viernes, 26 de octubre de 2012

A MAL TIEMPO BUENAS TAPAS, GUAPOS Y CON POCA TRIPA





Nuestro país siempre ha tenido una amplísima red de bares, restaurantes y también de peluquerias. Pero cada día proliferan por todas partes más bares y restaurantes y más centros relacionados con técnicas de belleza y mantenimiento corporal.

En Madrid tradicionalmente  había cuatro o cinco lugares de concentración de sitios de tapeo y restaurantes. Hoy se multiplican  por todos los barrios y ahora con el invento de las terrazas y las chimeneas de gas contra el frío, raro es el paseo o avenida que no tiene su zona de tapas y casi siempre llenas. Y hasta han bajado algo los precios.

Y que decir de los spas, hamanes, wellnes, fitness, pilates, centros de belleza, gimnasios, masajes diversificados, tratamientos naturales o exóticos. Da la impresión de que todos quieren estar guapos/as, cachas/esculturales, estirados/as.

Todo ello es muy coherente; nos forramos los fines de semana y el resto de los días a intentar a bajar kilos.

Como diría aquel a mal tiempo, buena cara. Ya que nos tienen aburridos y asustados con la crisis, por lo que menos que no nos recorten  las tapitas y el estar divinos/as de la muerte. Eso es como cuando cuentan  que en tiempos de guerras y calamidades la gente hace mas y mas apasionadamente el amor (¡que película tan bella la de John Houston “Paseo por el amor y la muerte” con una adolescente Angélica Houston!)

Seguro  que muchos pensaran, “que se fastidie la Merkel y nos quiten lo bailado, lo comido y lo ligado”. Los mas sensibles socialmente  añadirán "además se crea mucho empleo y se da mucho trabajo a inmigrantes",  lo que encima es cierto. Como también lo es lo mucho que va a contribuir a la llegada del turismo y a mejorar nuestra imagen de pueblo bien comido, bebido y arreglado. 

Así que este era el famoso modelo productivo alternativo del que tanto se hablaba y nadie terminaba de concretar. Ni I+D+I ni zarandajas: copas y belleza.

Y si se llegara a producir una burbuja en estos sectores, el público no tendría que agobiarse, se haría el oportuno rescate y las tostas de jamón ibérico con tomate saldrían a  un euro y un tratamiento de hidromasaje con aloe  vera a tres euros. 

Así que todo son ventajas. Aunque quizás habría que mejorar la desregulación, que no hubiera horarios de cierre, ni limitación de ruidos, ni convenios colectivos para los trabajadores, ni condiciones de salubridad y seguridad. Vamos como en Shangai. 

Lo que pasa es que para acabar con los 5'8 millones de parados vamos a tener que abrir todavía muchisimos mas bares, terrazas y centros de belleza. Y Cristóbal Montoro que no se preocupe, porque aunque los presupuestos del 2013 no van a ser “los mas sociales de la democracia” (la verdad es que es gracioso el hombre), esto de la crisis se va a arreglar muy pronto con el nuevo modelo productivo que nos están montando.

Bueno, os dejo que me voy a tomar un albariño  en el Buendi de Narváez, que esta genial. Y un día de estos nos vemos en el spa.


   


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