lunes, 30 de marzo de 2015

PROGRAMAS ELECTORALES Y PRIORIDADES



Ya tenemos candidatos, salvo los interminables follones pendientes de IU y UPyD. Ahora faltan los programas o más en concreto que nos digan que piensan hacer si llegan a gobernar. Para los gobiernos autonómicos no sirven las generalidades que hasta ahora venimos oyendo y menos aun para los municipios.

Sería muy bueno que no hicieran grandes promesas, que saben o deberían saber que son irreales y no se van a cumplir. Es muy posible y desde luego deseable que lleguen a los gobiernos autonómicos y municipales coaliciones de gobierno progresistas, pero el hecho de desplazar al PP o a los nacionalistas, es la condición sine qua non para que las cosas empiecen a cambiar, pero no es suficiente y de por sí no se van a producir milagros. Hay que ser conscientes del marco de actuación en el que se tendrán que desenvolver.

En primer lugar, los nuevos equipos de gobierno seguramente se van a encontrar deuda acumulada, una ya conocida y otra por conocer. Van a aparecer facturas pendientes y sobre todo contratos, compras o inversiones comprometidas, de las que legalmente no va a ser fácil y desde luego barato prescindir. Por eso cuando p.e. escucho que se van a revertir privatizaciones, habría que ser muy cauto con esas promesas, no sea cosa que luego o no se pueda hacer o  haya que esperar años o cueste mucho dinero. Y que a nadie se le ocurra decir que las deudas no se pagan, porque eso en un estado de derecho, y España lo es, resulta muy poco convincente; (ya tenemos el gobierno de Syriza para  escarmentar en cabeza ajena).

En segundo lugar, no podemos olvidar que hay unos duros compromisos con la Unión Europea de reducción progresiva del déficit público. Por supuesto que si hay una coalición progresista en el gobierno de la nación tras las elecciones generales de noviembre, deberíamos negociar un calendario más flexible de reducción del déficit, que nos diera un respiro y evitara la continuidad de las políticas de ajuste. Lo que esta claro es que podremos dilatar el ajuste del déficit en la Administración del Estado, en las Comunidades Autónomas y en los Ayuntamientos, pero es impensable que volvamos a sendas de incremento del déficit del 8%, al 9% o al 10% como en el reciente pasado.

En definitiva, el margen presupuestario de los nuevos gobiernos autonómicos y municipales es reducido y quien diga lo contrario esta queriendo engañar a la ciudadanía. Salvo que aumentemos los ingresos fiscales, que se puede hacer por varias vías: lucha contra el fraude, reducción de la económica sumergida, reajustes en el IVA,  una subida de la presión fiscal directa, desde luego con criterios progresivos, pero al final a la mayoría nos tocara pagar más impuestos que ahora. Sabemos que en la lucha contra el fraude no resulta ni fácil ni rápido obtener resultados importantes y menos aun desde el ámbito exclusivamente nacional.

Se dice por ahí que se pueden recortar muchos gastos: de asesores, de enchufados, de sobresueldos, de representación, de coches, de publicidad, de actos oficiales, de muchas prebendas públicas y en general de dispendios varios. Es verdad, pero es el chocolate del loro. Pongo un ejemplo. Para dar un impulso serio a las prestaciones de servicios de la Ley de Dependencia, el conjunto de las Comunidades Autónomas deberían aportar en torno a 2000 millones de euros nuevos. Otro ejemplo, para incrementar la cobertura de las rentas mínimas de inserción en la lucha contra la pobreza severa, las Administraciones Públicas deberían aportar en torno a 4000 millones de euros nuevos. No es una barbaridad de dinero, el 0’6% del PIB, pero desde luego esto no sale reduciendo gastos superfluos, ni remotamente. Por no hablar del coste de la reversión del empleo publico en la enseñanza o en la sanidad.

Es evidente que una recuperación económica, una generación de empleo razonable en torno a  medio millón de puestos de trabajo a tiempo completo por año, supondría más ingresos públicos y menos gasto en protección social, pero un escenario en el que se pudiera apreciar un notable cambio de situación en el empleo, que facilitara esa mas favorable relación ingresos/gastos, puede llevar tres o cuatro años en el mejor de los casos.

¿Quiere esto decir que hay poco que hacer o que los gobiernos progresistas van a estar atados de pies y manos? En absoluto.

El reto que van a tener los nuevos gobiernos de coaliciones progresistas es definir bien las prioridades. Esa es la clave. No se trata de empantanarse en un maremágnum de promesas de que vamos a darle la vuelta a todos los desaguisados de los gobiernos del PP y de los nacionalistas. En la campaña electoral no podemos decir que vamos a abrir hospitales y residencias por doquier, llenar las ciudades y pueblos de centros de educación infantil, aumentar la gratuidad del uso de los servicios y transportes públicos para unos y para otros o recontratar a todos los despedidos en el ámbito público….etc., etc. No, no vamos a poder hacer esto, al menos en los primeros años.    
Lo que además sí se puede hacer y no cuesta dinero público (y puede evitar despilfarro, fraude y corrupción) es garantizar la transparencia y la participación social en las decisiones de gobierno.   

En definitiva pocas prioridades pero claras y concretas, eso es lo que yo le pediría a las candidaturas progresistas. Y lo centraría en siete cuestiones.

Tres de incremento de las políticas sociales: programas de lucha contra la pobreza severa; impulso de las prestaciones de servicios de la atención a la dependencia; recuperación de la calidad en los centros de enseñanza pública e incremento de la red publica de 0 a 3 años. Dos en materia de buen gobierno y lucha contra la corrupción: revisión de la contratación pública, compras e inversiones comprometidas para evaluar su necesidad e idoneidad y en su caso las posibilidades de reversión y articular la efectiva (y no meramente simbólica) participación social en las grandes decisiones de ordenación del territorio, urbanismo y vivienda, transporte, equipamientos sociales. Un compromiso por la lucha contra la contaminación y la sostenibilidad medioambiental. Por ultimo, incrementar el gasto en I+D+I.

Es evidente que las prioridades no pueden ser las mismas para los gobiernos autonómicos que los locales y en el caso de los locales hay que diferenciar las pequeñas y medianos ayuntamientos de las grandes capitales, pero teniendo en cuenta esa diversidad, las líneas de actuación preferentes deberían ir por esos caminos.

No podemos iniciar el nuevo ciclo político que todos deseamos confundiendo o engañando a la gente. La ciudadanía ya esta escarmentada, no se fía de los políticos y seria una catástrofe volver a las andadas. Hagamos un esfuerzo de rigor y de seriedad, seamos diligentes servidores públicos y no émulos de los Reyes Magos.


lunes, 23 de marzo de 2015

ANDALUCIA, ALGO MAS A LA IZQUIERDA


En los resultados electorales andaluces hay un primer dato a resaltar. Andalucía ha girado, suavemente, pero ha girado, hacia el centro izquierda. Si sumamos por un lado los votos del PSOE y los de IU, mas los de PODEMOS, se superan los dos millones de votantes y si les añadimos los votos de Ciudadanos, que es un voto en torno al centro, con votantes de centro derecha y también votantes de centro izquierda, podemos concluir que más de dos terceras partes del voto andaluz tiene un componente de tinte progresista. Esto es una buena noticia.

El segundo aspecto a destacar es que tras 33 años de gobierno, el PSOE ha vuelto a ganar las elecciones, sin que tampoco el asunto de los ERES y las imputaciones a una parte de sus dirigentes o cargos públicos le haya afectado de manera especial. Esto es algo portentoso. Supongo que en la noche electoral la jueza Alaya habrá tenido insomnio. Esta claro que Andalucía no quiere a la derecha, al menos a la del actual Partido Popular y perdona al PSOE todo lo que haga falta con tal de que el PP no gobierne allí.

Hay un tercer aspecto a señalar. El PSOE en Andalucía es un partido con fuerte arraigo organizativo, habrá quien diga que es consecuencia de tantos años de mucho poder y de prácticas clientelares. Es posible que una parte sea así, pero en todo caso es un partido con fuertes raíces, actuales e históricas y esta realidad no se puede infravalorar, como en alguna medida ha podido hacer PODEMOS.

Por supuesto el éxito del PSOE tiene una capitalización directa por parte de Susana Díaz, aunque al final sigue sin tener la mayoría absoluta que tanto buscaba y no le va a ser fácil realizar pactos, al menos con la comodidad y proximidad que tenía con la IU sabiamente dirigida por Diego Valderas. Vamos a ver como se desenvuelve a medio plazo, porque lo que es bueno para el “curriculum” de Susana quizás no sea tan bueno para sacar adelante una política progresista en Andalucía. Y también puede capitalizar esos resultados el PSOE a nivel estatal, superando la caída en picado de los últimos años, siempre y cuando la evidente ambición de Susana (¡¡¡esa lenta bajada por las escaleras del Palacio de Congresos de Sevilla en olor de multitudes, que ni en las mejores superproducciones de Hollywood!!!) no abra un agujero en la dirección socialista, cuestionando a Pedro Sánchez.

