miércoles, 28 de diciembre de 2016

¿QUE PASA EN PODEMOS?


En las ultimas semanas los medios de comunicación han prestado mucho más atención a los conflictos internos de PODEMOS que a sus iniciativas y posicionamientos políticos, motivos no han faltado. En algún momento pudiera parecer que este partido esta abocado a una crisis general con resultados imprevisibles.

¿Qué pasa en PODEMOS?

Lo primero que hay que tener en cuenta para hacer un análisis riguroso de su situación, es que estamos ante un proyecto político sin  ningún antecedente en la historia de nuestro país y pocos en la historia de las democracias. Los partidos que podríamos denominar tradicionales experimentaron un proceso de conformación a partir de una identidad ideológica común muy definida, que marcaba sus contornos y daba una cierta solidez a su funcionamiento: los socialistas, los comunistas, las diversas expresiones de la derecha, los nacionalistas, etc. Nada de eso ha ocurrido en el nacimiento de PODEMOS.

Este jovencísimo partido se ha ido gestando a partir de un núcleo reducido de politólogos, activistas sociales y antiguos militantes de la izquierda alternativa; estimulados por la experiencia del 15-M y las mareas de los años 2012 y 2013 y con una única, aunque importante argamasa política: su nítida oposición al actual stablishment político (la casta) y su identificación genérica con los derechos sociales de la ciudadanía.

Como es conocido rápidamente se fueron sumando muchísimas personas, unas desencantadas con la izquierda tradicional, incluida IU, y otras ilusionadas ante un movimiento joven e innovador. Entre los miles y miles de hombres y mujeres que se unieron a PODEMOS, con diversos niveles de compromiso y actividad, había exmilitantes de IU y del PCE, del PSOE, de Equo, del nacionalismo de izquierdas, anarquistas, trotskistas, ecologistas, izquierdistas de diversa procedencia, activistas sociales sin clara adscripción ideológica y otra muchísima gente sin previa militancia política o social, incluso personas que podríamos considerar situadas en el centro del espectro político, hartas de la corrupción de los partidos de la derecha.

Con una base de afiliados o simpatizantes tan plural, es prácticamente imposible en un breve espacio de 2-3 años lograr una cierta cohesión política y menos aun ideológica. En las reuniones en las que he participado, que en principio son de personas con un nivel intelectual y socioeconómico medio-alto, he escuchado todo tipo de argumentos, desde posiciones socialdemócratas hasta anarquistas, desde ecologistas a anticomunistas, pasando por una gama muy amplia.

Todo ello hace extremadamente difícil caminar unidos en una sola dirección, al menos en el corto plazo. Y así en cuanto PODEMOS ha entrado en la arena política municipal, autonómica y sobre todo estatal, han comenzado a surgir notables diferencias ante las cuestiones políticas que iban surgiendo. Lo que esta ocurriendo en los principales ayuntamientos con presencia de PODEMOS es elocuente: cuesta poner de acuerdo a los propios, para ir después a confrontar o negociar con la oposición, lo que sin duda ralentiza bastante la capacidad de actuación de los equipos gobernantes.

No acaban aquí las dificultades. Buena parte de PODEMOS no es exactamente PODEMOS, sino aliados de las Comunidades Autónomas con fuerte arraigo del nacionalismo; aliados que a su vez tampoco son homogéneos.

Que duda cabe que la diversidad y pluralidad ideológica y política es un gran valor para un partido innovador como es PODEMOS y es buena cuidarla, pero no es fácil y requiere una gran capacidad de respeto y consenso internos. En este sentido hay un aspecto en el partido que me gustaría resaltar, porque creo que no facilita las cosas. Una parte de la base de PODEMOS son activistas poco dados a la transacción, a la negociación. Luchadores del todo o nada, que no han desarrollado una cultura del pacto con el oponente. Y esa actitud, que podríamos calificar como intransigente, se reproduce también en la vida interna del partido. A menudo algunos y algunas me dejan sorprendido por la dureza de sus criticas a los que en el interno no piensan como ello;  me recuerdan a los peores momentos que viví en 1981 en la nefasta crisis del PCE que acabó destrozando este gran partido por la intolerancia que tuvimos unos con otros.

Y hay una última cuestión a tener en cuenta. La comunicación política interna en PODEMOS es intensísima, pero muy condicionada al funcionamiento en redes, twitters, telegram, wasap, etc. con lo que ello supone de condensar mensajes, de no desarrollar las ideas, de saltarse los matices e ir a la brocha gorda. Inevitablemente estos procedimientos, que tienen la virtud de la agilidad, transversalidad, participación, etc., en situaciones de conflicto interno no facilitan el acercamiento sino todo lo contrario.

Por tanto, no podemos pedir ni esperar que un proyecto político tan nuevo, tan complejo y diverso se consolide y funcione como un reloj en 2 o 3 años. Seria irreal. PODEMOS necesita tiempo para ir fraguando esa amalgama y cuando digo tiempo, digo años.

A partir de esta realidad lograremos entender mejor las tensiones internas del partido que son de índole política y también organizativa y que van más de allá de esa simplificación de estar ante sectores mas moderados o menos, mas o menos proclives a pactar con los socialistas o, en lo que se refiere al modelo organizativo, quienes son mas favorables hacia un tipo mas vertical, en la tradición comunista o socialista, y quienes prefieren un partido mas horizontal y descentralizado.

Lo que es indudable es que hay notables diferencias que atraviesan toda la organización y no solo la cúspide dirigente, que han ido surgiendo paulatinamente en la medida en que ha habido que pronunciarse o actuar en las instituciones políticas. Diferencias que aunque en la organización de Madrid son mucho más visibles, también afectan a las demás organizaciones territoriales. Y era previsible que en cuanto PODEMOS se implicase en políticas concretas, iba a perder afiliados o simpatizantes, para entendernos, por su derecha y por su izquierda.

La posición ante la propuesta de investidura de Pedro Sánchez, las negociaciones con los socialistas tras el 26 de junio para intentar formar un gobierno de progreso, los amagos de dejar caer al PSOE en algunas Comunidades Autónomas en que gobiernan con los votos de PODEMOS, las divergencias en algunos Ayuntamientos del cambio, el tipo de relaciones a mantener con IU, determinadas gesticulaciones en el Congreso de los Diputados, los discursos sobre la relación trabajo institucional y acción movilizadora…etc. han puesto de manifiesto distintas posiciones, que se han sintetizando en Iñigo Errejón por un lado y Pablo Iglesias por otro, con el respaldo interesado a este por parte de la minoría “Anticapitalista”.

En el terreno organizativo lo que más llama la atención es la apuesta entre un modelo muy presidencialista, con formulas electorales para elegir la dirección muy sesgadas hacia el sistema mayoritario y un modelo mas horizontal, de mayor distribución de poderes internos y con un sistema electoral estrictamente proporcional, que es lo que defiende Errejón.

¿Estas diferencias son irreversibles? ¿inasumible? ¿insuperables? En mi opinión, no tendrían que serlo, pero pueden llegar a serlo y cada día estamos más en el camino de que lo sean. Desde el insólito cese del Secretario de Organización estatal, Sergio Pascual, por decisión personal de Pablo Iglesias (algo que, como ya escribí hace meses, jamás se le hubiera ocurrido al tan criticado Santiago Carrillo), hasta el sistemático goteo de depuraciones políticas que se esta produciendo del sector identificado como “errejonista” desde la llegada a la Secretaria de Organización de Pablo Echenique, que ha terminado, por el momento, con la depuración política del portavoz parlamentario de Madrid, José Manuel López, persona de prestigio en el campo de la acción social y con un buen trabajo en la Asamblea de Madrid.

Parece vislumbrarse una estrategia por parte de Pablo Iglesias de llegar a la Asamblea Congresual conocida como “Vista Alegre II”, con la mejor correlación de fuerzas posible para él y sus partidarios, máxime teniendo en cuenta lo muy ajustado de su victoria en el referéndum sobre el sistema organizativo para  la citada Asamblea.

Estas diferencias políticas y organizativas, que si hubiera voluntad de negociación y acuerdo podrían acortarse, están contando con la insistente vocación de agitar las aguas por parte del antiguo dirigente Juan Carlos Monedero, que viendo los toros desde la barrera no para de echar leña al fuego, siempre en la misma dirección, contra Errejón.

Como he indicado las tensiones en la base son crecientes, ya hay un cuestionamiento abierto del propio Pablo Iglesias por parte de muchos seguidores de Errejón y viceversa, una animadversión hacia Errejón por los seguidores de Iglesias. Y por experiencia sé que estas heridas son difíciles de cicatrizar. Mientras tanto son miles los que están abandonando la organización, desilusionados o confusos, como bien demuestra la limitada participación en el ultimo referéndum y como se esta constatando día a día en las reuniones de bastantes círculos de base.

Desconozco si será posible una negociación entre las dos grandes corrientes que existen en PODEMOS, que evite la ruptura o la explosión del partido. Sería necesario, mas aun, sería imprescindible.

Nos estamos jugando el futuro de una opción política renovadora, creativa, progresista, atractiva para los jóvenes, aglutinadora de mucha ilusión y esperanza, valladar del crecimiento de la extrema derecha, aliciente para la recuperación del PSOE y la posibilidad de gobiernos de progreso. Si PODEMOS se destruye o se rompe, tendremos gobiernos de la derecha por mucho tiempo.

Estamos a tiempo de evitarlo. 


   

sábado, 24 de diciembre de 2016

Niña Pastori en Navidad - Popurri

FELIZ NAVIDAD!!!

Os deseo a tod@s l@s amig@s de mi pagina de Facebook una Feliz Navidad.
Otros años he colgado villancicos de musica rock, country, de Bob Dylan o cantantes populares norteamericanos. Este año toca flamenco. Y empezamos por la Niña Pastori.
Besos

miércoles, 21 de diciembre de 2016

LEY DE DEPENDENCIA: UN POCO DE HISTORIA PARA ENTENDER MEJOR LO QUE ESTA PASANDO


En estos días se ha estado conmemorando el décimo aniversario de la aprobación de la Ley de atención a la dependencia. El Presidente Rodríguez Zapatero ha tenido un protagonismo especial al respecto. Es lógico, al fin y al cabo fue su gobierno quien presentó el proyecto de ley en el Congreso de los Diputados; iniciativa legislativa de gran trascendencia que vino a cubrir parcialmente un vacío importante en nuestro sistema publico de protección social.

Dicho esto, resultan un tanto maniqueos algunos de los mensajes que se han difundido en torno a la aprobación y aplicación de esta ley. Parece como si todo el merito lo hubiera tenido el gobierno de Rodríguez Zapatero y todos los problemas de su aplicación fueran responsabilidad de los sucesivos recortes (primero del propio Rodríguez Zapatero y sobre todo después por parte del gobierno de Rajoy). Y la realidad no es exactamente así.

Para empezar hay que recordar que fueron los profesionales y responsables políticos y administrativos del INSERSO quienes ya desde la aprobación del Plan Gerontológico en 1991, pusieron de relieve la urgente necesidad de desarrollar un sistema de atención a la dependencia de carácter publico y universal, señalando el retraso que llevaba nuestro país en relación a otros estados con niveles de envejecimiento similares al nuestro.

Durante toda la década de los 90 el INSERSO no paró de realizar estudios, jornadas, seminarios, publicaciones, etc. en torno a la dependencia, contando, entre otros, con el inestimable apoyo científico del Pr. Gregorio Rodríguez Cabrero. Incluso a mediados de esa década se elaboró un proyecto de ley. Los esfuerzos de los profesionales y responsables del INSERSO no obtuvieron eco alguno ni en los dos últimos gobiernos de Felipe González, ni en el primero de José María Aznar. Es verdad que políticos como Matilde Fernández, Amalia Gómez y Manuel Pimentel compartieron la opinión del INSERSO, pero se encontraron con la negativa de los respectivos Ministros de Economía y Hacienda, asustados por los costes que ello podría tener.

La campaña del INSERSO no cayó en saco roto. Las organizaciones de personas con discapacidad (en especial el CERMI), las de pensionistas (con el Consejo Estatal de Mayores) y cada vez un mayor numero de expertos y profesionales (Colegio de Psicologos, Consejo de Trabajadores Sociales, etc. empezaron a demandar con insistencia la aprobación de un sistema de dependencia.

Los sindicatos y sobre todo CCOO, desde el principio del siglo XXI asumieron la atención a la dependencia como un objetivo fundamental de la política social. Incluso CCOO presentó una propuesta legal al respecto. El acuerdo suscrito con el segundo gobierno de Aznar en abril del 2001, contemplaba por primera vez el compromiso de negociar una ley. No se cumplió.

Los sindicatos, las ONGs, expertos y profesionales, también organizaciones feministas, siguieron dando la batalla, logrando que en las elecciones del 2004 todos los partidos recogieran ese compromiso en sus programas. Aun y así, el nuevo gobierno de Rodríguez Zapatero al principio fue bastante renuente. Afortunadamente en el IMSERSO, tras cuatro años de degradación, de nuevo volvieron las posiciones progresistas a presionar. Por fin, en el año 2005 se abrió una mesa de negociación con los sindicatos, la patronal y el gobierno.

Las negociaciones no fueron fáciles. La patronal no estaba por la labor de establecer un sistema público y universal de atención a la dependencia. El gobierno estuvo muy titubeante. Y a los sindicatos la conjunción gobierno-patronal (ayudados desde fuera de la negociación por los partidos nacionalistas y bastantes responsables de las Comunidades Autónomas) nos metió un tremendo gol al excluir la dependencia del ámbito de la Seguridad Social, como pedíamos una desde los profesionales del IMSERSO hasta los expertos pasando por las ONGs. En mi opinión los Sindicatos no fuimos lo suficientemente firmes al respecto. Y era un tema crucial, ya que de ello dependía la garantía de financiación suficiente y estable.

La negociación terminó con un Acuerdo de las tres partes, que si bien estaba un tanto desvaído en temas cruciales, permitía preparar un buen proyecto de ley y también favorecer el apoyo del PP.

El proyecto de ley supuso un avance sobre el Acuerdo tripartito, pero mantenía serios interrogantes en cuanto a la financiación, al carácter universal y gratuito del derecho, en relación a la oferta de servicios, la coordinación sociosanitaria, el papel de la iniciativa privada, etc. La tramitación parlamentaria fue igualmente conflictiva. Con los nacionalistas amenazando con futuros recursos de inconstitucionalidad, las Comunidades Autónomas poniendo pegas, la patronal del sector de servicios sociales quejándose, etc. y el Ministerio de Trabajo vacilando mas de lo necesario. Afortunadamente hubo significativos respaldos para tirar hacia delante. Además de los responsables del IMSERSO (que por cierto “engañaron” al área económica del gobierno presentando una memoria económica del proyecto de ley bastante inferior a los datos reales, para que “colase” con más facilidad), de los Sindicatos y del CERMI, hay que resaltar el apoyo firme de muchas diputadas socialistas, de l@s parlamentari@s de IU-ICV y también de ERC (que en esta ocasión dio prioridad de la mano de Joan Tarda a la cuestión social sobre la identitaria).

Algunos pusimos de relieve que la ley encerraba sensibles carencias y sobre todo ambigüedades que iban a hacer difícil su adecuado desarrollo. Lamentablemente el tiempo nos ha dado la razón.

Por tanto la ley, siendo sin duda un avance muy considerable, nació con notables limitaciones. Lo que no sabíamos cuando se aprobó la ley, es que esta iba a ser una de las primeras victimas de la política de recortes. ¡Tantos años esperando la ley y cuando se aprueba coincide con el inicio de la crisis!  

Sus carencias y ambigüedades fueron un perfecto caldo de cultivo para pasar la cuchilla y realizar sucesivos recortes. Las propias insuficiencias históricas de los servicios sociales de nuestro país hubieran exigido un esfuerzo adicional y paralelo en el impulso de los servicios sociales y ha sido al revés, la escasa financiación de la dependencia encima ha drenado los insuficientes recursos de servicios sociales.

Dos apostillas finales. La responsabilidad de la desfiguración de la ley de dependencia no es solo de los gobiernos de España (Rodríguez Zapatero y sobre todo Rajoy), es también en gran medida responsabilidad de la poca voluntad política de la inmensa mayoría de los gobiernos autonómicos, incluidos los del PSOE y muy en especial Andalucía, Canarias y Murcia. Así que alguna presidenta autonómica debería echarse menos flores al respecto y mirar los datos reales de la situación en su autonomía.

Por último, reflotar la ley de dependencia no es imposible o inviable. Requiere menos del 1% del PIB y en relación con el gasto actual, en torno a 5.000 millones adicionales. Por supuesto que es dinero, no voy a hacer demagogia frívola, pero es perfectamente asumible por el conjunto de las Administraciones Públicas, máxime teniendo en cuenta los inmediatos efectos que tendría en la creación de de decenas de miles de empleos estables y por tanto en un retorno parcial a las arcas públicas en forma de impuestos y cotizaciones.

En definitiva, menos celebraciones y mas compromisos concretos de TODAS las Administraciones Públicas para desarrollar el sistema de atención a la dependencia que necesita nuestra sociedad.


miércoles, 14 de diciembre de 2016

GOBIERNO DE COALICION EN EL PAIS VASCO. UN CONTRAPUNTO MUY POSITIVO


En medio de tantas y diversas malas noticias de las últimas semanas, también hay alguna buena y que no ha tenido el adecuado relieve en los medios de comunicación, como es el gobierno de coalición PNV-PSE en el País Vasco. Aunque algunos lo han recibido con reticencias más o menos explicitas, se mire por donde se mire es un acuerdo enormemente positivo y que refleja la madurez y sensatez de las dos fuerzas políticas que lo han firmado, el nacionalismo moderado y los socialistas vascos.

Tal y como están la situación política en Cataluña y el inmovilismo del gobierno del PP, lo único que nos faltaba es que en el País Vasco se provocara una escalada de conflictividad política similar. Afortunadamente se ha evitado.

Algunos podrán pensar que no había más remedio que el pacto PNV-PSE. Pero no es cierto. Iñigo Urkullu podía haber buscado un apoyo externo o de gobierno con  Bildu, desde luego nada fácil de conseguir y de mantener, pero ese fue el camino que siguió el nacionalismo burgués catalán de Convergencia y por el momento ahí están gobernando con el respaldo de la CUP, que tiene aspectos muy similares a Bildu. También podrían haber apañado un acuerdo puntual de investidura (mas fácil de conseguir con la legislación vasca que con la catalana y española) y después gobernar con acuerdos puntuales con unos o con otros, incluidos el PP y Podemos.

La opción de Urkullu desde el primer momento ha sido el pacto con los socialistas, lo que dice mucho de su inteligencia política y su perfil moderado. Este acuerdo de gobierno conlleva la vía constitucional para profundizar en la autonomía vasca, con la posible reforma del Estatuto de Gernika y de la propia Constitución española. Por supuesto que el PNV no renuncia a su carácter nacionalista y a su objetivo final de avanzar hacia la independencia, no son autonomistas (al menos la mayoría de ellos), son nacionalistas. Pero no es lo mismo asumir la vía constitucional que saltársela como ha hecho el nacionalismo catalán.   

El PNV sin duda corre riesgos con este gobierno de coalición, ya que si no obtiene en la presente legislatura algunos resultados positivos en la profundización autonómica, Bildu podría rentabilizar el descontento que se pudiera generar en sectores de votantes del PNV. Riesgos que se acrecientan teniendo al PP en el gobierno de España. Pero Urkullu cuenta con la madurez y sensatez política de sus socios de gobierno, como bien lo demostraron en los años 80 y 90 con los anteriores gobiernos de coalición con Ardanza (1986-1998), que aunque terminaron de forma un tanto abrupta (cuando en ambos partidos se impusieron los sectores mas radicales, Ibarretxe y Redondo Terreros), permitió los más importantes avances sociales y de modernización del País Vasco.

Urkullu ha señalado que su máxima prioridad es el empleo y la consolidación de la recuperación económica del País Vasco; con ello el lendakari demuestra que ante todo piensa en la ciudadanía, de nuevo nada que ver con el gobierno de los nacionalistas catalanes, sumido entre promesas idílicas y practicas neoliberales.

Las propias declaraciones de Urkullu reconociendo que “en un mundo globalizado la independencia es prácticamente imposible”, aun siendo una obviedad, es muy duro asumirlo así para un político nacionalista.

El acuerdo es un modelo de inteligencia política. Concreta las medidas económicas, sociales, administrativas, políticas, etc. que piensa afrontar el gobierno de coalición y deja a la libertad de ambas partes las cuestiones de carácter identitario, donde es evidente que los dos partidos tienen posiciones diferentes. 

Para el PSE-PSOE lograr este pacto en medio de la gravísima crisis que viven los socialistas españoles, demuestra en primer lugar que a pesar de los pesares, los socialistas y desde luego los vascos, acumulan una intensa experiencia política y que están muy lejos de tener el encefalograma plano, no en balde algunos de los mas sólidos políticos del PSOE, se compartan o no sus posiciones, han sido o son vascos.

Los socialistas vascos han sido responsables, inteligentes y sobre todo audaces. Muchos de ellos, de la anterior generación, salieron mas o menos escaldados de la experiencia de los gobiernos de coalición con el PNV, ya que a pesar de que gracias a ellos salieron adelante, como ya he indicado, medidas claramente positivas, como p.e. el desarrollo del modélico Sistema de Salud o la Rentas de Inserción, sin embargo fueron capitalizadas en buena medida por los nacionalistas.

Ese riesgo puede repetirse, dada la presencia bastante minoritaria en el conjunto del nuevo gobierno, 3 consejerias de 10. Pero los socialistas han preferido afrontarlo, ante un riesgo aun mucho mayor como hubiera sido un gobierno estrictamente nacionalista que seguramente se hubiera escorado a actitudes de independentismo conflictivo.

Por ello los socialistas vascos tienen que conseguir en el gobierno claros avances sociales y en materia de empleo, que les permitan resistir las criticas que van a sufrir desde PODEMOS e ir recuperando una parte del espacio que han perdido en la sociedad vasca en los últimos años.

Ahora están por ver las relaciones entre el nuevo gobierno de coalición y el gobierno de Rajoy, que no estará especialmente interesado en facilitar las cosas. La reforma del Estatuto de Gernika, la terminacion de la Y Vasca del AVE, la flexibilización de la política penitenciaria y por supuesto determinadas reformas en nuestra Constitución, son cuestiones esenciales que exigen un amplio consenso político.

El gobierno vasco puede y debe encontrar importantes aliados en el Congreso de los Diputados, en primer lugar en el grupo socialista y en segundo lugar en PODEMOS y sus aliados, sin descartar llegar a algún acuerdo puntual con Ciudadanos y con el PP.

Que se consolide y tenga éxito el gobierno de coalición vasco yo me atrevería a decir que es una Cuestión de Estado, nos interesa a todos y puede ser un factor positivo para reconducir la situación en Cataluña. El PNV y el PSE han hecho un buen trabajo, ahora nos toca a los demás apoyar para que dé todos sus frutos.

Un ultimo apunte, buena parte del logro de este acuerdo hay que atribuirselo a la Secretaria General de los socialistas vascas, una valiosa dirigente política cuya trayectoria habrá que seguir con interés.


martes, 6 de diciembre de 2016

"BLUE & LONESOME": ¡VAYA DISCAZO DE THE ROLLING STONES!


Lo advierto desde ya: no soy objetivo con los Rolling Stones. De los tres primeros eps que me compró mi padre en 1964 de música rock, uno era de ellos (Carol/Tell me/Now i got a witness/I´m king bee). Una de las experiencias más exultantes de mi vida fue asistir a su concierto en el estadio Calderón el 7 de julio de 1982. Sus  primeros discos fueron sensacionales y “Aftermath” uno de los 10 mejores de la década de los 60.

