Se esta diciendo que estos diez días van a ser decisivos para el futuro de la Unión Europea. A uno le recuerda aquel famoso librito que escribió en 1919 John Reed "Diez días que estremecieron al mundo" sobre la revolución bolchevique. Esperemos que este anuncio de grandes acontecimientos no se quede en meras palabras y realmente supongan un cambio cualitativo sobre la situación actual. Por el momento todos son rumores sobre lo que estan cociendo por un lado el dúo Merkel-Sarkozy y por otro la Comisión con Van Rompuy y Durao Barroso. En toda esta gran ebullición hay algo muy positivo: la extendida convicción de que así no se puede seguir. Sarkozy habla de refundar la Unión y Merkel de vincular unión monetaria y unión fiscal. Dos mensajes que a primera vista van en la buena dirección, mas allá de quienes lo proponen.
El peligro seria cuestionar la Unión Europea o la unión monetaria. Volver a los años de la posguerra, pero en un mundo globalizado, donde en poco tiempo Europa y sobre todo el modelo económico y social europeos quedaría en un segundo plano.Triunfaria entonces la idea que tienen los euroescepticos de derechas, pero también algunos de izquierda, que "Europa es el problema", frente a quienes pensamos que "Europa es la solución". Parece que las propuestas van por el camino de que lo que se necesita es mas Europa. La unión fiscal es de una lógica aplastante. No tiene mucho sentido tener una moneda única y no avanzar en la integración económica, y por tanto la fiscal. Como habría que avanzar en la integración de las grandes lineas de las políticas presupuestarias.
A la ciudadania española esto nos vendría muy bien, siempre y cuando la unión fiscal fuera sobre los actuales parámetros fiscales de países como Alemania y Francia, ya que nos permitiría tener un sistema mucho mas progresivo, combatir con mas eficacia el fraude y tener mas recursos públicos para la política social y para mejorar el sistema productivo. La unión fiscal no debe por tanto asustarnos. Como tampoco intensificar otros aspectos de integracion. Si echamos la vista atrás, todo ha ido mejor en España desde que nos integramos en la Unión hace 25 años. Hemos progresado en nivel de vida y protección social, desarrollo de infraestructuras, competitividad empresarial, modernización de la gestión publica, etc. Nos hemos acercado, todavía de forma insuficiente, pero acercado, a los países con mayor calidad de vida, bienestar social y consolidación democrática del mundo.
Es evidente que avanzar en la integracion, refundar la Unión, plantea muchos y dificiles retos a la izquierda política y al sindicalismo de clase. Tendremos que dejar el localismo, pensar sobre todo en clave europea tanto en lo que se refiere a las alternativas y objetivos, las movilizaciones y la integracion organizativa, trazar nuevas alianzas políticas y sociales, etc. En otras palabras disputar la hegemonía social a la derecha y al capital que hoy por hoy nos ganan con creces y tienen mucha mayor capacidad de aglutinarse en defensa de sus intereses y no son tan tiquismiquis como nosotros en materia de pureza ideológica.
Asumamos el reto: SI, queremos mas Europa y pongamonos las pilas, para influir decisivamente en la refundación de Europa.
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