viernes, 11 de noviembre de 2011

EUROPA : DE LA GUERRA A LA UNION



Hay mucho nerviosismo estos días con los avatares de la Unión Europea. Incluso comentarios catastrofistas que ponen en duda su futuro.. Es cierto que la crisis económica esta zarandeando fuertemente las instituciones europeas y que sus dirigentes políticos no están a la altura de las circunstancias. ¿Pero alguien creía que esto iba a ser fácil? Sí es así es que  ni saben nada de historia ni saben en que mundo vivimos.Durante muchos siglos las relaciones entre los europeos han estado marcadas fundamentalmente por la guerra. Hace menos de 70 años Hitler se fotografiaba con sus generales delante de la Torre Eiffel. Los bombardeos nazis asolaban Londres y unos pocos años mas tarde eran los aliados los que destrozaban Dresde o Berlin. Guerras de religión, guerras territoriales, guerras dinásticas, guerras por rutas comerciales, guerras coloniales, invasiones, alianzas de unos contra otros que se hacían y se deshacían constantemente. Hace menos de 150 años Italia, Chekia, Hungria, Eslovaquia y Eslovenia estaban bajo el dominio del imperio austriaco, no existía Alemania, que era un conglomerado de pequeños estados, tampoco Irlanda, dominada secularmente por los ingleses. ¿Nos hemos olvidado de todo esto?. Pero es que hace solo 20 años la mitad de Europa estaba enfrentada a la otra mitad por la guerra fría y el telón de acero. 

Y no hace falta recurrir a la historia. Hoy mismo hay fuertes tensiones nacionalistas en una parte de los Estados de la Unión: Bélgica, Reino Unido, España, Italia. En uno de los Estados mas importantes, Gran Bretaña hay un serio rechazo de parte de su población a la integración europea.. Hasta hace muy pocos años un sector de la izquierda comunista atacaba radicalmente el proyecto de la Unión Europea..Incluso ha habido referéndum nacionales que han rechazado el proyecto de Constitución, con el aval incluso de una parte de la socialdemocracia.Los gobiernos norteamericanos, hasta la llegada de Clinton y sobre todo de Obama, han torpeado en todo lo posible la construccion de la Unión, utilizando como caballo de Troya a los gobiernos británicos. Y los mercados, las grandes multinacionales, los grandes fondos de inversión, los especuladores, las mafias de la droga, etc. son también poderosos enemigos de la Unión, porque son plenamente conscientes que unas instituciones europeas consolidadas, eficaces, son un peligro evidente para sus intereses y por eso quieren destruir la Unión o al menos debilitarla a fondo.

Lo sorprendente es que un proyecto que nació hace solo 60 años como la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, haya avanzado tanto con tantos obstáculos y enemigos interiores y exteriores. Ha sido un labor titánica, de la que quizás no tenemos aun suficiente perspectiva histórica para evaluar su transcendental importancia.Por eso los progresistas  deberíamos se mucho mas beligerantes en el apoyo al desarrollo de la Unión, sabiendo que no puede ser un proyecto exclusivamente desde izquierdas, porque Europa es una realidad plural,. en la que la izquierda solo en momentos muy puntuales ha tenido la mayoría. Y mas allá de algunas simplezas que a veces decimos como esa tan recurrente de la "Europa de los mercaderes", la Unión Europea a quien mas interesa es a los trabajadores, a las mujeres, los demócratas, a los defensores del Estado de Bienestar Social, a los pacifistas, a los ecologistas, a los emigrantes. Una Unión que a quienes  menos gusta e interesa es precisamente a los mercaderes de distinto pelaje.

Es cierto que el eje de la construccion europea tiene un claro protagonismo de Francia y Alemania, que lógicamente defienden sus intereses propios. ¿Pero alguien concibe que sin el papel decisivo de estos dos países se puede avanzar en la Unión?. Y si Merkel y Sarkozy son los lideres, la culpa no es suya, sino de todos los demás que votamos a  dirigentes que o bien no tienen un modelo europeo mas allá de cuatro frases, como es el caso de Zapatero, o son unos golfos como Berlusconi. La izquierda política europea tenemos que asumir sin contemplaciones la defensa e impulso de la Unión, que hoy tan  solo los Sindicatos europeos a través de la CES están realizando activamente. 


En el mundo globalizado del siglo XXI lo que suceda con la Unión Europea es de suma importancia. No nos dejemos llevar por el pesimismo ni caigamos en el radicalismo inoperante. Si la izquierda se lo propone conseguiremos seguir avanzando.



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