Ahora convertidos en cuarteto, con 69 años Ronnie Wood, 73 Mike Jagger y Keith Richards y 75 Charlie Watts, lanzan un potentísimo disco de blues rock.

Después de haberlo saboreado tengo dos sentimientos contradictorios.

Por una parte, reconocer, por enésima vez, lo buenos que fueron los bluesman de los años 40, 50 y 60. Aunque a veces se copiaban unos a otros, con versiones que cambiaban algunas estrofas o melodías, y a menudo se apropiaban de viejas canciones de los trabajadores negros de las plantaciones del sur o de las fábricas del norte, o adaptaban canciones religiosas, su producción artística fue extraordinaria. Escuchar los viejos discos de todos ellos, afortunadamente recuperados en cds, bastantes de ellos remasterizados y casi todos disponibles en la red, resulta una delicia muy recomendable.

No es de extrañar que las grandes figuras de los primeros años del  rock  and roll norteamericano incluyeran los blues como parte esencial de su repertorio. Lo que también hicieron algunos años después los grupos británicos, empezando por John Mayall, los Rolling, los Animals, los Yardbirds, los Manfred Mann, los Spencer Davis Group e incluso los mismísimos Beatles (que algún blues cantaron, eso sí en versión algo dulcificada).

Pero en definitiva así como hay quien dice que nadie canta Dylan como Dylan, tendríamos que admitir que nadie canta y toca blues como los clásicos bluesman.

El segundo sentimiento es aplaudir el valor que le han echado Mike, Keith, Charlie y Ronnie, para sacar a estas alturas de su larguísima trayectoria musical un disco exclusivamente de versiones de blues, mas aun cuando se trata de canciones muy poco conocidas y no especialmente comerciales. Es como si hubieran dicho “y ahora hacemos este disco porque nos apetece demostrar que todavía podemos y sabemos hacer blues”. Era un riesgo meterse en esta aventura. No es un disco fácil, ni pegadizo, que puede sufrir odiosas comparaciones   no ya con las versiones de los bluesman originales, sino incluso con los blues que grabaron en sus primeros años los propios Rolling. Podían tener malas ventas y malas críticas (y algunas de estas críticas feroces ya se han producido, incluso en nuestro país). Pero los Rolling, como Bob Dylan (cuando versionea a Sinatra o canta villancicos), ya no tienen que demostrar nada y hacen muy bien en grabar lo que les pida el cuerpo.

Dicho todo esto ¿cómo es el disco? En mi opinión es un disco apabullante, de sonido sólido, no en balde el productor es el muy curtido Don Was. El mejor que han grabado en los ultimos 35 años. Es un disco corto, tan solo 12 canciones y 42 minutos y medio. Con un claro protagonismo de Mick Jagger, única voz y armónica, pero con unas magnificas guitarras de Wood y Richards que junto a la batería de Watts ofrecen ese acompañamiento poderoso, que en ningún momento pierde fuerza.   
  
El repertorio es de grandes músicos, no todos muy conocidos fuera de los ámbitos amantes del blues: Little Walter, Willie Dixon, Memphis Slim, Howlin Wolf, Buddy Johnson, Eddie Taylor, Jimmy Reed, Magic Sam…, pero como ya he indicado no se trata de standars o canciones conocidas. Jagger y los suyos han preferido buscar sustancia antes que caminos trillados.

Y también hay que decir que los cuatro Rolling han contado con la ayuda de buenos y veteranos músicos de estudio como Darryl Jones al bajo, Chuck Lewell a los teclados, M. Clifford a los teclados, Jim Keltner a la batería y…..la guitarra de Eric Clapton en dos canciones.

Ya veremos que resultados de ventas tienen, pero estoy convencido de que muchísimos seguidores de los Rolling estarán entusiasmados con este discazo, sobre todo cuando las grabaciones del grupo en lo que llevamos de siglo XXI no han sido precisamente brillantes.

¡Enhorabuena Mick, Keith, Charlie y Ronnie! ¡Estais en plena forma!




sábado, 3 de diciembre de 2016

"LOS FAUVES" : UNA MAGNIFICA EXPOSICION DE PINTURA


Madrid cada vez tiene una mayor oferta para los amantes de la pintura. Desde hace unas semanas la Sala de exposiciones en el Paseo de Recoletos de la Fundación MAPFRE, alberga una formidable exposición de “LOS FAUVES”, movimiento pictórico vanguardista de los primeros años del siglo XX en Francia.

“El fauvismo” lo conformaron pintores jóvenes franceses de finales del siglo XIX y principios del XX, algunos de los cuales llegaron a tener grandisima fama como Henri Matisse, Georges Rouault o Andre Derain. Su característica fundamental fue la de utilizar colores puros, influidos por los últimos años de Van Gogh, Cezanne y Gauguin. Pero acentuando la fuerza del color y con una nítida presencia de la claridad de los paisajes de la costa mediterránea francesa.

Su presentación como colectivo tuvo lugar en una exposición en el Salón de Otoño de Paris en el año 1905, que provocó un gran revuelo y por la que fueron calificados por algunos críticos como “fieras”, es decir “fauves”.

El grupo, del que también formaban parte Albert Marquet, Jean Puy, Henri Manguin, Charles Camoin y Maurice de Vlaminck, no solo compartían estilo pictórico afín, sino que eran además buenos amigos, como bien se refleja en los retratos que se hicieron unos a otros, varios de los cuales están en la referida exposición.

Poco después se sumaron otros tres pintores, Raoul Dufy, Georges Braque y Othon Friesz, que intensificaron más la utilización de colores de gran fuerza.

Curiosamente “el fauvismo” duró muy poco, y ya a finales de la primera década del siglo XX la mayoría de sus miembros habían evolucionado hacia derroteros diferentes, en unos casos suavizando su estilo, potenciando el dibujo sobre la intensidad del color, otros incorporándose al naciente cubismo, al expresionismo, etc.

La exposición es muy amplia y da una idea muy acabada de lo que representó “el fauvismo”, con la ventaja de ofrecernos maravillosos cuadros de pintores poco conocidos en España. El subtitulo de la exposición es “La pasión por el color” y no puede ser mas adecuado, basta con contemplar los cuadros de Vlaminck o las visiones de Londres realizadas por Derain.

La exposición esta muy bien diseñada y explicada y la única pega, como siempre, es que hay que evitar ir en horas de mucha afluencia, para poder disfrutar mejor de estos preciosos cuadros y acuarelas (por cierto hay unas acuarelas de Matisse formidables).

La exposición estará abierta hasta el 29 de de enero y nadie debería perdérsela. Salí de la misma pensando que me llevaría a mi casa la mayoría de los cuadros colgados, ya que los disfrutaría viéndolos todos los días.



lunes, 28 de noviembre de 2016

Y EN ESO LLEGO FIDEL


Para los jóvenes de mi generación que queríamos cambiar España, y el mundo, la revolución castrista fue el gran referente y la gran esperanza. Fidel y el Che no tenían punto de comparación con Kruschev, Brezhnev, o los dirigentes de los países del Este, incluido Tito; (Mao-Tse-Tung y Ho-Chi-Minh, a pesar de su heroica trayectoria, nos pillaban muy lejos).

El castrismo, además, nos mandaba un mensaje muy claro: la revolución era posible. Para tantos y tantos que nos decían que en el mundo de la guerra fría no se podía mover ficha y te tenias que aguantar si vivías en el “bloque occidental”, la revolución cubana a 90 millas de Estados Unidos, había demostrado que el tablero sí se podía mover y de qué manera.

Las intervenciones de Fidel y el Che en la ONU, en las reuniones de la Tricontinental, enardecían nuestro espíritu. De Cuba empezaron a llegar muestras de una renovación cultural profunda, desde la revista “Casa de las Américas” fundada por la inolvidable Haydee Santamaría (que conseguíamos de tapadillo en algunas librerías), hasta el nuevo cine y la nueva trova. Los intelectuales y artistas progresistas de todo el mundo pasaron por Cuba y hablaban y no paraban de lo que allí estaba pasando.

Pero la revolución muy pronto se granjeó poderosos enemigos y muy en especial Estados Unidos, donde el gobierno de Kennedy sucumbió a las presiones del exilio de Miami y de la extrema derecha norteamericana.

La ofensiva contrarrevolucionaria que se movió en varios ámbitos, tuvo rápidamente efectos nefastos en la evolución de la propia revolución. Amenazado por Norteamérica, Fidel se apoyó en la Unión Soviética y en los estados del Pacto de Varsovia. Junto a la considerable ayuda económica, material, militar, tecnológica, en la isla desembarcaron centenares de asesores y consejeros soviéticos, que traían en su cabeza sus propias recetas de cómo consolidar la revolución.

Fidel no pudo o no supo evitar esa impregnación de modelo político, económico y cultural procedente del Este de Europa. A ello se sumó la salida masiva camino de Miami de cuadros y profesionales cubanos, de pequeños y medianos empresarios;  buena parte de las clases medias empezaron a dar la espalda y mostrar su hostilidad a la revolución. Algunos grupos políticos y sociales de la burguesía, que en sus inicios se habían sumado a la guerrilla castrista, abandonaron el apoyo. A Fidel solo le quedó la alianza con el Partido Socialista Popular (comunistas), que aunque muy al final se había sumado a la guerrilla, tenía un perfil bastante anquilosado.

El no haber podido o sabido evitar la perdida del apoyo de la mayoría de la clase media, fue muy negativo para la revolución, como años después lo sería para el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende, que precipitó el golpe de Pinochet.

De esta manera la revolución cubana se vio emparedada entre dos bloqueos. El comercial, económico, turístico, financiero de los Estados Unidos y de otros países ferozmente anticomunistas y el bloqueo intelectual, cultural, político, ideológico del bloque soviético.

Miles de jóvenes cubanos fueron a estudiar a los países soviéticos y junto a los indudables conocimientos técnicos que recibieron, también se les adoctrinó en una visión burocrática y estalinista del socialismo.

Cada golpe contra la revolución, y fueron muchos en forma de ataques armados, acciones terroristas e intentos de asesinato del propio Fidel, tuvo como respuesta un cierre de filas. El socialismo que se quería construir en Cuba fue perdiendo su carácter innovador y adquiriendo tintes cada vez más cercanos a la burocratización de los países de la esfera soviética.

La nacionalización generalizada de la economía, iniciativas tan poco meditadas  como la “Zafra de los 10 millones” en 1970, dificultaron el crecimiento económico del país, que cada vez se encontraba mas subsidiado por sus aliados soviéticos y con mayor incapacidad para diversificar su economía.

Empezó el goteo de deserciones de antiguos dirigentes revolucionarios, de amigos y simpatizantes del mundo del arte y de la cultura. El propio Che se lanzó a llevar la revolución a otros países, incomodo con los derroteros que iban tomando las cosas en Cuba.

Fidel nos dio un fuerte disgusto a mucho de sus seguidores cuando en agosto de 1968 aceptó la intervención militar soviética que hundió la primavera de Praga. Ese remedo de socialismo impuesto a la fuerza en Checoslovaquia, no era el que al menos los jóvenes europeos queríamos.

A principios de los años 70 la izquierda nos dividimos en tres posiciones en relación a Cuba. Los incondicionales con la revolución, pasara lo que pasara; los que rompieron con ella, en algunos casos de manera aparatosa y como haciéndose perdonar su antiguo respaldo; y los que mantuvieron una solidaridad crítica. Fidel no llevó muy bien la actitud de esa izquierda solidaria pero crítica, como fue el caso de los propios comunistas españoles o italianos.

Cuba, a pesar de sus evidentes dificultades económicas, dio prioridad a la educación y a la sanidad y a la dignidad de la población mulata y negra, hasta entonces marginada. También, no lo olvidemos, a la solidaridad internacional con los países del Tercer Mundo. Médicos, profesores, enfermeras, ingenieros, militares, etc. pusieron sus conocimientos al servicio de los pueblos de África, Latinoamérica y Asia.

Pero el giro dado a la revolución cubana ya no se pudo corregir hasta muchos años después, con la caída del bloque soviético y la paulatina desaparición de su ayuda. Cambiar la dinámica de tres décadas no era tarea fácil y menos aun persistiendo el bloqueo y en el marco de una crisis económica internacional.

En los años 90, con los demócratas en la presidencia de Estados Unidos y los socialistas mayoritarios en casi todos los gobiernos de la Unión Europea, hubiera sido el momento de iniciar un profundo y sostenido cambio. Fidel no lo asumió, ni tampoco la dirección del Partido Comunista Cubano, aunque algunos lo propusieron más o menos abiertamente.

Fidel estuvo al frente del país casi 50 años, algo realmente difícil de aceptar desde una mentalidad de izquierdas y cuando enfermó, dejó el poder pero le pasó las riendas a su hermano, iniciativa también difícil de asumir.

El legado de Fidel esta repleto de claroscuros. No lo tuvo nada fácil. Estuvo en el ojo del huracán de la guerra fría. No se resignó a vivir como un acomodado abogado burgués; terminó con la corrupción institucionalizada de la dictadura de Batista y con la dominación de las mafias norteamericanas. Devolvió la esperanza a un continente de que era posible otro tipo de sociedad, incluso en el patio trasero de Norteamérica. Pero sus únicos e inevitables aliados le dieron el abrazo del oso y asfixiaron la revolución.


Es el pueblo cubano quien en definitiva tendrá que valorar todo lo que les aportó Fidel y todo lo que se frustró, por los condicionantes diversos,  a lo largo de sus casi seis décadas de presencia.  

miércoles, 23 de noviembre de 2016

MI TIO DARIO MARAVALL


En el largo pasillo de su casa tenía unas estanterías metálicas donde guardaba los libros que iba publicando. El que más me llamaba la atención era uno que se llamaba “Filosofía de las matemáticas”. No me entraba en mi cabeza que se pudiera escribir  sobre eso, precisamente las dos asignaturas que menos me gustaron en el bachillerato.

Así era mi tío Darío. Un ingeniero agrónomo humanista, que cualquier día te sorprendía con una cita de Stalin, de Trotski o de Mao-Tse-Tung. Que sabía miles de anécdotas de la historia, que contaba con un tono mezcla de socarrón y sabio.

Era risueño, simpático, charlatán y muy tragón. Como mi padre. Fumador de puros, como mi padre. Cuando a las nueve y media de la noche cada dos domingos, que venía a mi casa a merendar con la tía Lilis, mis padres nos dejaban entrar a los niños en el cuarto de estar, aquello parecía una taberna de un puerto irlandés. Una espesa nube de humo de cigarros puros lo cubría todo; no se cómo mi madre y mi tía soportaban a aquellos dos maridos fumadores de puros. Todo lo que sobraba de humo faltaba de aperitivos, se lo habían zampado todo o casi todo.

Darío tenía diez años menos que mi padre y también era más joven que su mujer, algo que a los niños nos sorprendía mucho. Se casó con la hermana de mi madre, a los pocos meses de lo que hubieran hecho mis padres. Mi padre se quejaba de que al ser el segundo Maravall ,y sobre todo el segundo valenciano, que entraba en la elegante familia santanderina de mis abuelos maternos, todo le había resultado más fácil. Mi abuela no le puso la proa de forma tan obstinada como lo hizo con el primero de la saga. Y así fuimos 9 primos que teníamos los mismos apellidos desde el principio al final. Dos chicos y siete chicas. Cuando comíamos en casa de mi abuela, el matriarcado era impresionante, en total eran cuatro hombres y trece mujeres. El tío Darío y mi padre lo llevaban razonablemente bien.

Como llevaron razonablemente bien ir haciéndose cada vez mas piadosos, ellos que procedían de una familia de derechas, pero liberales y algo librepensadores, a juzgar por los libros que había en la casa de mis abuelos paternos en Madrid y en Xativa. Pero pudieron más los esfuerzos incansables de sus dos devotas mujeres.   

Lo que no consiguieron fue que bailaran bien y eso que les gustaba mucho. En verano casi todas las noches se iban a bailar a la gran terraza del Hotel Bayren de Gandía. A los niños nos hacía mucha gracia verlos bailar, como si eso ya no fuera propio de personas que ya tenían ¡más de 40 años!

En cambio los maridos lograron que sus elegantes esposas se volvieran “mediterráneas” en la manera de vestir, abandonando las rígidas modas de dos jóvenes “topolinos” de la calle Serrano o de General Mola, que eran donde vivían de solteras.

Mi tío Darío y mi padre fueron muy comilones, aunque lo compensaban por ser tremendamente andarines. Ya de mayores controlaban todas las exposiciones de pintura y saraos culturales que se celebraban en Madrid y se presentaban al cocktail inaugural, poniéndose las botas y algo más. Como se guardaban en los bolsillos sándwiches y otros aperitivos, sus mujeres decidieron hacerles unos dobles bolsillos, para que al menos no trajeran manchados los pantalones.

Lo mejor de todo es que estaban enamoradísimos de sus mujeres. Y cuando llevaban encima una copita, empezaban a piropearlas cada vez más alto y con más desparpajo. Mi madre y mi tía Lilis se morían de vergüenza y supongo que de secreta ilusión.

Al tío Darío le gustaba hablar de política. Como a mi padre y al tío José Antonio, el hermano mayor. Recuerdo las enormes discusiones que se traían cuando quedaban en los años 60 y comentaban “lo mal que estaba la situación”, el eufemismo que utilizaban para referirse al régimen franquista.

En los ultimo años el tío Darío, que había sido crítico con que yo me “metiera en líos” cuando la dictadura, por los disgustos que podía dar a mis padres y las consecuencias que podía tener para mí, me hablaba con frecuencia de que él en la guerra había conocido en Xativa a muchos “comunistas buenos” que salvaron a mucha gente de derechas. Y remachaba la idea, insistiéndome que la La Pasionaria había ayudado a muchas monjas. Era emocionante y tierno en esa manera de decirme que a pesar de los pesares él distinguía entre comunistas y comunistas.

El tío Darío nunca se jubiló ni en la vida ni en el trabajo ni en la simpatía. Por eso vivió más de 93 años. Murió ayer. Con él termina en mi familia toda la generación de mis padres y sobre todo terminan unas personas irrepetibles, llenas de valores, capaces, como decía al principio, de escribir un libro sobre la filosofía de las matemáticas, ser un gran sabio y a la vez una persona sencilla y popular.

Te echaremos de menos tío Darío.   

viernes, 18 de noviembre de 2016

LAS POLITICAS DE TRUMP, SÍ SE PUEDEN PARAR


Ha pasado más de una semana desde la elección de Trump. En estos días han sido frecuentes los artículos de durísimas y merecidas criticas, de incredulidad, de lamentaciones,….etc. Ha llegado el momento de hacernos la pregunta ¿es posible parar a Trump? ¿Frenar sus previsiones de actuación? ¿Obligarle a olvidar su programa y que en todo caso su política afecte lo menos posible a la ciudadanía norteamericana y al conjunto de los pueblos del mundo?

No es una perspectiva fácil, ni rápida, pero puede llegar a ser real.

Ya las calles de Estados Unidos han protagonizado manifestaciones de protesta y también es alentador que los alcaldes de las más importantes ciudades hayan dicho que ellos no se van a prestar a operaciones contra la inmigración. Hasta equipos deportivos se han negado a alojarse en hoteles de Trump. Es un comienzo.

Es posible que el Partido Demócrata y las numerosas y diversas instituciones y organizaciones de derechos humanos norteamericanos empiecen a salir del k.o. en el que les ha sumido la victoria de Trump y a trazar una estrategia para bloquear en la calle y en las instituciones las propuestas de Trump, incluyendo la recuperación de la mayoría en el Congreso y en Senado dentro de dos años. Pero por supuesto la respuesta no puede ser solo del pueblo norteamericano, que no olvidemos esta profundamente fracturado.

La reacción frente a Trump tiene que basarse en trazar amplias, diversas y sólidas alianzas, que desde luego vayan mas allá del estricto ámbito de la izquierda. Es evidente que hay algunos aspectos que no van a hacer fácil ese camino: la escasa presencia activa de la ONU y de sus diversos organismos, la desaparición de hecho de la Internacional Socialista, la fragmentación de los movimientos ecologistas y de izquierdas alternativas, la crisis institucional de la Unión Europea, la caída de importantes gobiernos progresistas como el de Brasil, el ascenso de partidos de extrema derecha, o la tremenda inestabilidad en todo el norte de África y Oriente Medio. Aun y así, es posible ir articulando paulatinamente instrumentos de contención, respuesta y alternativa.

La Unión Europea, su Parlamento y la Comisión, tienen que ser conscientes de que solo una recuperación política y económica del proyecto de construcción de Europa puede hacer frente a las políticas de Trump. Si con la crisis económica, el ascenso de la extrema derecha, el brexit, el terrorismo yihadista y la avalancha de inmigrantes y refugiados, se han puesto de relieve las carencias de la Unión Europea, ahora es el momento de tomar medidas. Trump es un personaje que no atiende a razonamientos lógicos, pero sí a medidas de fuerza políticas y económicas. Y esa fuerza solo será real y efectiva si Europa habla con una sola voz, un solo proyecto y unos intereses comunes. Y la Unión Europea puede lograr apoyos de países democráticos que pueden ser claramente perjudicados por la política de Trump, como India, Brasil, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, México, Chile, Argentina o Colombia.

Reconstruir la Unión Europea, en mi opinión, exige un amplio pacto político de la izquierda alternativa, los verdes, la socialdemocracia, los partidos de centro democrático o de raíz democristiana. Con el apoyo desde fuera de los sindicatos, de las ONGs solidarias, de los empresarios no especulativos o corruptos. Basándonos en los elementos que permitieron el desarrollo de una Europa respetuosa de los derechos humanos, de las instituciones democráticas, de la paz, con políticas de bienestar social. Volver, en las nuevas circunstancias y en el ámbito europeo, al pacto entre las clases trabajadoras y el capital nacional, que permitió a partir de 1945 impulsar la mayor época de prosperidad, justicia social, paz y democracia en nuestros países.

Pero siendo imprescindible una reconstrucción de la Unión Europea, no es suficiente para contener a Trump. Es necesario el apoyo de las Iglesias. Hay una ocasión de oro con la presencia de Francisco al frente de la Iglesia Católica, con su apuesta por una moderada pero clara renovación, por una apuesta por los derechos sociales, por la ecología, por la dignidad de los pobres, emigrantes y refugiados. Con los condicionantes que supone su cargo, el Papa no es el Che Guevara ni siquiera un teólogo de la liberación, Francisco puede ser un freno a las políticas de Trump y un estimulo para los católicos norteamericanos. Y en otros planos quizás menos decisivos, pero no despreciables, están los representantes de las Iglesias protestantes, portavoces del islamismo moderado y no fundamentalista e incluso sectores progresistas judíos.

En tercer lugar el movimiento sindical internacional, a pesar de su compleja composición y funcionamiento y en definitiva su limitada capacidad de actuación, sin embargo tiene igualmente que volcarse en frenar las propuestas de agresión a los derechos sociales que propugna Trump y en especial contribuir a un rechazo de la clase trabajadora norteamericana a la demagogia de Trump. Es una gran ocasión para sacar de su relativo letargo a la Confederación Sindical Internacional.

En cuarto lugar ha llegado el momento de que los movimientos ecologistas y medioambientales superen sus divisiones, su a menudo inoperante apoliticismo, relancen los objetivos de conservación del planeta y se movilicen para defender los acuerdos de la Cumbre de Paris, tan duramente amenazados por Trump.

