Aunque a los 20 años, como militante disciplinado del FLP y después del PCE(i), practique la violencia callejera, con la madurez y sobre todo con la democracia llegue a la conclusión que los disturbios en la calle solo favorecen y dan votos a la derecha. Por ello nunca seré complaciente, comprensivo o tolerante con los radicales que atacan el mobiliario urbano, los edificios o a la policía. Cuestión muy distinta es justificar la brutalidad represiva de las fuerzas de orden publico contra una manifestación inicialmente pacifica que protestaba por el recorte del gasto en educación.
Llevan solo dos meses de gobierno y ya están sucediendose imagenes que creíamos desterradas de policías atacando a manifestantes. Es verdad que CIU y su Consejero de Interior, mi antiguo conocido y casi colega Felipe Puig, ya habían dado buenas muestras de agresividad con el 15-M en Barcelona. Pero lo de las manifestaciones de Valencia parece un salto cualitativo.
Lo peor de todo es que este cambio de actitud de la policía no parece responder a unos mandos intermedios que se han puesto nerviosos o han reaccionado de forma poco profesional ante una situación que les desbordaba. El nuevo Ministro del Interior a los pocos días cambio a toda la cúpula policial, destituyendo practicamente a todos los Jefes de Policía de las capitales mas importantes de España. También es conocido que los nuevos Directores de la Guardia Civil y de la Policía Nacional pertenecen al ala dura del PP. Además ya hemos escuchado declaraciones guerreras de algunas Delegadas del Gobierno. No ha sido por tanto un calentón, es una linea de actuación política. El PP ha preferido tomar como referencia de Ministro del Interior a su padre fundador.
En mi opinión aparte de lo reprobable que es esta dura respuesta policial, están cometiendo un craso error político cuyas consecuencias pueden ser nefastas para este gobierno. Reprimir al movimiento estudiantil no le ha salido gratis a ningún gobierno, no hay mas que recordar que "El Cojo Manteca" le costo el Ministerio al mejor Ministro de Educación de la democracia y uno de los mejores políticos del PSOE, mi querido primo José María Maravall. Y si eso fue así en tiempos en que la televisión se controlaba eficazmente desde la Moncloa y Ferraz, nos podemos imaginar lo que va a suponer internet invadido por imagenes on line de la represión. No olvidemos además que muchos de esos jóvenes manifestantes agredidos son hijos de trabajadores que también están saliendo a la calle contra las políticas antisociales y que por tanto van a sentirse plenamente solidarios con sus hijos.
Así que Rajoy debería andarse con cuidado. Un estudiante aporreado, esposado en el suelo y con las muñecas sangrando hoy es muy difícil de digerir por la sociedad democrática. El Ministro Fernandez Diaz debe corregir inmediatamente las tentaciones de emular aquello de "la calle es mía" y entender que el orden publico democrático se puede mantener perfectamente con profesionalidad, experiencia, adecuada formación de los policías y practicas negociadoras, como sucedió durante meses en Madrid con las movilizaciones del 15-M. Algo muy distinto a lo que estamos viendo en Valencia. ¿O es que quieren que acabemos como en Atenas? ¿O es que buscan radicalizar las manifestaciones en la calle para deslegitimar los motivos de la protesta?
Dices "La violencia callejera da votos a la derecha"... y añado: y la de la patronal, la de los bancos, la de los medios ultra derechistas, en fin: el miedo, el miedo que se nos está metiendo día a día en el cuerpo es el que le da a la derecha los votos.
ResponderEliminarSi caemos en la trampa de hablar de los grupúsculos antisistema, en lugar de los motivos que llevan a la protesta pacífica de la mayoría, estamos perdidos.
Por lo demás, de acuerdo con que el Gobierno de Rajoy nos está metiendo en un jardín del que podemos salir todos malparados.
Necesitaríamos un Gandhi.