El éxito de PODEMOS es incuestionable, a pesar de que haya sido menor del que algunos temían o incluso ellos mismos esperaban. Lograr más de medio millón de votos y 15 diputados, sin apenas financiación, con muy limitada estructura organizativa y con una candidata claramente situada en la izquierda es una heroicidad política. Nadie se lo puede discutir. Aunque también debe ser objeto de reflexión que una cosa es superar y alterar el actual modelo de representación partidaria y otra muy distinta convertirte en la primera o segunda opción política. Ahora PODEMOS va a entrar en la “real politik”, tendrá que pronunciarse y mojarse en muchos temas. Y seguramente tendrá que moderar algo su mensaje y sus gestos (demasiados puños cerrados en los mítines) si quiere mantener esa imagen transversal que les acerque al 20%.

Lo de Ciudadanos también es digno de elogio. Hace dos años escuche por primera vez a Albert Rivera en una larga intervención política. Me sorprendió, no encajaba con la imagen que se trasmitía de él como centralista españolista, muy de derechas, frívolo…Aun se esta cociendo, pero podría aspirar a ser un político en la mejor línea de la UCD. No vendría nada mal para nuestro país tener un partido de centro, representativo de clases medias urbanas moderadas, laico, con el que la izquierda pudiera entenderse y acordar cuestiones.

Lo de IU es un drama terrible, que ojala no sea irreversible. Lo malo sería que ahora dieran un volantazo a posiciones aun más radicales. El discurso de Maillo no puede ser mas contradictorio, por un lado reniega del pacto de gobierno con el PSOE, lo considera un error y le achaca buena parte de su fracaso y por otra ha querido capitalizar los logros progresistas de gobierno de coalición. IU sigue empeñada, como siempre, en disputar los votos por la extrema izquierda, cuando debe hacerlo por otros caladeros: sindicalistas de CCOO y UGT, católicos progresistas, profesionales con ganas de que nuestro país funcione mejor, jóvenes solidarios que trabajan con  ONGs… PODEMOS ha aprendido en unos meses, lo que IU sigue sin percibir después de casi 30 años de existencia, que los cientos y cientos de miles de votantes que buscan, están en la orbita de la izquierda moderada desencantada del PSOE y no en los antisistema que ni van a votar ni van a votar cualquier cosa que suene remotamente a comunista.

IU, ya lo he dicho otras veces, esta al borde del abismo y lo peor sería una huida hacia delante. Síntomas hay y ya están preparándose los que quieren manipular el pacto de gobierno andaluz y de ahí a justificar la abstención en Extremadura no hay mas que un paso (ya se esta autoreivindicando el líder extremeño). Y si encima tenemos la   escandalera madrileña… que esperemos que se encauce y se busque a una persona sensata para el Ayuntamiento, como se ha encontrado a García Montero para la Comunidad.   

Por ultimo no es mala noticia el batacazo de UPyD, a ver si de una vez se dan cuenta de que no puede ser el cortijo de Rosa Diez.

En definitiva, en Andalucía ha habido ganadores y perdedores de distinto cariz y nivel, a izquierda, derecha y centro, pero lo mas positivo es que la ciudadanía esta pasando factura a las políticas de brutal ajuste neoliberal y a la corrupción. El panorama del nuevo Parlamento  andaluz, si bien  no va hacer fáciles los pactos, al menos hasta después de las elecciones generales y que todos tengan las manos libres hasta entonces, al menos permitiría desde ahora una intensa presión progresista de PODEMOS con IU y hasta con Ciudadanos, para que el gobierno socialista afronte, de una vez, retos pendientes desde hace mucho para la transformación progresista de Andalucía.




viernes, 13 de marzo de 2015

MANUELA CARMENA, LA ALCALDESA QUE ·"REINVENTARA MADRID"


La decisión de PODEMOS de proponer como candidata a la Alcaldía de Madrid a Manuela Carmena ha sido un gran acierto y refleja una indudable apertura de miras por parte de ese partido. Manuela Carmena va a  ser una excelente alcaldesa de Madrid.