Las organizaciones feministas y las organizaciones de LGTBI, son conscientes de los retrocesos en derechos y libertades que puede suponer el gobierno de Trump. Pudieron sentirse insatisfechas en Estados Unidos y en el resto del mundo, por la tibieza de las propuestas de Hillary Clinton, pero eso es agua pasada, ahora hay que movilizarse y sumarse a los demás movimientos. Trump y su equipo querría devolvernos al siglo XIX, a la discriminación de la mujer, a la persecución de la población LGTBI y tenemos y podemos impedirlo.

Por su parte la socialdemocracia debe comprender que esta en juego su supervivencia. Los gobiernos de la Tatcher rompieron por la mitad las mejores tradiciones del laborismo, dieron paso al socialiberalismo de Blair y promovieron la decadencia de los partidos socialistas en Europa. Trump puede ser la puntilla para el socialismo democrático en todo el mundo. La Internacional Socialista tiene un enemigo de referencia, al que sí planta cara con decisión, puede ayudar a que levante cabeza.       

Por ultimo están los que podríamos identificar con el mundo de la ciencia, la cultura e incluso el deporte. Trump representa la vuelta al oscurantismo, a la vulgaridad, a la anticultura, basta con oírle un poco. Desde los estudios cinematográficos de Hollywood a los músicos de hiphop, desde Bruce Springsteen o Madonna, desde The Rolling Stones a Susan Sarandon….la critica inteligente, accesible, popular y el rechazo razonado de Trump debe llegar a las pantallas, a los escenarios, a los estadios, a las librerías y bibliotecas, a las giras y conciertos, a las redes sociales.


En definitiva somos una inmensa mayoría los que no queremos las políticas de Trump; se trata de ponernos en marcha, de confluir y al igual que hace ocho años se consiguió el SI SE PUEDE que llevo al primer presidente de color a la Casa Blanca, en los próximos tiempos debemos articular una gran alianza política y social que se marque como objetivo que SI SE PUEDEN PARAR LAS POLITICAS DE TRUMP. No es nada fácil, pero no hay otro camino. 

domingo, 13 de noviembre de 2016

SO LONG LEONARD COHEN


En septiembre de 1969, mi novia de aquel entonces Maye Llopart, que pasaba los veranos perfeccionando su francés en la ciudad de Tours, me trajo dos lps que le había pedido y que en el desierto musical de nuestro pais no tenian visos de ser publicados: el primer disco de LED ZEPPELIN y "Songs from a Room" el segundo lp de LEONARD COHEN, bien distintos pero ambos extraordinarios. Aun los conservo en bastante buen estado, aunque durante mucho tiempo los escuché una y otra vez. Cuarenta años después, en septiembre del 2009 asistí por segunda y ultima vez a un concierto de Cohen, sobre el que escribí un articulo para la pagina web "Caravaneros" y que hoy como modesto homenaje a Cohen, lo vuelvo a reproducir:

LEONARD COHEN: UN CONCIERTO PARA LA HISTORIA 12.9.2009

 En la vida puedes asistir a conciertos normales, buenos, estupendos y muy de vez en cuando a conciertos históricos. El que tuvo lugar el pasado sábado 12 de septiembre en Madrid con Leonard Cohen, sin ninguna exageración se puede considerar como de los históricos.

Es verdad que un músico como Cohen, con la cantidad de maravillosas canciones que ha compuesto, es muy difícil que defraude. Pero un artista tan consagrado, puede sentir la tentación de montar una buena gira, pero sin meterse en muchos berenjenales innovadores, (¿no es así Mike Jagger o Van Morrison?) ms aun si estas a punto de cumplir 75 años, como es el caso.

Tuve la ocasión de verle por primera vez, en el mismo Palacio de los Deportes, hace más de 25 años. Como diría un aficionado a los toros, fue una buena faena de aliño, de la que uno sale contento, pero que no resulta inolvidable.

Lo de anoche, fue otra cosa. Para empezar hay que resaltar que, a diferencia de Bob Dylan que en sus conciertos “deconstruye” sus canciones, hasta hacerlas irreconocibles, salvo por las letras, Cohen enriquece las versiones, dándolas una mayor brillantez musical, sacándolas matices maravillosos.

Claro que Leonard se acompaña de una banda sensacional, de la que yo destacaría 3 nombres. Javier Mas, español, un laudista y guitarrista fuera de serie, que nada tiene que envidiar a los grandes laudistas del norte de África, del Líbano, Siria, Turquía o Grecia y que con su maravilloso acompañamiento daba un tono profundamente mediterráneo a muchos de las canciones de Cohen. (Este es un músico al que habrá que seguir y que ya ha hecho entre otros, discos de música mudéjar). Dino Soldo con el acompañamiento de diversos instrumentos de viento, que a su vez introducía aromas de música klezmer. Rafael Gayol un batería “en su punto”, que es como deben ser los buenos baterías, marcando ritmo, dejándose oír con nitidez,  pero sin afán de protagonismo o apuballamiento y que me recordaba al gran Kenneth Buttrey de los grandes discos de Dylan.

Y tres magnificas voces femeninas, una en clave mas soulera y las otras dos en la mas pura esencia del folk tradicional anglosajón. Además un  buen guitarrista, un bajo excelente y un estupendo teclados. ¡Vaya banda! Y hay que decir que son tan buenos y dan tal nueva vida a las canciones, que Leonard los presentó dos veces, (algo inédito para mi) con unos comentarios que reflejaban su reconocimiento y agradecimiento, además hicieron algunos solos, que demostraban su categoría, pero sin ese exhibicionismo que a veces aburre en el caso de muchos instrumentistas cuando quieren hacernos ver lo buenos que son.

¿Y la voz de Cohen? Que queréis que os diga? Que esta mejor que nunca. Que en ningún momento sonaba a cansada, monótona u opaca. Todo lo contrario daba un nuevo brillo a sus interpretaciones.

El concierto, con 20 minutos de descanso, duró casi tres horas y media y pudimos escuchar casi todas sus mejores canciones de una larga carrera, ya que recorrió casi todos sus álbumes.

Para mi gusto la mejor interpretación fue “The partisan”, una de las grandes obras de su segundo lp, que fue una recreación espectacular y emocionante. Tambien hizo grandes interpretaciones de la maravillosas “Sisters of Mercy”, de “Lover, lover, lover”, de “Who by fire”, “So long Marianne”, “Suzanne”, “Everybody knows”, “Dance me to the end of love”, “Aint no cure for love”, “First we take Manhattam”…. Aunque también he de decir que la versión de “Bird on the wire”, no me entusiasmó. Hizo una larga versión, con dos partes, una mas potente instrumentalmente  y otra mas delicada y esta es una canción que solo necesita un sencillo arreglo y acompañamiento, o es que quizás uno tiene fijada y asociada a su vida, la versión original con la que Ángel Álvarez nos lo dio a conocer hace casi 40 años.

El público estaba entregado, sin estridencias pero entregado, yo creo que consciente de que estaba asistiendo un acontecimiento inolvidable. Y Leonard Cohen y el grupo estaban felices viendo la respuesta de los asistentes. Cohen salio ¡¡¡4 veces !!! a dar bises, con nada menos que 10 canciones más y su felicidad se reflejaba en los pases de baile y saltos que daba cada vez que abandonaba el escenario.

Todavía quedan dos conciertos en su gira por España: Barcelona y Bilbao. No creo que queden entradas, pero cualquier amante de nuestra música debería intentarlo y sino hacerse  con el dvd “Live in London 2009”, aunque no se yo si el gran calor del publico español es el mismo que el de los británicos.

En todo caso, y ya fuera del terreno de la música estricta, tras asistir a este inolvidable concierto, en el que Leonard empezaba y a veces continuaba sus canciones de rodillas en el suelo,  uno reflexiona sobre la capacidad de creación y recreación  que puede tener una persona, en este caso un músico, después de casi 50 años haciendo música y poesía, y que tira por la borda todas esas teorías del envejecimiento y de las jubilaciones y prejubilaciones.

