “cariñosa” hacia Cataluña y se afanó en darnos ánimos. Resulta cansino el oírle repetir y repetir que ya vamos mejor, pero lo cierto es que debe conectar con una parte de la ciudadanía, si tenemos en cuenta que podrían ganar las elecciones. Jáuregui del PSOE, que es un político del que tengo una buena impresión y siempre me ha parecido serio, evidenció que tenía ideas y discurso, aunque a veces poco accesible a la gente de la calle y mas pensado en convencer a las clases medias urbanas; pero el problema de fondo es su credibilidad, a pesar de sus buenas, buenísimas maneras, esta terriblemente contaminado por su pertenencia al gobierno de Zapatero y su nefasta gestión de la crisis, como muy bien se encargó de recordarle una y otra vez González Pons.

Willy Meyer, al que tengo un gran aprecio personal, desde que en 1973 fui su abogado ante el Tribunal de Orden Publico, estuvo algo encorsetado, a menudo sectario con el PSOE y ofreciendo propuestas demasiado genéricas; parecía cansado y transmitía una imagen poco fresca. En mi opinión no es el mejor candidato que podía haber tenido IU. El de CIU fue un fiel reflejo de los tecnócratas neoliberales que hoy dominan en el nacionalismo de derechas catalán; como diría un castizo estuvo “repelente Niño Vicente” con sus consejos y advertencias a los espectadores. El candidato de ERC derrochó sentido común, por supuesto desde la óptica independentista, evitó ser agresivo e intentó contra viento y marea hablar de las propuestas concretas para el futuro de la Unión Europea, además utilizó un discurso progresista en lo social, habló de los jóvenes, de la homofobia y el racismo, algo que se les olvidó a casi todos los demás y su tono fue cercano; es una lastima que las torpezas acumuladas en Cataluña hayan llevado a gentes como este candidato a optar por el independentismo, cuando podría ser un buen apoyo para el conjunto de la izquierda española. Por ultimo el candidato de UPyD, demostró ser el polo opuesto de Rosa Diez, aunque con un tono un poquito profesoral, también buscó la cercanía, los temas europeos, las propuestas concretas, y mucho sentido común; si todos en UPyD fueran como él, podrían ser unos buenos aliados desde el ámbito del centro, pero me temo que en ese partido Sosa Wagner es mas la excepción que la regla.

El formato del debate, la reiteración en cuestiones de política nacional y la insistencia en los temas vinculados al proceso independentista catalán, dificultaron que nos enteráramos con detalle de las propuestas concretas de que quiere hacer cada fuerza política en la Unión Europea.

Hubiera sido muy positivo conocer propuestas sobre la Unión Bancaria, la Unión Fiscal, la evolución del presupuesto Comunitario, la ampliación de la zona euro, la renegociación de los plazos para reducir el déficit, la quita parcial de la deuda de algunos países, la redefinición del papel del Banco Central Europeo, los criterios para una negociación equilibrada del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, la posibilidad de avanzar en la equiparación de los sistemas de pensiones, la lucha contra el narcotráfico y la trata de seres humanos, como afrontar el desafío energético, el cambio climático y la utilización de energías renovables, la mejora de las redes de comunicación intereuropeos, la lucha contra la pobreza, la idoneidad de un Plan de Inversiones frente al paro como han propuesto los Sindicatos, la colaboración en materia de I+D+I, la superación de la brecha digital en los ámbitos rurales, la necesidad de reindustrializar Europa desde parámetros de sostenibilidad, la regulación de la emigración, las relaciones de Cooperación y Ayuda al Desarrollo con los países del Tercer Mundo……

Interesaba que nos hubieran contado cuales iban a ser las prioridades para la nueva legislatura, las políticas de alianzas, el reforzamiento democrático de las instituciones, la transparencia, la comunicación con la ciudadanía  y las garantías del derecho a la información,  la actitud ante el dialogo social con sindicatos y patronales, las relaciones con las ONGs.

En otras palabras qué van a hacer  y cómo a partir del día 26 de mayo. Esta vez nos quedamos con las ganas de saberlo. Y era necesario el contraste de alternativas, porque en función de quienes ganen las elecciones y según las alianzas que después se configuren, el camino de Europa y por tanto el de nuestro país, será muy diferente.

No es cierto que las políticas no puedan cambiar, Europa tiene por delante retos fundamentales y no esta escrito que tengan que prevalecer las políticas conservadoras. Todo lo contrario. Por ello ni podemos quedarnos en casa el día 25 ni dar nuestra confianza a quienes ni la han merecido por lo que han hecho, ni la merecen por lo que intuimos van a seguir haciendo.