Cuando entré en la Facultad de Derecho de la Complutense en septiembre de 1966 aun estaba muy presente su actuación como dirigente del movimiento estudiantil por la democracia (junto con Cristina Almeida y Paca Sauquillo).

La conocí personalmente en junio de 1971 cuando nos reunió a los militantes y simpatizantes del PCE que estábamos terminando la carrera, para hablarnos de los despachos laboralistas. Ya tenía una cierta idea de ellos y en aquellos mismos momentos mis amigos Javier Sauquillo y Lola González Ruiz estaban montando el suyo en la calle General Oraa. La intervención de Manuela fue tan deslumbrante, que salí con la idea decidida de ser abogado laboralista como ella.

La siguiente vez que la vi fue con motivo del asesinato del obrero de la construcción y militante comunista, Pedro Patiño, cuya mujer Dolores era la supersecretaria de su despacho. Manuela estaba destrozada pero con una gran serenidad, al igual que sucedió seis años mas tarde, cuando en su despacho de Atocha 55 se produjo la matanza de nuestros compañeros.

Manuela era adorada por los trabajadores a los que defendía y en especial los de la construcción de Madrid y sus dirigentes, Macario, Tranquilino y Arcadio, incluso por la nueva generación de activistas, que no eran nada fáciles. Sus intervenciones en la Magistratura de Trabajo eran vehementes, razonadas y llenas de sentido común. Por ello la respetaban Magistrados y Abogados, incluso los de derechas y desde luego los bedeles que la llamaban cuando llegaba a toda prisa al edificio de Martínez Campos llena de carpetas, tras aparcar de cualquier forma su pequeño Mini, para hacerse cargo de cuatro, cinco o seis juicios por día. 

También la adoraban los abogados laboralistas catalanes del PSUC, con los que al principio había trabajado; Lluis Salvadores la quería como una hija. Recuerdo los paseos nocturnos por las Ramblas con Lluis, con Albert Fina y Monserrat Aviles hablando sin cortarnos un pelo de la Assamblea de Catalunya y de los avances unitarios de la oposición democrática, a diferencia de Madrid donde todo era más difícil.

No sé si la adoraban tanto algunos de  los miembros del Comité Provincial del PCE de Madrid, del que formó parte durante unos años, por elección de la célula de abogados. Algunas  noches en su casa de la Calle Lira, mientras en el tocadiscos sonaban sin parar The Doors, The Gratefuld Dead o The New Riders of Purple Sage que había comprado su marido Eduardo en California, al llegar de una reunión me contaba  su malestar por las discusiones entre el minoritario sector renovador del Comité Provincial y los sectores mas cuadriculados.

Manuela era una militante y dirigente equilibrada, identificada con la política del Pacto por la Libertad y con el eurocomunismo, leal pero no devota. Recuerdo la impresión que nos causó una cena con Alfonso Sastre y Eva Forrest, en el año 1972, cuando ellos estaban rompiendo con el PCE y acercándose a ETA. O la desolación que nos produjo las charlas en Londres en el verano de 1973 con José María Elizalde, otro gran líder estudiantil comunista, compañero y gran amigo de Manuela, que nos comunicó que abandonaba  el Partido porque cada vez le convencía menos y se iba nada menos que con los anarquistas.

Manuela era valiente. Una tarde estando reunidos en el Despacho de Españoleto nos llamaron diciendo que la policía tenia rodeada la sede del Sindicato Vertical en la entonces calle de José Antonio 69 y que iban a detener a militantes muy buscados que estaban haciendo una asamblea. Allá que nos fuimos Manuela y yo. Al llegar, en la puerta estaba el Comisario Delso, unos de los peores jefes de la Brigada Político-Social. La policía tenía agarrados a varios sindicalistas y en especial a Javier, “el Gitano”. Manuela se puso a discutir con Delso y le dijo textualmente “si se los llevan detenidos, nos tienen que llevar también a nosotros”. Delso no se lo pensó dos veces. Tras dos o tres horas en un despacho del primer piso de la BPS en la Dirección General de Seguridad, apareció nada menos que Saturnino Yague, el jefe de la BPS y nos dijo “vaya lío que están montando vuestros compañeros abogados, total para nada, sino estáis detenidos, habéis venido a una mera formalidad; en cuanto firméis una declaración burocrática os vais” y así fue.

