Por fin una buena noticia. Una propuesta de UPyD, que ha terminado por situarse en la extrema derecha, se convierte en todo lo contrario de lo que pretendía Rosa Diez. Mas aun, la flexibilidad, la inteligencia y el sentido común del resto del arco parlamentario han logrado que el gobierno de Rajoy, dando muestras de sensatez política, se haya desmarcado de sus sectores ultras y siguiendo los pasos de Antonio Basagoiti, su moderado líder vasco, ha aceptado por fin avanzar en una salida realista y democrática para el fin definitivo del terrorismo de ETA.
Rajoy abandona la vía Aznar / Mayor Oreja, reivindicada de nuevo, no lo olvidemos, por el expresidente derechista en el reciente congreso de Sevilla, y asume que seguir por la vía de la ilegalización de la izquierda abertzale no lleva a ningún lado. La negociación de Basagoiti y Jauregui, dos de los mejores políticos del PP y del PSOE, nos devuelven la confianza en la vida parlamentaria. Con este amplísimo aval político el gobierno debe avanzar con mas rapidez. Sacar ya de la cárcel al líder de la izquierda abertzale, Arnaldo Otegui, acercar paulatinamente presos a Euskadi, mejorar la situación de los encarcelados enfermos y trazar un calendario próximo de excarcelación de los que han roto políticamente con el terrorismo y han pedido perdón a las victimas.
Por su parte Amaiur, podía haber hecho el esfuerzo de apoyar, aunque fuera críticamente, el acuerdo parlamentario, aunque ello quizás hubiera creado problemas de rebote al PP. En todo caso la izquierda abertzale por ahora están dando muestras de relativa prudencia y no están provocando tensiones innecesarias La presión en la calle que están realizando en torno a sus presos, es la esperada, y no pueden hacer otra cosa distinta, sino quieren generar rupturas entre los suyos, lo que seria muy malo para el proceso de pacificación. Si cabe pedir a los abertzales que deben dar pasos mas intensos en exigir la disolución y entrega de las armas por ETA, asi como en hacer gestos de solidaridad con las victimas de la organizacion terrorista, aunque sigan defendiendo la reparación de sus victimas de la guerra sucia o de la violencia represiva
No podemos ignorar que el proceso de paz en Euskadi es complejo y hay que evitar tanto la parálisis como las precipitaciones para que no se produzcan excesivas tensiones con los extremistas de ambos lados. Por eso este acuerdo político que cambia la actitud de las primeras semanas del gobierno del PP es un avance que debemos saludar con entusiasmo. En medio de tantos desastres, nos debe llenar de alegría el que los políticos se hayan puesto de acuerdo en un tema tan importante para todos como es el final del terrorismo en Euskadi.
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