Si pasamos de la política el día 25, y ganan los mismos, ellos pasaran de nosotros durante otros cinco años y luego a lamentarnos. Por intentarlo que no quede.






jueves, 15 de mayo de 2014

¿UN GOBIERNO DE COALICION PP-PSOE? : O IRREAL O LETAL


Aunque no comparta buena parte de sus ideas, tengo el máximo respeto por las opiniones de Felipe González. Creo que nunca habla por hablar, como dice el viejo refran,  “no da puntada sin hilo” y mas aun en una muy anunciada entrevista realizada en Televisión por una periodista afín al PSOE. Me refiero al comentario de la conveniencia futura, en determinadas circunstancias, de un gobierno de coalición entre los socialistas y el PP. Propuesta que casualmente ya había hecho hace unas semanas otro expresidente socialista, Rodríguez Zapatero.

Doy por hecho que Felipe no es un irresponsable que no vislumbrara los efectos que esa opinión iba a tener, sobre todo en medio de una campaña electoral y en un contexto político en el que sectores de la izquierda alternativa han insistido que PP y PSOE son lo mismo o en palabras mas matizadas de Cayo Lara, “no son lo mismo, pero hacen lo mismo”. El impacto de las palabras de Felipe, que le ha provocado un evidente agujero en el discurso electoral de la candidata Elena Valenciano, ha obligado a Rubalcaba a una tajantes declaraciones demarcándose de González, lo que refleja el daño que podrían causar  en su electorado potencial, respuesta que tiene mas significado, dado que seguramente Rubalcaba  en el fondo piensa lo mismo que Felipe.

¿Pero tan inaceptable, desde un punto de vista de izquierdas, es lo que ha dicho el expresidente del Gobierno? ¿No ha sido esta una práctica que se ha seguido en otros países? Mas aun ¿No propuso reiteradas veces el Partido Comunista Italiano en los años 70 un compromiso histórico a la Democracia Cristiana? Y en nuestro propio país ¿No defendió Carrillo en los primeros años de la transición formar gobiernos de concentración nacional con la UCD? Y para provocar un poco de polémica, ¿no nos vamos a ver obligados a gobernar en Madrid, PSOE, UPyD e IU si queremos desbancar al PP?

En definitiva la pregunta sería ¿Esta reñida con una concepción democrática formar gobiernos de coalición entre partidos democráticos de izquierda y derecha?

En mi opinión los gobiernos de coalición entre partidos de muy diferente ideología, deben ser una opción excepcional, como fue nuestra transición o la “estrategia de la tensión” en Italia provocada por los terroristas, pero no es una  alternativa deseable en circunstancias normales. Alguien dirá, eso es precisamente lo que ha dicho Felipe. Pues, no.

Lo primero que hay que resaltar es que la Democracia Cristiana creada por Conrad Adenauer,  con quien la Socialdemocracia alemana hizo el primer gobierno de coalición en Alemania, poco, muy poco tenía que ver en los años 60 con el actual PP. Aquella era una derecha con clara sensibilidad social, respetuosa de los sindicatos, partidaria de un fuerte sector publico, que había contribuido de manera indudable al desarrollo del Estado de Bienestar Social en Alemania. Todo lo contrario que la conducta del PP, al menos en esta legislatura y la segunda de Aznar.

Un gobierno de coalición con la derecha española, requeriría, para empezar, revertir de manera tajante todos los recortes aplicados por el PP en el Estado y en las Comunidades Autónomas: impulsar las políticas sociales, una reforma fiscal progresista, una inversión pública de estimulo del empleo, olvidar todos los intentos de retroceso en derechos civiles, educativos, de las mujeres, o la privatización de servicios públicos. Además buscar una salida democrática al conflicto de Cataluña y desatascar de una vez el bloqueo del proceso de normalización en el País Vasco.

¿Alguien cree que la derecha española representada en el PP esta en esa línea? Ni remotamente.

Por tanto habría que preguntarle a Felipe, cual seria el programa y los compromisos de ese gobierno de coalición. ¿Se haría borrón y cuenta nuevo de una legislatura de recortes, retrocesos, desregulación del mercado de trabajo e incremento del paro? ¿Se esta pensando en ser un aval desde la izquierda a la continuidad de políticas de austeridad, maquilladas o suavizadas? ¿Se pretende ser corresponsable de la inaceptable parálisis política ante los desafíos nacionalistas?         