La capacidad de trabajo de Manuela era asombrosa. Podía salir del despacho a las once de la noche, coger el Mini (repleto de papeles del despacho, de panfletos y de juguetes de su hija Evita) y salir para Valencia a una reunión de abogados laboralistas de toda España, llegar  a las 5 de la madrugada y ponerse a buscar un hostal para echar una cabezada antes de la reunión. Comía poco y casi no cenaba. Salvo zanahorias crudas, tartas de vegetales o los sabrosos zumos que se hacia en su maravillosa licuadora, o que nos tomábamos en una zumeria cerca de la Glorieta de San Bernardo. La única excepción que hacía era ir de vez en cuando al recién inaugurado Hollywood de la calle Magallanes. 

Manuela adoraba a su hija Eva, que a veces se quedaba dormida en el despacho hasta que su madre acababa de despachar o una reunión y adoraba a sus padres y siempre estaba con la desazón de que con tanto trabajo iba poco a verlos y eso que lo hacía todas las semanas.

Manuela era comunista, pero antes que nada era feminista. Su libro de cabecera era “El cuaderno dorado” de Doris Lessing, que sin duda influyo en su posterior evolución política. Una vez conseguida la democracia, abandonó el Partido, posiblemente empujada por lo mal que hicimos las cosas con la territorializacion de los profesionales y las tensas relaciones entre la dirección de CCOO y los laboralistas. Llamé a Salvadores para comentarlo, estábamos los dos desolados. Y tiempo después dio el salto a la Judicatura.

Su lucha por la democratización y sobre todo por el cambio de la Administración de Justicia ha sido larga y constante. Sus enfados con muchos colegas progresistas que no entendían la radicalidad y a la vez racionalidad de sus propuestas han sido frecuentes. En los últimos tiempos ha desarrollado su idea de “Reinventar la Justicia”.

Manuela, jubilada en la judicatura, ha seguido interesándose en como mejorar la vida de la gente. Hace unos meses me llamó para ver que me parecía la idea de poner en marcha en Madrid una encuesta a parados realizada en las oficinas del INEM por los propios parados, que pusiera en evidencia las carencias y limitaciones del Servicio Publico de Empleo e indagara propuestas de mejora.

Seguro que Manuela  va a ser la próxima Alcaldesa de Madrid. Su desempeño lo va a tener muy difícil. Tantos años del PP, han dejada machacada y exhausta la ciudad. Tendrá que “reinventar Madrid”, echar imaginación, ejercer su voluntad de lograr consensos sociales y políticos y promover a fondo  la participación ciudadana. Necesitará para ello el apoyo y el concurso sobre todo de muchos jóvenes en su candidatura de “Ahora Madrid”  y en el gobierno municipal. Y además tiene muy cerca buenos conocedores de la problemática urbanística de una ciudad tan compleja como Madrid que siempre la podrán echar una mano.


Será una gran alcaldesa.

lunes, 9 de marzo de 2015

OPERA " EL PÚBLICO": A GARCÍA LORCA LE HUBIERA GUSTADO


No me entusiasman especialmente las operas del siglo XX y menos las del XXI. Hay algunas excepciones, Richard Strauss, Puccini, Stravinsky, Kurt Weil, Prokofiev, Bela Bartok y Benjamin Britten, salvo este último, todos ellos de las primeras décadas de 1900 y en general cuanto más recientes son, menos me interesan. Por ello, reconozco los esfuerzos del anterior responsable del Teatro Real de Madrid, Gerard Mortier, por salir de los caminos trillados y ofrecernos obras impactantes como “Francisco de Asís” o “Brokeback Mountain” y ahora el estreno mundial de la opera “El Público”.

Como todos recordamos, Federico García Lorca fue el autor teatral español más genial del siglo XX. A pesar de su carácter innovador, transgresor, de la influencia recibida de las vanguardias culturales de Francia o Estados Unidos y de las propias vanguardias españolas, en su teatro como en su poesía, siempre buscó las raíces populares de la cultura de nuestro país para crear una obra cercana a la gente. Salvo dos excepciones teatrales: “Así que pasen cinco años” y sobre todo “El Público”.

Nunca llegó a estrenar esta ultima obra, escrita inicialmente en 1930, al parecer reelaborada en años sucesivos, y para la que no encontró ocasión o apoyo para subirla a los escenarios, sin duda por dos razones, el carácter profundamente surrealista de su estructura y la temática de defensa abierta del amor homosexual y mas allá de la libertad en los sentimientos y deseos. Nadie se atrevió a estrenarla hasta 50 años después de su asesinato. Lluis Pascual lo hizo en Madrid en 1987 en el teatro María Guerrero.

Mortier, siempre innovador, le encargo al compositor español Mauricio Sotelo que realizase una Opera basándose en el texto de Lorca. ¡Casi nada! La verdad es que hay que ser muy valiente para convertir una obra de teatro tan compleja como esta en una Opera. Sotelo ha contado con el escritor Andrés Ibáñez para hacer el libreto, adaptando la obra de teatro. Sotelo del que hasta ahora yo no sabía nada, es un compositor español de 54 años, ya con una larga trayectoria artística, discípulo de Luigi Nono, un gran músico italiano, por cierto comunista, pero cuyas obras son difíciles, muy difíciles de asimilar. No oculto que con esos antecedentes, yo iba un poco reticente. ¿Y cual es el resultado de esa colaboración Lorca-Sotelo-Ibáñez?

Un espectáculo fascinante, aunque desde luego nada fácil. No es solo Opera. Hay música contemporánea, ballet, flamenco, hasta cine mudo. Una coreografía rompedora, que en muchos momentos se inspira en los numerosos dibujos que hizo Lorca a lo largo de su vida. Una escenografía que transita desde lo sencillo hasta lo espectacular, con un juego de espejos en el cuarto cuadro de efectos formidables.

En el desarrollo de la opera hay momentos, quizás los mas logrados y desde luego los mas asequibles, de tono flamenco, con la presencia inestimable del gran cantaor Arcángel, de Jesús Méndez, otro gran cantante flamenco, del guitarrista Juan Manuel Cañizares y del percusionista Agustín Diassera. Junto a ellos un excelente equipo de tenores, barítonos y sopranos; unos estupendos bailarines; en el foso el conjunto instrumental “Klangforum Wien”,  24 músicos de diez países, especializados en interpretaciones y creaciones innovadoras y todos ellos dirigidos por el Director de Orquesta Pablo Heras Casado.

La opera, fiel al espíritu y a la letra de la obra de Lorca, es a la vez muy críptica, con escenas profundamente surrealistas y también muy elocuente sobre lo que Lorca quería trasladar. Hay momentos de grandísima belleza, como en el cuadro segundo cuando los dos personajes centrales discuten sobre su conflictiva relación amorosa, mientras una pareja de bailarines la van expresando con su danza. También hay momentos algo más secos, como la actuación en solitario del personaje de Julieta en el tercer cuadro.

Cuando estuvimos viéndola, solo una persona abandonó la sala en medio de la función y algunas más en el entreacto. Los aplausos no fueron apoteósicos ni generalizados, pero mucho mas de lo esperable y  continuados por una parte del público muy entusiasta.

Estoy seguro que a Lorca le hubiera gustado esta opera y este montaje. Aunque por supuesto en los años 30 habría levantado mucha mas incomprensión y rechazo, que en la actualidad. En todo caso, una vez más, hay que reconocer las apuestas tan atrevidas y tan necesarias que realizaba Gerard Mortier, sin cuyo impulso una opera como esta nunca se hubiera realizado y estrenado el Teatro Real.




martes, 3 de marzo de 2015

CUANDO DORMIAMOS EN CASA DE UN CAMARADA



En los primeros años de  la democracia, viajé mucho trabajando para CCOO por toda España. Dormí en muchas casas de dirigentes de CCOO a lo largo de todo el país, en algunas de ellas repetidas veces. En la de Manel en Vigo, la de Manolo Ruano en Logroño, la de Lorenzo Barón en Zaragoza, la de Teto en Santander, la de Juan Pérez en Jerez, la de Laura en Oviedo, la de Ángel Cristóbal en Valladolid, la de Cabezali en las afueras de Cáceres….y por supuesto en la casa de Alberto Fina y Montserrat Aviles en Barcelona.

En aquellos tiempos de muy peores condiciones de transporte, casi todas las actividades fuera de Madrid requerían quedarse a dormir al menos una noche. Cada vez que se organizaba un viaje el tema de donde dormir se resolvía siempre de la misma forma, “en casa de algún camarada”. Nunca se iba a hoteles, siempre había camaradas que ofrecían su casa.

Tengo que aclarar que en esa época casi todos los cuadros sindicales de CCOO éramos del PCE, eso sí en sus diversas facciones, mas o menos bien avenidas. Pero la raya era entre los que “éramos” y los que “no eran”, aunque había algunos dirigentes, como Petri de Murcia que sin ser camarada, todos sabíamos que votaba al PCE, así que casi como si lo fuera; y estaban, claro, los compañeros que procedían de organizaciones izquierdistas, que con todo cariño los considerábamos aparte.

La casa llevaba aparejada casi siempre la cena y el desayuno a costa del camarada y sobre todo de su mujer que era la que lo trabajaba. Con frecuencia nos tomábamos unas cañas o unas copas antes o después de cenar y siempre nos llevaban a un bar o a un Pub o de un camarada o de un simpatizante o donde trabajaban gente nuestra. Todo baratito.

El transporte ya era otra cosa. Lo normal era ir en tu coche y el sindicato te pagaba más o menos una peseta por kilómetro hecho. En los viajes muy largos, Cádiz, Barcelona, Vigo, Santiago…íbamos por la noche en una litera. Lógicamente llegabas machacado al destino, pero siempre al camarada que había ido a recogerte a la estación, te acogía sonriente  y te invitaba a un estupendo desayuno con churros, mientras te iba poniendo en antecedentes de cómo andaban por allí las cosas.

Desde luego eran otros tiempos, en lo que la militancia sindical en CCOO era una prolongación coherente de la militancia política comunista.

Mas tarde entramos en la Unión Europea. Y las cosas empezaron a cambiar algo. A Bruselas lógicamente ya íbamos en avión, dormíamos en hoteles, normalitos de tres estrellas en el Adolphe Max Boulevard y nos daban una dieta para comer, que venia justita para forrarse de mejillones, una sopa, una cerveza de abadía y ya.

Pasaron los años. Yo estuve un tiempo fuera del trabajo en el Sindicato y cuando volví en el año 2000 las cosas habían cambiado bastante más. Cambió el país, cambió el sindicato, cambiamos nosotros y encima se disolvió aquel PCE que todos habíamos conocido y querido.

Ya no había casas de camaradas a donde ir a dormir. Ni noches  en litera, ni cenas ni desayunos en compañía del camarada y su mujer. Todo era más confortable. España, en general, era más confortable y sonaba lógico que nosotros no fuéramos de místicos sufridores por la vida.

Pero algunas cosas se han ido complicando y oscureciendo en los últimos años.

Ahora he escuchado algunas opiniones que me han sorprendido, sobre la necesidad de que los cuadros sindicales no pierdan el status económico o las posibilidades de promoción profesional cuando se liberan y pasan a trabajar íntegramente para el sindicato. O  cuando se dice que esa garantía de status es la mejor forma de atraer al sindicato a gente valiosa que necesitamos y que de otra forma quizás no vendrían. Bueno, es una manera de ver las cosas. Pero, p.e., si los abogados laboralistas que en 1977 decidimos trabajar en CCOO nos hubiéramos planteado esa exigencia ¿que hubiera pasado?

Desde luego no soy quien para reprochar a mis compañeros otras formas de lograr la presencia de cuadros valiosos, que son  distintas a la mera apelación al espíritu militante. Pero uno a veces se pregunta ¿a dónde vamos a llegar por este camino?

Es muy posible que nos falte ese “elan vital” del que hablaba el filósofo francés Henri Bergson. Un impulso que solo se puede dar si tienes una ideología alternativa al modelo social existente. Esa ideología que nutrió desde finales del siglo XIX a los sindicatos, fueran anarquistas, socialistas o después comunistas y que daba sentido al esfuerzo, el sacrificio y las luchas de generaciones de activistas sindicales.

El mundo ha cambiado y mientras la derecha sigue respirando con sus fundamentos ideológicos, más o menos renovados o puestos al día, nosotros nos hemos quedado desnudos en medio de la calle: sin comunismo, sin anarquismo y con una socialdemocracia casi en ruinas y eso inevitablemente afecta y mucho a la militancia sindical, sin que nadie este pidiendo la vuelta del sindicalismo al ordeno y mando desde el Comité Central.

Es verdad que CCOO en estos mismos días ha aprobado un Código de conducta ético y de buenas practicas. Es un paso imprescindible e importante, aunque no sé si será suficiente.

Es muy posible que yo ya haya entrado en la categoría de dinosaurio, pero sigo pensando que el sistema de la casa del camarada era mejor que el de ahora, aunque ya casi no queden camaradas, al menos en activo.