No me gustan el tremendismo ni los discursos radicales, ni tampoco ser sistematicamente anti-sistema, pero a veces me resulta difícil. Mientras se suceden las escaramuzas previas a la cumbre de la Unión Europea, en las paginas secundarias de la prensa siguen dándonos bofetadas con la puta realidad. Un día es Caritas que nos repite por enésima y enésima vez que la pobreza y la exclusión social no solo no se reducen sino que se incrementan; ayer fue nada menos que la OCDE, organización izquierdista donde las haya, la que advierte que la desigualdad se esta intensificando en los países desarrollados y entre los mas implicados en ese incremento de la desigualdad España ocupa un destacado y penoso lugar.
Habrá quien piense que en nuestro país eso de la pobreza y la exclusión es un cuento chino; que aquí no hay pobres; que hay vagos y caraduras; que lo de los 8 millones de pobres es un invento de rojos resentidos y curas marxistas infiltrados en Caritas. Pues resulta que no. Que la pobreza existe con nombre y apellidos y sobre todo con genero: femenino. La pobreza y la exclusión son mujeres mayores de 70 años, que viven solas, con mala salud y bajísimas pensiones; son mujeres solas con hijos a cargo; son mujeres que cuidan familiares enfermos, dependientes o con discapacidad; son niños que viven en familias desestructuradas; son adultos con paro de larga duración que han perdido el derecho a las prestaciones; son personas mayores de 50 años expulsados definitivamente del mercado de trabajo; son drogodependientes; alcohólicos gravemente afectados; varios cientos de miles de personas con enfermedades mentales graves; ex-reclusos; inmigrantes; hombres y mujeres ancianos que viven en infraviviendas.....y podíamos seguir. Esta perfectamente cuantificado e identificado en las magnificas memorias de situación que acompañan a los inútiles e ineficaces Planes de Lucha contra la pobreza que los sucesivos gobiernos españoles vienen aprobando tan solo para cumplir formalmente con un mandato de la Unión Europea.
Pero siendo gravisimo que en nuestra rica sociedad española convivamos con tanta pobreza y exclusión, peor es que en los diez años de gran crecimiento económico de nuestro país no se haya reducido ni una décima el porcentaje de la población por debajo del umbral de la pobreza (60% de la renta media), y en cuanto ha llegado la crisis y se ha mantenido su duración, los niveles de pobreza hayan superado el 20% de la población y dentro de ese porcentaje se haya incrementado la pobreza severa situada en torno a los 3 millones de habitantes. Ni el PP ni el PSOE han hecho nada para afrontar esta realidad y han asistido impertérritos al crecimiento de la desigualdad.
La pobreza, la exclusión social, la desigualdad estos si que son los grandes problemas de nuestro país, la tarea mas urgente que abordar. Frenar su crecimiento y conseguir su reducción a medio plazo. Mientras esto no se situé en el centro del debate político, social y económico, seguiremos siendo una sociedad profundamente injusta y tercermundista.
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