Quiero creer que Felipe no esta pensando en esos términos, pero no se puede poner en circulación la idea de un gobierno de coalición haciendo abstracción de cuales son las actuales características de la otra parte del posible acuerdo y menos aun sin poner encima de la mesa cuales serian las exigencias básicas y previas para un pacto de esa naturaleza.

Un gobierno de coalición con el PSOE en posición de relativa debilidad  y sin un programa de reformas claramente progresistas, sería la puntilla para el PSOE y mas allá para la izquierda española, Porque, no nos engañemos, de esa trampa en la que voluntariamente se hubieran metido los socialistas, el conjunto de la izquierda no nos beneficiaríamos, todo lo mas IU subiría algún punto, sumaria un puñado mas de diputados, ¿pero  que haríamos después?

Si como iniciativa de futuro o es irreal o es letal, en el momento actual sus efectos son claramente negativos. Por una parte desmoviliza a un sector de los votantes socialistas, ya bastante desanimados de por si, y por otra profundiza el desencuentro entre PSOE e IU y otros grupos de la izquierda alternativa, reforzando posiciones sectarias de ambos lados y dificultando iniciativas de necesaria colaboración para el inmediato futuro. Aunque no me extrañaría que algunos dentro y fuera del PSOE precisamente estén buscando ese efecto de hacer inviable un posible acuerdo en España,  y también en Madrid y otros lugares, como el logrado en Andalucía

En definitiva las palabras de Felipe y de Zapatero no podían ser mas inoportunas y desmovilizadoras.

Como diría aquel, “Dios mío líbrame de mis amigos, que de mis enemigos ya me cuido yo”.


  

domingo, 11 de mayo de 2014

LA UNION EUROPEA: NUESTRO PARAGUAS, NUESTRA PALANCA Y NUESTRO ALTAVOZ




Todos sabemos que la Unión Europea tiene por delante en los próximos años retos de enorme trascendencia. Estamos saliendo de la fase más aguda de la crisis y están pugnando dos modelos, el neoliberal y quienes pretendemos una salida solidaria y de cohesión social y territorial.

Vivimos en un mundo en el que se están reajustando los poderes políticos y militares tras el relativo impasse que se produjo después del desmoronamiento del bloque soviético; donde las grandes potencias  emergentes aun no han clarificado sus alianzas y alineamientos estratégicos, porque  mas allá de que formen un aparente bloque para disputar terreno a las potencias tradicionales, sus intereses son diversos; en el que África esta sometida a un complejo proceso de importante desarrollo conviviendo con extensas zonas de inmensa miseria; condicionado por los desafíos medioambientales que van a exigir cambios profundos en nuestras formas de vida y consumo; asistiendo a cambios tecnológicos que podrían o acrecentar el poder de las minorías  o hacer avanzar a las mayorías a unas condiciones de conocimiento, desarrollo y bienestar social desconocidos.

Y en ese tsunami de cambios, los y las españolas no podemos quedarnos tan tranquilos a verlas pasar. Nos guste o no estamos implicados, aunque solos somos una pequeña pieza en ese mundo globalizado. Afortunadamente tenemos un paraguas, una palanca y un altavoz que es la Unión Europea.

Un paraguas para protegernos solidariamente ante las tensiones y reajustes que se están produciendo y que nos podrían arrollar como pequeño país que somos. Una palanca para afrontar junto a otros los cambios y transformaciones que solos ni por asomo podríamos realizar. Un altavoz para defender nuestros intereses con la ayuda y respaldo de casi 500 millones de europeos.

La Unión Europea es, además de todo lo anterior, una garantía de vida democrática frente a las tendencias xenófobas, populistas, nacionalistas, reaccionarias, perseguidoras de los derechos de las mujeres o de las minorías.

A pesar de todo, no nos hagamos ilusas ilusiones. La Unión Europea no lo tiene fácil. Vamos a ser una pieza importante pero no la decisoria en el tablero mundial. Sin duda un referente de nivel cultural, de desarrollo económico y social, de convivencia democrática (con nada menos que tres generaciones que ya no han conocido la guerra, algo inédito en la mayor parte del mundo), de voluntad de cooperación de 28 estados…Sí, somos una referencia a la que aspiran miles de millones de personas, pero al igual que los viejos imperios cayeron y de muy poco les sirvió su poder económico, cultural o militar, la Unión Europea va a tener que esforzarse para mantener su modelo de sociedad y las condiciones de vida vinculadas al estado de bienestar social, incluso sus instituciones democráticas, que a pesar de los pesares y de las justas criticas que las hagamos, están a años luz de la mayoría de los Estados del mundo.