A la entrada del concierto una chavala, con pinta de pinup, de unos quince años, me preguntó por quien actuaba. Le contesté que Leonard Cohen. No le sonaba de nada. Le di dos o tres datos y la edad y respondió sorprendida “ si mi abuelo tiene 56 años!!), como si me estuviera refiriendo a un dinosaurio. Ella y los que estaban con ella y sus botellones, se lo pierden o quizás algún día lo descubran sorprendidos por tanta belleza.


sábado, 5 de noviembre de 2016

OBAMA, HILLARY, TRUMP (y NOSOTROS)


Falta ya muy poco para que el pueblo norteamericano tome una decisión de gran trascendencia para ellos y también para nosotros.

Lo que estamos viviendo en las últimas semanas a mucha gente puede resultarle sorprendente: la posibilidad de que gane la presidencia de la primera potencia económica, política, cultural y militar del mundo un personaje como Trump. Al principio parecía una broma macabra, pero no lo es. Y eso que el Partido Republicano ha conseguido llegar a la presidencia de Estados Unidos con candidatos tan increíbles como Richard Nixon, Gerald Ford, los Bush o Ronald Reagan. Trump los deja muy atrás.

¿Cómo es posible?

La izquierda europea tendemos con demasiada frecuencia a demonizar sin más a todo lo que significa Norteamérica, de ahí a llegar a la conclusión de que es normal que un país así elija a Trump hay un paso.

Lo he escrito otras veces e insisto: la sociedad norteamericana es muy diversa y muy compleja. Norteamérica es Einstein, Pete Seeger, Chaplin, Faulkner, Bogart, Eleanor Roosevelt, Dylan, Dashiell Hammett y Lillian Hellman, Leonard Bernstein, Edward Hopper, Andy Warhol, Susan Sarandon, Billie Holiday, Joe Hill, Angela Davis, los “Diez de Hollywood” o la “Brigada Lincoln” y un larguísimo etc. que ocuparía paginas y paginas. Por cierto muchos de ellos de procedencia judía.

Como norteamericanos son los millones de personas que han luchado y luchan por los derechos civiles, contra la discriminación de los inmigrantes, la protección del medio ambiente o las sucesivas intervenciones militares de carácter imperialista o se movilizaron contra el nazismo. Un pais que ha tenido y tiene a miles de jóvenes realizando tareas solidarias y humanitarias por numerosos países del Tercer Mundo.

Una sociedad que ha sido capaz de acoger y de integrar (es cierto que con tensiones y evidentes problemas) a decenas y decenas de millones de extranjeros, irlandeses, italianos, irlandeses, polacos, chinos, latinoamericanos, judíos centroeuropeos…etc. Y que ha llevado a la presidencia de la republica a una personalidad como Barak Obama.

Y esta el “lado oscuro”, igualmente con un gran protagonismo y con fortísimas raíces, muchas de ellas ligadas a la dura y violenta historia de la configuración del estado norteamericano. Una sociedad en la que no olvidemos el canto al individualismo ha estado y esta siempre muy presente, ligado con frecuencia a una desconfianza hacia el papel de lo público y a la “autodefensa”. Y una sociedad en la que las religiones, varias de ellas de carácter muy sectario y ultraconservador, están profundamente arraigadas y ejercen una intensa influencia, no tanto en los poderes públicos (como puede suceder en otras latitudes) sino en la vida cotidiana de la gente y en su configuración ideológica y por tanto en su decisión de voto.

En esa sociedad tan dual, tan fracturada, tanta cabida tiene Obama como Trump.

La desgracia del Partido Demócrata es que no han logrado otra candidatura de la talla de Obama para frenar a Trump.

Hillary Clinton sin duda es un personaje de respetable fuerza y experiencia política, seguramente  mucho mas que su marido. Pero para la ciudadanía del “profundo sur”, representa a los sectores del Este,  urbanos, universitarios, cultos, feministas, algo elitistas, que pueden resultar y resultan altaneros para el común de muchas gentes trabajadoras, agricultores, pequeños comerciantes, etc. de escasa formación, con miedo a los cambios tecnológicos, con inseguridad ante la inmigración, con prejuicios religiosos ante las transformaciones sociales.

Si Hillary triunfa será un nuevo avance del “alma progresista” de Norteamérica; tras la minoría negra, la mayoría de mujeres.Tiene capacidad para ser una buena presidenta, en los márgenes y condiciones en los que naturalmente se mueve la política, interna y externa de Norteamérica. Es moderadamente progresista en materia de derechos civiles y sociales, no es militarista y por supuesto no desandará los cambios de Obama. Aunque desde luego no es de izquierdas.

Hay quien dice que la victoria de Trump no es tan alarmante, porque una vez en la Casa Blanca moderará sus ideas de extremismo fanático y el establishment le obligará a ser razonable. Mejor no arriesgarse a comprobar esa ingenua hipótesis.

Por ultimo una consideración sobre Obama. Hay quien creía que Obama era una especie de Che Guevara afroamericano y ahora se siente decepcionado. Obama ha sido el mejor presidente de Estados Unidos después de Franklin D. Roosevelt. La sociedad norteamericana  y nosotros, le recordaremos por las reformas que hizo, por las medidas de política internacional que impulsó y también por lo que impidió o por lo que no hizo (p.e. mas invasiones militares). Es cierto que no logró algunos de sus objetivos, entre los mas simbólicos el cierre de la cárcel de Guantánamo, pero tampoco podemos olvidar que tuvo en contra de manera activa al Congreso y al Senado y en la sociedad norteamericana, aunque nos resulte sorprendente, funciona relativamente bien la separación de poderes, que en este caso ha perjudicado notablemente a Obama.


Esperemos que triunfe el “lado bueno” de Norteamérica y el miércoles sea presidenta Hillary Clinton.  

lunes, 31 de octubre de 2016

"I, DANIEL BLAKE", EXCELENTE CINE SOCIAL


El director de cine británico Ken Loach sigue en la brecha. Su última película “I, Daniel Blake” es una buena muestra. Después de las magnificas “The Spirit of 45” y “Jimmys Hall”, que se centraban en las luchas sociales del pasado siglo XX en Reino Unido e Irlanda, ha vuelto a la actualidad, tratando los efectos de la crisis y muy en especial los recortes del Estado de Bienestar Social británico.

Dirigida con una aparente frialdad de docudrama, es una durísima radiografía de cómo están funcionando los tradicionales instrumentos de protección a los parados y a los mayores con limitaciones de salud; también de forma colateral la ineficacia de las medidas de apoyo a las familias. Una película que vale por 100 tratados teóricos, reportajes o artículos sobre el ataque al Estado de Bienestar Social protagonizado por los gobiernos neoliberales, aunque no solo por ellos.

En apenas 100 minutos traza un panorama completo: la rigidez y burocracia de los procedimientos de ayuda, las consecuencias de la  privatización de la  gestión de los servicios sociales, la utilización indiscriminada y abusiva de la comunicación informática o telefónica, la insensibilidad del personal, la dramática situación de familias monoparentales desahuciadas, la sobrevenida pobreza absoluta de trabajadores cualificados que pierden el empleo o la salud….

Y también el otro lado: el apoyo mutuo entre personas de características muy distintas pero unidas por la perdida de derechos, la solidaridad de los vecinos, muy en especial los inmigrantes, el papel de redes sociales como los bancos de alimentos, la simpatía de la ciudadanía hacia las personas luchadoras….  

Lo mejor de todo es que esa visión de tantos y tan diversos aspectos de la sociedad capitalista actual no resulta un pastiche, ni su inclusión resulta forzada; están perfectamente integradas las cuestiones en esta panorámica transversal.

Todo o casi todo nos suena muy cercano. Lo único que no encaja con la realidad española, al menos hoy por hoy,  es la tremenda insensibilidad del personal de los servicios sociales y de empleo, privatizados eso sí. Creo y quiero creer que en nuestro país los profesionales de los servicios sociales y de los servicios públicos de empleo, tienen un perfil y una actitud muy distinta, a lo que se refleja en esta película.¡Ojala sigan así siempre!

El guión es magnifico, se evita la demagogia y la sensibilería, la tensión y el interés se mantienen todo el tiempo y los actores son excelentes y muy creíbles.

En definitiva una película muy recomendable.