lunes, 3 de septiembre de 2012

DE HEIDELBERG A LAS MAREAS : SE ACABO EL RECREO





Se acabo el recreo, sobre todo para los que como yo han tenido la suerte de tenerlo, que en muchos casos no ha sido así.

Como dije en mi despedida, he estado doce días en Alemania. La verdad es que es un país que me gusta, al menos todo lo que he visto en este y en anteriores viajes. He disfrutado recorriendo el Rhin y el Mosela, visitando ciudades históricas como Coblenza, Heidelberg, Bamberg  o Wurzburg o pateando paisajes preciosos en la Selva Negra. He utilizado a fondo la magnifica red de trenes, un servicio publico ejemplar, capilar, frecuente, sin lujos pero cómodo, lejos de lo que tenemos en España. He comprobado que los alemanes tienen buenos coches, pero nada que ver con el despliegue de Audis, BMW, o coches 4x4 de gran cilindrada que hay en nuestro país. He descubierto los vinos blancos alemanes, que son deliciosos y nada caros. De nuevo, como antes también vi en Berlín o Munich, el gran apoyo a la circulación en bicicleta, en ciudades, pueblos, carreteras y transportes públicos. La inmensa mayoría de la gente, además de montar en bici, habla ingles. Los pueblos y ciudades no han cometido los desvaríos urbanísticos a los que nosotros estamos acostumbrados y no existe la fiebre de las colmenas de adosados. Los chinos del todo a cien aun no han invadido el país, porque se mantiene una gran actividad artesanal propia. Y para colmo comer por la calle es mas barato que en España, aunque todo hay que decirlo, la comida no le llega a la altura del zapato a la nuestra. 

A pesar de los pesares, perdura el llamado capitalismo renano, resultado del pacto de una democracia cristiana con espíritu social y una potente socialdemocracia, así como la influencia de los Verdes. Tienen a la Merkel…, pero en todo caso, peor es Rajoy.  Y uno llega a comprender que el contribuyente alemán no este por la labor de financiar los dispendios del capitalismo especulativo, el fraude fiscal y la economía sumergida de nuestro país.

Y luego en Gredos. Temblando de que no nos alcanzara un incendio. Con cortes de agua gracias a alcaldes previsores que se preocupan en que nunca falten vaquillas, cohetes y petardos a mansalva  y encierros en las fiestas, pero que ni se molestan en arreglar depósitos de agua, mejorar las conducciones o buscar nuevos manantiales.

He pasado de las Olimpiadas. No he visto ni un solo día la televisión y al llegar a Madrid y ver el telediario de la 1, no sabia si es que habían prolongado hasta la 10 de la noche el programa de variedades de la tarde. Pura insulsez y chorradas. Se conoce que han optado por no asustarnos demasiado y no hablar ni de política ni de economía más que un poquito. ¡Que tiempos los de Pepa Bueno!.

He leído una novela de casi 800 paginas, “El lado oscuro del amor”de Rafik Schami, que no es una obra maestra de la literatura, pero que atrapa desde el primer momento y de paso ayuda a entender algo mas el laberinto sangriento de Siria, a través de tremendas historias de fanatismo de musulmanes, católicos y cristianos ortodoxos, aunque también hay maravillosas historias como surgidas de las mil y una noches y un puntito de erotismo. Tan solo resulta chirriante la visión muy critica del líder nacionalista egipcio Nasser, aunque aparece con otro nombre. Recomendable.

Y por supuesto he disfrutado de mi nieta Violeta, cada día más maravillosa.

Así que estupendas vacaciones. Y ahora a la dura realidad, que si el pasado curso fue fino, este tampoco se presenta mejor. Para empezar el día 15 ya hay una convocatoria de movilización social en Madrid, que va a inundar la plaza de Colon de mareas de todos los colores







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