Necesitamos una Unión Europea democrática, activa, independiente, solidaria, cohesionada, con proyectos claros que afronte la creación de empleo de calidad; que sitúe la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible como una de sus prioridades; que diseñe un modelo energético eficaz, barato y limpio; que consolide, actualice y universalice los sistemas públicos de protección social; que garantice el acceso a una educación de calidad y que tenga en cuenta las demandas de competitividad en una economía globalizada; que fortalezca la I+D+I como motor de un nuevo modelo productivo; que luche contra la pobreza y la exclusión; que culmine la plena igualdad de derechos y deberes de hombres y mujeres; que respete la diversidad sexual; que estimule la integración de las minorías…

Un programa de modernización, cohesión, igualdad, exige instrumentos europeos de intervención económicos suficientes, ágiles, integrados, un presupuesto comunitario y unos Fondos de Cohesión muy, muy superiores a los actuales. Necesita erradicar las diversas formas de paraísos fiscales, fraude fiscal y economía sumergida, con una política fiscal progresiva y con unas bases comunes en los 28 estados. Una Unión Bancaria que asegure que nunca más el capitalismo especulativo y depredador va a repetir la catástrofe a la que nos han conducido numerosas entidades financieras.

 Es evidente que este es un camino nada fácil, pero no mas difícil que el reto de sentar en los años 50 a alemanes, franceses, italianos, belgas, holandeses y luxemburgueses, que tan solo diez años antes se habían estado matando por millones y arrasando salvajemente sus ciudades por segunda vez consecutiva en menos de 25 años. Se pudo conseguir porque hubo voluntad política y visión de futura. Algo que la actual mayoría conservadora de la Unión Europea no tiene, a diferencia de los demócratas cristianos que junto a los socialistas pusieron las bases de la Unión Europea.

Poder, si se puede. Hay que tener voluntad, decisión y coherencia política y por supuesto un fuerte apoyo democrático de una sociedad civil movilizada.

Y para ello necesitamos un Parlamento Europea con mayoría progresista, una Comisión Europea con iniciativa y un Presidente de la Comisión que sienta el respaldo de la ciudadanía para poner coto a los poderes económicos extrademocraticos.

El 25 de mayo con nuestro voto vamos a empezar a cambiar las cosas. No dejemos por activa o por pasiva que los que nos han puesto al borde del abismo sigan mandando en Europa.


  

jueves, 8 de mayo de 2014

MOCION DE CENSURA AL GOBIERNO DE EXTREMADURA: PENSAR LO MEJOR PARA TODA LA IZQUIERDA ESPAÑOLA




La presentación de la moción de censura por parte del PSOE al actual gobierno del PP en Extremadura, merece una reflexión sosegada y con visión no meramente localista.

La decisión socialista es evidente que tiene una intencionalidad marcadamente electoral. Pase lo que pase, ganen o pierdan, los socialistas quedan bien, todo ello en medio de una campaña para las elecciones europeas bastante anodina en general. De paso ponen en un brete a IU, tanto en Extremadura como en el conjunto de España, porque así mismo, haga lo que haga IU, votar en contra, abstenerse o apoyarla, van a salir tocados, aunque mucho mas en las dos primeras  opciones que en la tercera. Se podrá calificar, por tanto, de oportunista, la iniciativa del PSOE, pero es evidente que las fuerzas políticas juegan sus bazas con sentido de la oportunidad.

Personalmente me pareció una barbaridad política el apoyo tácito que IU de Extremadura dio ahora hace tres años al PP extremeño, permitiéndole llegar al gobierno; posición que como todos recordamos contó con la oposición nítida de IU a nivel estatal y de una minoría de la propia organización extremeña.

Desconozco cual es la valoración que hacen en la actualidad la mayoría de IU de Extremadura sobre los tres años de gobierno del PP. Es evidente que Morago, Presidente del Gobierno Extremeño, ha ido relativamente por libre y se ha desmarcado de manera ostentosa de algunas de las iniciativas o actitudes mas reaccionarias del Gobierno de Rajoy;  de ahí que algunos hasta le hayan llegado a llamar con una mas que evidente exageración “El Barón Rojo del PP”.

