Una de las noticias más tremendas de este verano ha sido la de que en algunas Comunidades Autónomas los niños tendrán que ir al cole con la tartera de la comida y encima pagar por el uso del microondas. Hace unos años cualquiera que lo hubiera leído, habría pensado que estábamos ante el típico Monstruo del Lago Ness que algunos periodistas se inventan en agosto ante el vacío de noticias. Pues no, esta vez “Nessy” es de verdad. Pero los neoliberales aun tienen camino que recorrer y con ello nos amenazan.
En nuestra larga posguerra, y por tanto hay muchos testigos vivos que lo recuerdan, había pueblos sin escuela y niños que hacían hasta 16 kilómetros al día para ir y volver a un pueblo mayor. Iban con la tartera, pan y queso, pan y dos sardinas, o tocino o un cacho chorizo. Y a menudo envueltos en periódicos para protegerse del frío en el camino y en clase. Sin ir mas lejos los chavales de Santa Cruz del Valle y a los 12 años a cuidar las cabras en el monte.
Aquí en Madrid en los últimos años hemos visto fotos de escolares muertos de frío, con mantas en clase, por supuesto en Colegios públicos. Mi mujer daba clase en los meses de invierno sin quitarse el anorak y con guantes. Y ahora la historia de la tartera.
Eso sí queremos mejorar la productividad de nuestro país. Y como no están dispuestos a invertir en una educación publica de calidad, la productividad se persigue a base de precariedad laboral y bajos salarios. Dicen que a las autoridades les preocupa el fracaso escolar que arrastramos año tras año y la solución es ghettos públicos para emigrantes e hijos de familias con problemas, despido del profesorado de apoyo y niños y niñas que quieran prosperar en la vida que vayan a la privada, desde luego cada manzana con su manzana y cada pera con su pera, nada de ir juntos chicos y chicas que luego se despistan en clase queriendo ligar.
Es posible que algunas de nuestras autoridades hayan llegado a la conclusión de que la inversión en educación es un despilfarro. Total ahora dicen que tenemos las generaciones mejor formadas de nuestra historia ¿y para que? si tenemos el nivel de paro juvenil mas alto de Europa. ¡A ver si vamos a gastarnos el dinero publico para que luego se terminen aprovechando las empresas o administraciones de otros países de la Unión Europea contratando a jóvenes españoles!
Alguien pensara que todo esto es demagogia por mi parte. Pero la verdad es que lo de la tartera y el cobro del microondas me ha parecido una alarmante vuelta al túnel del tiempo. Una razón más para ponerse la camiseta verde el día 15 de septiembre.
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