La inmensa mayoría de las movilizaciones sociales, que en sus diversas
variables están promoviendo la izquierda política, los sindicatos,
organizaciones sociales, 15M, etc. Tienen
como destinatarios los políticos, los partidos o los gobiernos, antes los del
PSOE y ahora los del PP, además del nacionalismo de derechas.
Es evidente la responsabilidad que han tenido, desde luego unos mas que
otros, pero los que al final están saliendo indemnes o casi, son los
principales causantes de la crisis: la banca y las grandes empresas, nacionales
y multinacionales. No es cuestión de
caer en un anticapitalismo primario o de demonizar al gran capital y exigir su desaparición
o nacionalización. El sistema económico en el que vivimos es mucho mas complejo
que todo eso y las grandes empresas y la banca tienen tras de si miles o
cientos de miles de pequeños inversionistas, que en muchos casos se ven
gravemente afectados por la depreciación de sus acciones.
De lo que se trata es de exigir responsabilidades sociales, civiles y
penales a quienes con sus actuaciones nos han conducido a esta catástrofe económica
y social y que tienen nombres y apellidos porque controlan los consejos de
administración, son accionistas principales, consejeros delegados, gerentes,
altos ejecutivos, etc. Que además, en su mayor parte y tras unos primeros meses
de miedo y desconcierto, cuando incluso algunos hablaban de la suspensión
temporal de la economía de mercado, ahora se han tranquilizado, han vuelto a
las andadas, eso si con la experiencia aprendida y como tienen numerosos y
cercanos instrumentos de influencia política, están logrando que su futuro y el
de sus empresas salgan de la crisis sin graves consecuencias. Incluso algunos
siguen mejorando sus ingresos.
Por supuesto que no defiendo que se dejen caer a los bancos ni a las
grandes empresas. Pillarían por medio y arrastrarían a muchísima gente y a muchísimos
trabajadores. Sé perfectamente que los prestamos públicos a la banca, en
principio se recuperaran algún día con sus correspondientes intereses y por
tanto no se les “esta regalando dinero”, como algunos alegan por ahí; ¡faltaría
mas! Pero una cosa es intentar arreglar de la mejor manera posible el desastre
que han provocado y otra muy distinta hacer borrón y cuenta nueva o limitarse a
cesar a unos cuantos, los mas ineptos o los menos vinculados al gran capital o
hacer que devuelvan bonus o indemnizaciones.
Es un paso y no despreciable que algunos de ellos hayan tenido que
comparecer a rendir cuentas ante una Comisión del Congreso de los Diputados.
Pero han sido exclusivamente los relacionados con Bankia y desde luego de sus
comparecencias no se han derivados otras consecuencias sancionadoras. Y esto es
totalmente insuficiente.
La Audiencia Nacional, que ya ha iniciado algunas actuaciones en relacion a Bankia, debería ser mucho diligente y abrir una cadena de sumarios para
investigar primero y enjuiciar a continuación los grandes delitos contra la
sociedad que se han cometido por acción o inacción y que han provocado el
desencadenamiento de la crisis económica. Incluyendo entre los sujetos
responsables no solo a los del ámbito de la Banca o de las Inmobiliarias o de
las Empresas Constructoras, también a los responsables políticos de la
vigilancia y regulación de la gestión económica; porque es un escándalo que el
anterior Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez se haya
pasado años hablando de que nuestro sistema financiero era de los mas saneados
y fiables del mundo y ahora este en su casa como si tal cosa.
Y junto a esas responsabilidades de índole civil y penal, tiene que
producirse una autentica descalificación social de estos personajes, que encima
se han llenado la boca durante años atacando a los funcionarios y a la según ellos ineficiente administración
publica, que han exigido la reducción de las pensiones y de las políticas
sociales y que han bramado por la desregulación del mercado de trabajo.
Por ello seria lógico y oportuno que las manifestaciones y
concentraciones de protesta se convocaran delante de las sedes de los Bancos
(por supuesto españoles y extranjeros), de las
antiguas Cajas de Ahorro, del Banco de España, de la Bolsa, de las sedes
de las grandes empresas constructoras e inmobiliarias, de las miserables y
corruptas Agencias de Calificación y de
quienes se han beneficiado de la burbuja.
Tienen que pagar. Son listos y poderosos y hasta ahora han sabido
colocar a los políticos como los pimpampum de las ferias. No, los auténticos
responsables son ellos. Si de esta se van de rositas, se volverán a repetir las
cosas.
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