También su gobierno ha adoptado algunas medidas de índole progresista como es la aprobación de la Renta Minima Garantizada, aunque habría mucho que hablar de su efectiva aplicación; igualmente los presupuestos de la Junta de Extremadura en estos tres años, han tenido menos recortes que en otras Comunidades. Es muy posible que todos esos gestos moderados de Morago sean debidos a la presión de IU y a la necesidad de seguir contando con su apoyo tácito. La pregunta sería ¿estos gestos y actitudes del Gobierno de Extremadura son suficientes para justificar y legitimar el apoyo tácito de IU? En mi opinión, no.

Es verdad que el PSOE extremeño, sobre todo bajo la batuta de Rodríguez Ibarra, dejó mucho que desear mientras gobernó y tampoco se distinguió por sus políticas de izquierdas. Como también es verdad que tradicionalmente mantuvo una actitud distante, cuando no altiva, con IU, que a su vez no era muy dada a los matices y en algunas ocasiones adolecía de radicalismo de brocha gorda.

Yo comprendo que para IU de Extremadura pactar con el PSOE en el año 2011, les suponía tragarse unos cuantos sapos. Pero por encima de ello, debería haber prevalecido el valor para Extremadura y para España, de un acuerdo del conjunto de la izquierda, como después sucedió muy acertadamente en Andalucía, donde las relaciones entre IU y PSOE tampoco habían sido especialmente buenas. Es previsible que IU de Extremadura mantenga su malestar con el PSOE porque, según dicen, ni siquiera les han informado o consultado la moción de censura. También supongo que el PSOE no se fiaría de que fueron rápidamente con el cuento a Morago.

Así las cosas y una vez la moción de censura en marcha, ¿que se debería hacer? Creo que IU tendría que pensar y  plantear las condiciones de su apoyo a la moción y las exigencias para un posterior voto favorable a la investidura de un candidato socialista. Abrir un debate serio en el seno de la izquierda extremeña, sobre que es lo más conveniente para los intereses de la ciudadanía extremeña, si mantener al PP en el gobierno o sustituirlo por un gobierno del PSOE, con apoyo externo o en coalición con IU.

La clave de la posición de IU debe ser la defensa de los intereses extremeños, pero no debe olvidar, ni mucho menos, la enorme repercusión que su decisión va a tener en el conjunto de España y el daño o beneficio que ello podría causar a IU en las elecciones del próximo 25 de mayo, pero también en las futuras elecciones autonómicas y locales.

IU debe ser consciente que si deciden apostar por dejar a Morago en la Presidencia de Extremadura, el PSOE no va a andarse por las ramas, va a aprovechar a fondo la cuestión para reducir las perspectivas de IU. Y esa es una espiral nefasta para la izquierda. Tanto Willy Meyer, Cayo Lara e incluso Llamazares, al igual que los principales candidatos socialistas, están haciendo una campaña con evidentes descalificaciones hacia sus competidores en la izquierda, negando cualquier atisbo de entendimiento en el Parlamento Europeo tras las elecciones. Es evidente que en las campañas electorales a menudo se busca el cierre de filas, la sal gorda, el voto útil, etc. y que después las cosas se pueden recomponer algo.

Pero en unos momentos en que estamos viendo por un lado el incremento de la abstención y por otra la cierta recuperación del voto al PP, andarnos en la izquierda con estos tortazos dialécticos no anima precisamente a la gente progresista, tan desanimada, escéptica y cabreada. Nos puede pasar lo de la fabula, liarnos a discutir si son galgos o podencos y que al final gane el PP el 25 de mayo y después.

Por ello sería una irresponsabilidad que el desenlace de la moción de censura socialista en Extremadura fuera un mayor enfrentamiento en la izquierda.

El PSOE tiene que hacer una oferta de profundo calado transformador  para lograr el apoyo de IU, y esta debe valorarlo con rigor y en su caso hacer contrapropuestas “razonablemente asumibles”. Nos vendría a todos muy bien que el 15 de mayo hubiera un cambio de gobierno en Extremadura y que se siguiera por el camino, sin duda difícil y tenso pero positivo, de Andalucía.



domingo, 4 de mayo de 2014

LA UNION EUROPEA EN NUESTRA VIDA COTIDIANA


Desde la mañana del lunes en que abrimos el grifo de la ducha y después desayunamos un café con leche, hasta la noche del domingo en que antes de irnos a la cama vemos una serie o una película en televisión o en el disco duro, la Unión Europea esta presente en nuestra vida cotidiana. Nos guste o no, lo sepamos o no, la normativa comunitaria rige gran parte de nuestras actividades públicas y privadas.

