Quizás sea mi generación la primera en la historia de España que afortunadamente
no ha convivido de manera habitual y cercana con la muerte: ni guerras, ni
mortalidad infantil, ni epidemias catastróficas. Por eso cuesta tanto
asimilarla cuando te toca cerca.
Y ya debería estar acostumbrado. Con la muerte de mi mejor amigo,
Javier Sauquillo y de Luis Javier Benavides en el atentado de Atocha. Pero
piensas que era una situación excepcional y que no se volvería a repetir el
perder amigos de mas o menos tu edad. Porque a trancas y barrancas vas
asumiendo que se mueran tus abuelos, tus padres, tus tíos, los viejos dirigentes
y amigos del Partido…. Ya te cuesta más perder a un primo, aunque sea bastante más
mayor, como fue en mi caso Manolo Casesnoves.
Cuando era Director del IMSERSO el trago mas duro, sin comparación
posible, era asistir a funerales de personal del Instituto y estuve presente en
bastantes, desde un entrañable
subdirector, Ángel García a uno de mis abnegados conductores, Serafín.
Pero la lista de amigos no ha parado.
Luis Ramos, Peru Egurbide, Elisabeth Salas, Nacho Salorio y ayer Belén
Pinies, un año más joven que yo. Y el cáncer siempre por detrás.
La verdad es que nunca se que decir en los actos fúnebres, me produce
una mezcla de tristeza, de rabia y de desesperación
siempre recuerdo la frase que me dijo un tío carnal delante del ataúd de mi
padre, “ahora ya estas tu en la primera fila”. ¡Vaya favor que me hizo!
Desde entonces pienso en cuanto tiempo me queda y voy haciendo cálculos
siniestros, ¿viviré tanto como desde cuando nacieron mis hijos? Ya descartado.
¿me quedara el mismo tiempo que desde que fui al IMSERSO? Y hago mis cuentas ¿podré
oír todos los discos que me quedan por escuchar? ¿me dará tiempo de leer todos
los libros de historia que tengo en la librería? ¿o las Obras Completas de
Shakespeare y Lope de Vega?
Termino.
Adiós Belén, no te merecías morir tan joven. Compartimos muchos buenos
momentos, muchas risas, con Santiago, con
Julián, con Adolfo y Enedina, con Ana Pablos
y también muchos malísimos, como la noche triste del 28 de octubre de
1982 cuando toda España celebraba el triunfo arrollador del PSOE y nosotros en
la Sede de Santísima Trinidad nos ahogábamos con el hundimiento irreversible
del PCE.
Mañana, espero, cambiare el chip de este triste post, escribiendo sobre
el nuevo y precioso disco de Estrella Morente, “Autorretrato”, grabado a la
vera de su padre el gran maestro Enrique Morente.
Magnífico post. Recuerdo mucho a Angel Garcia y a veces lo hemos comentado con Manuel Plaza, los buenos momentos vividos con él. La ironía de Angel era genial. Fumábamos en su despacho siempre. Un saludo.
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