lunes, 22 de octubre de 2012

GANO LA ABSTENCION




El 36’2% de los gallegos y el 34’1 de los vascos han decidido abstenerse en las elecciones del domingo. Si a ello añadimos los votos nulos y blancos que en Galicia han superado el 5’1% y en el País Vasco el 2’1, llegaremos a la conclusión de que la abstención y los disconformes con las ofertas electorales existentes, han ganado las elecciones, especialmente en Galicia.


No es una buena noticia, para nadie. Desde luego para la izquierda no lo es. Pero tampoco para el PP que ha lanzado las campanas al vuelo, presentando el triunfo de Núñez Feijoo también como un respaldo a la política de Rajoy. El PP ha perdido casi 140.000 votos, que no es una nimiedad y en el País Vasco mas de 26.000.

Es evidente que la revalidación de la mayoría absoluta en Galicia políticamente refuerza a Rajoy y al PP, pero no creo que sean tan necios como para no darse cuenta de que los datos de la abstención y su perdida de votos no son precisamente un respaldo a lo que vienen haciendo. Por otra parte el triunfo del nacionalismo en el País Vasco, a pesar de las muy sensatas palabras de Urkullu anoche, abren una nueva complicación al gobierno de Rajoy, que sigue sin asumir que no se puede continuar ni un minuto mas ignorando el crecimiento de los nacionalismos y que hay que pensar en formulas razonables de convivencia en un Estado federal.

El desastre del PSOE estaba cantando. A pesar de la buena gestión de Patxi López y del discurso nítidamente progresista que ha caracterizado su campaña electoral para evitar la tenaza del nacionalismo, no ha podido ocultar el gran error de su legislatura: el haber gobernado con el apoyo explicito del PP.  A pesar de la ruptura del pacto en los últimos meses, el electorado vasco no lo ha olvidado y que conste, que personalmente tanto Basagoiti como la actual dirección del PP vasco me parecen personas sensatas y posiblemente la mejor dirección y orientación que pueda tener la derecha española en el País Vasco; pero esa realidad no es óbice para constatar las consecuencias que esa colaboración  ha tenido en una sociedad todavía muy polarizada. 

Lo del PSOE en Galicia es fiel reflejo de un candidato sin tirón, sin discurso político convincente, en un partido fracturado. No ha inspirado confianza al electorado progresista, una parte del cual  ha preferido votar a la coalición de izquierdas encabezada por Beiras.

Pero más allá del desastre, injusto en el caso de Patxi López y merecido en el de Patxi Vázquez,  estas elecciones son un ultimátum a Rubalcaba. No puede seguir ni el ni su equipo. El PSOE tiene que hacer una profunda renovación de políticas y de equipo de dirección, por su propio bien y desde luego por el bien de los progresistas españoles, porque sin el PSOE no vamos a ninguna parte. La puntilla pueden ser las elecciones catalanas, donde ya es difícil evitar la debacle socialista. Pero tras el 25 de noviembre los socialistas tienen que abrir un profundo proceso de reconstrucción.

Las elecciones vascas y gallegas también han dejado un mensaje muy claro a IU. Allí donde practica una política abierta, unitaria, obtiene formidables  resultados, como ha reflejado el audaz y positivo acuerdo logrado con los nacionalistas de izquierdas de Beiras, con Equo y otros sectores progresistas. Allí donde prevalece el sectarismo y la división, como es el caso del País Vasco, son borrados del mapa. Esperemos que Cayo Lara y la dirección de IU tome buena nota de lo sucedido en ambos sitios.

En cuanto EH Bildu ha tenido unos buenos resultados, aunque por debajo de lo  que esperaban. Para ellos se acabo el tiempo de las lamentaciones y victimismos, a veces justificados por la torpeza de los partidos estatales, ahora empieza el tiempo de hacer política. Veremos si son capaces de hacer gobernable el País Vasco con Urkullu al frente y su apoyo sirve, sobre todo, para que el PNV no haga políticas neoliberales. Aunque yo preferiría un gobierno de coalición PNV-PSOE.

Por ultimo, ese 40% de la ciudadanía que se ha quedado al margen de los dos  procesos electorales, aun sabiendo la importancia que ambos tenían, debería ser el motivo de mayor preocupación de todos los partidos. Este sí que es un problema y no podemos ocultarlo bajo excusas de que en ambas autonomías la abstención siempre ha sido alta. Porque estos datos se suman al deterioro que están sufriendo las instituciones políticas de nuestro país y ese es un grave peligro para la democracia que debemos afrontar cuanto antes.  

1 comentario:

  1. Dice Hector que "Allí donde prevalece el sectarismo y la división, como es el caso del País Vasco, son borrados del mapa. Esperemos que Cayo Lara y la dirección de IU tome buena nota de lo sucedido en ambos sitios."

    Yo diría que Gaspar e IAb deberían reflexionar también sobre el hecho de que que en Euskadi no hubiese habido este desastre electoral si IAb hubiese hecho con Ezker Batua lo que hizo el año pasado el PCE con el PC de Asturias: prohibirles de forma rotunda presentar candidatura y apoyar pública y plenamente a la federación local de IU, en la que, por cierto, domina IAb.

    Era tan fácil como eso pero Gaspar no lo ha querido hacer y tendría que explicar por qué.

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