En la próxima legislatura del Parlamento Europeo 2014-2019, las instituciones comunitarias van a profundizar en sus funciones de diseño, impulso y control de políticas: temas como la unión bancaria, la política fiscal, medioambiental, energética, redes de infraestructuras transeuropeas, inmigración, educación, salud pública, nuevas tecnologías, comercio, etc. van a ser fijadas en gran medida en Bruselas y Estrasburgo.

La Unión Europa no es algo abstracto ni esta constituida por personas asépticas o tecnócratas que viven en el limbo.  La conforman los gobiernos y los parlamentos de cada país miembro, las reuniones de los Presidentes y Jefes de Gobierno y los Consejos de Ministros de cada ámbito temático, el Parlamento Europeo, el Presidente del Consejo, el Presidente de la Comisión Europea y el Colegio de Comisarios, etc. Todos son políticos con carné en el bolsillo o al menos con una ideología partidista muy clara.

De ahí la enorme trascendencia de cual sea el perfil de los eurodiputados que vamos a elegir el día 25 de mayo. Una mayoría conservadora en el Parlamento Europeo, arrastrara un Colegio de Comisarios conservador y desde luego un Presidente de la Comisión y un Presidente del Consejo conservadores, lo que unido a la actual composición conservadora de la mayoría de los gobiernos estatales, se traducirá en una maquinaria arrolladora de generar políticas de derechas para el conjunto de los 28 países de la Unión. Si la derecha y sus aliados ganan las elecciones europeas la troika estará plenamente legitimada para seguir con su política de austeridad antisocial.

Por el contrario una mayoría progresista en el Parlamento y sus consecuencias posteriores en la composición de las demás instituciones y organismos sería un importante freno a las políticas neoliberales y permitiría unas políticas bien distintas a las actuales

Es aquí donde surgen las dudas de muchas personas progresistas que no se creen la posibilidad de construir otra Europa, lo que les puede llevar a la abstención o al voto en blanco o nulo. Piensan que la socialdemocracia europea esta  perdida para una política realmente de izquierdas, desconfían que los socialistas franceses, los laboristas ingleses, el SPD alemán o el Partido Demócrata italiano y tantos otros, incluidos los socialistas españoles, estén dispuestos a protagonizar un cambio en profundidad en las instituciones europeas.

Yo también desconfío. Pero no se puede olvidar que el periodo de mayor impulso político y social de la Unión Europea lo protagonizaron en buena medida los socialdemócratas a finales de la década de los 80 y los primeros años 90, y que un socialista francés, Jacques Delors, como Presidente de la Comisión, fue el que consiguió mayores avances en las políticas sociales europeas y en la construcción política de Europa, apoyado eso sí por una mayoría de gobiernos socialistas y socialdemócratas en la, en aquellos momentos. Europa de los 15.

Por ello no debemos renunciar a que una mayoría socialdemócrata vuelva a jugar un papel positivo en el desarrollo de la Europa social y en una salida solidaria a la crisis. Pero como dice el refrán “a Dios rogando, y con el mazo dando” y en este caso “el mazo” son las candidaturas de las diversas izquierdas alternativas que tienen como candidato de referencia a la Presidencia de la Comisión Europea al griego Alexis Tsipras, de la coalición Syriza. La mejor garantía para ese cambio progresista en Europa, es que haya un fuerte crecimiento de la izquierda alternativa, que sea un apoyo exigente, un estimulo y un revulsivo para la socialdemocracia europea, sin olvidarnos por supuesto de las opciones Verdes, que en muchos países tienen una clara importancia y un sesgo progresista.

Socialdemócratas, Izquierdas Alternativas, Verdes incluso algunos Demócratas Liberales, podemos configurar una nueva mayoría de progreso e impulsar una alternativa progresista. Sus efectos, sin ser milagrosos, ya que luego tendríamos que lidiar con los gobiernos nacionales de cada país, serían rápidamente visibles. Se acabaría la influencia de la troika neoliberal, se impulsarían programas de inversión y estimulo al empleo, se limitarían y dilatarían los objetivos de reducción del déficit, se avanzaría en la unión fiscal y en la lucha contra el fraude, se estimularían las políticas de cohesión social…

A corto y medio plazo ese cambio de rumbo en la Unión Europea lo notaríamos en nuestra vida cotidiana. Son razones más que suficientes para que el día 25 no solo vayamos a votar, sino que desde ahora hagamos campaña en nuestros ámbitos de influencia para que nadie se refugie en la abstención.