El pasado sábado, a los 82 años, falleció de un paro cardiaco Manuel Casesnoves Soldevila, primer alcalde democrático de Xátiva en la legislatura 1979-1983. Eramos mas que primos. Desde hace mas de 50 años había sido para mi una referencia de primera magnitud. La primera persona de izquierdas que había conocido en mi familia, el primero que había estado en la cárcel. Un hombre que desbordaba humanismo. A pesar de la diferencia de edad, 20 años mas que yo, había una plena conexion vital. Mas aun, era mi conexión con Xátiva, con el mundo Mediterraneo. Cuando en el estado de excepción de 1971, tras la caída de la organización universitaria del PCE de Madrid, fui detenido con Pilar Bravo y después residenciado en Xátiva en la casa de mi tia Adela, madre de Manolo, todas las mañanas iba a trabajar a su farmacia y comprobaba la manera como trataba a la gente, en especial a los trabajadores y agricultores pobres, los vencidos de la guerra, esas gentes que tan bien ha cantado Raimon, que encontraban en una persona que procedía del otro lado, el respeto, la consideración y la solidaridad que la burguesia tradicional setabense les negaba. Manolo era socialista y nacionalista de izquierdas. Yo era comunista. Su hermano Chimo andaba en los aledaños del PC (ml) y cada vez que nos veían hablar, nuestras familias se mosqueaban y motivos tenían.
Manolo me enseño muchas cosas. P.e. las Pasiones de Juan Sebastian Bach, que todas las Semanas Santas escuchaba con fervor. También que se podía ser de izquierdas y de una cofradia, la de la Virgen de la Soledad y ahí andábamos los dos vestidos de nazarenos y llevando a la Virgen que pesaba una barbaridad y luego estabas una semana con las rozaduras en los hombros. Le gustaban The Beatles y los boleros. Y sobre todo le gustaban las paellas.
Hoy día muchos no conocen y otros muchos no recuerdan o no quieren recordar lo que en un pueblo, entonces de 20.000 habitantes, en pleno franquismo, representaba ser cristiano postconciliar, socialista, defensor de los derechos nacionales y culturales del País Valenciano y a la vez pertenecer a una familia de la burguesía local de largas raíces en la sociedad de Xátiva, cuyos padres, que por cierto están en la actualidad en proceso de beatificación, eran muy conocidos y respetados. Cuando Manolo fue detenido, procesado y condenado a la cárcel en los años 60, no es fácil imaginar ahora lo que ello supuso en una localidad donde al control de la comisaría y de la omnipresente guardia civil, que tenia que vigilar a un pequeño puñadito de rojos que se contaban con los dedos de la mano, se unía el rechazo de los que le consideraban un traidor que se había pasado al otro bando. Pero también tuvo el apoyo y el cariño de mucha gente, de trabajadores, de gente pobre y en aquellos años eran la mayoría, que sabían que el farmacéutico de la Plaza del Mercado buscaría la forma de facilitarle las medicinas o de aplazar el cobro de quienes no podían hacer frente a los pagos. Combino perfectamente la caridad cristiana que había aprendido de unos padres siempre generosos y la solidaridad social de su ideología de izquierdas.
Después fue un gran alcalde, como lo fueron muchos de aquellos primeros años de la democracia, preocupados y ocupados por el progreso de sus vecinos y alejados de operaciones especulativas o del dinero fácil. Con el, Játiva volvió a ser Xátiva y recupero un papel importante en el renacimiento de la cultura del pueblo valenciano. Mas tarde se aparto de la primera línea de la actividad política y no se le veía nada satisfecho por la evolución de su partido el PSPV, que tanta cancha estaba dejando a la derecha valenciana. Pero mantuvo su compromiso politico y ademas siguió siendo muy activo en el ámbito cultural, de la solidaridad con la pobreza y la exclusión.
Amante de la música, de la pintura, de la naturaleza, de viajar, siempre encontraba un motivo para convocar a familiares y amigos. Desde sus cumpleaños hasta la presentación de libros de la familia, pasando por el inicio de la beatificación de sus padres o la recelebración de su boda tras 50 años de matrimonio con Finita, que le quiso tanto, a pesar de tenerla en vivo durante los tiempos negros de la dictadura.
Desde hace años todas las mañanas cuando me levanto de la cama tengo enfrente una foto en la que estoy con Manolo y su amigo Raimon, con motivo de su 75 cumpleaños Ahora que tan denostada esta la política y los políticos, hay que decir muy claro que no, que no todos son iguales y un ejemplo de ello fue Manuel Casesnoves. Me siento muy orgulloso de haber disfrutado de su amistad, de su cariño y de su ejemplo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario