Hoy no voy a escribir, de nuevo, sobre los efectos sociales de los
recortes del gasto publico. Voy a cambiar un poco y me voy a referir a algunos
efectos económicos de la reducción de gasto público sin criterio y sin sentido.
Porque hasta para recortar los presupuestos hay que tener criterio, además de
sentido común. Pero algunos de nuestros gobernantes no parecen tenerlo, solo están
obsesionados por cuadrar las cuentas y reducir el déficit como sea, aunque ello
suponga caminar justo en la dirección equivocada.
Dos ejemplos.
La reducción del gasto estatal, autonómico y local en atención a la
dependencia reduce empleo de manera intensa. Pocos servicios públicos son
relativamente más baratos que la ayuda a domicilio, los centros de día o las
residencias. Costes de inversión y equipamiento
moderados, salarios más bien bajos, intensivos en mano de obra. En los
estudios previos a la aprobación de la Ley de Dependencia que algunos hicimos,
barajamos la creación de hasta 300.000 puestos de trabajo desde el año 2007
hasta el 2015. Y no íbamos muy desencaminados. En los primeros cuatro años de
vigencia de la ley se superaron con creces los 100.000 nuevos empleos, con un
gasto acumulado no superior a los 6.000 millones de euros. Ha llegado el
recorte, que ya empezó con Rodríguez Zapatero, y se ha parado en seco la creación de empleo y
ahora ya se esta destruyendo empleo en el sector.
Ah! y el empleo que se estaba creando suponía ingresos por cotizaciones
sociales, IVA, IRPF, menos gasto en prestaciones de desempleo, es decir tenía un
componente importante de recuperación del gasto público. Así que una muy mala inversión
económica la que están haciendo los recortadores de la dependencia.
Y el otro ejemplo.
Nos hemos enterado estos días que al recortar la inversión publica en políticas
agrarias, medioambientales o de infraestructuras, perdemos importante cofinanciación
de Fondos de la Unión Europea. Es decir recortamos 4 y perdemos 6. Pero ¿a quien se le puede ocurrir tal
barbaridad? Precisamente además en sectores del ámbito rural que están
sufriendo de manera especialmente intensa los efectos de la crisis,
Ni siquiera me molesto en pedir que no haya recortes y quedarme tan ancho.
Pero al menos que se valoren las prioridades, que se evalúe donde tienen menos
consecuencias negativas. Para eso están las Cortes, para debatir cómo y donde
es menos dañino y tienen menos efectos de ahondar la crisis, la reducción del gasto publico.
Claro que para eso el Presidente del Gobierno tendría que molestarse en
aparecer con mas frecuencia por el Congreso de los Diputados y la oposición hacer
propuestas mas concretas y no ofertas genéricas de pacto o denuncias globales
de medidas, que algunas ya se tomaron en la anterior legislatura.
Y a todo esto UPyD subiendo y subiendo. También IU, pero vamos a ver si
consolida su voto, cosa que desde hace muchos años sabemos que no es nada fácil.
Y de los nacionalistas para que hablar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario