España ha decidido confiar en el PP para salir de la crisis. El electorado ha girado a la derecha, salvo en Euzkadi. La ciudadania ha querido dar una patada al PSOE pero dándola en su propio culo. Al igual que en estos mismos días millones de personas hacen colas kilométricas en los despachos de lotería, con la esperanza de que el gordo cambie su vida, han ido hoy a votar a ver si ese cambio que les promete Rajoy se hace realidad. De poco han valido las movilizaciones de 15-M, de la enseñanza publica o contra los recortes sanitarios en Cataluña: al final no les han pasado factura.
Pero la izquierda ni podemos echar la culpa sin mas al electorado ni conformarnos con los resultados de IU-ICV o Amaiur. Tendremos que analizar con serenidad y rigor las causas de este espejismo derechista, si queremos que dure lo menos posible y si queremos combatir con éxito sus posibles consecuencias, tanto en las instituciones como en la calle. Análisis que debe ser especialmente urgente en Cataluña, con el triunfo del neoliberalismo nacionalista. Porque no nos deben valer explicaciones simplistas de que la gente en tiempos de crisis castiga a quien gobierna. Hay que ir a la raíces, que en mi opinión tiene mucho que ver con algo que ya tenia muy claro Antonio Gramsci hace 80 años: la perdida de la hegemonía social de las ideas progresistas en nuestro país, a favor de las ideas conservadoras. Lo que a su vez esta estrechamente relacionado con que el PSOE, desde los gobiernos de Felipe Gonzalez, haya entregado la educación a la Iglesia Católica y los medios de comunicación a la derecha o con el abandono del modelo socialdemocrata de Estado de Bienestar y de sistema fiscal o con la actitud contemporizadora con las exigencias de la Conferencia Episcopal.
El PSOE ha cosechado a conciencia su debacle, ya veremos cuando y como sale de ella y si los que toman el poder en ese partido no son aun mas descafeinados que los actuales. Ojala sea pronto y con un renovado discurso progresista. Ahora IU-ICV tiene una gran responsabilidad. Aglutinar a todos los parlamentarios de izquierda, incluidos los de Amaiur, para hacer una solida oposición y conseguir tirar de la desmoralizada bancada socialista. El PP ya tiene la mayoría absolutista en todas las administraciones publicas. Tendrá que pasar del vacío grandilocuente al Boletín Oficial. La izquierda política y social tiene una ardua tarea por delante. Van a ser años muy dificiles y vamos a tener que medir muy bien cada paso que demos, porque la movilización va a ser de muy largo recorrido y no podemos quedarnos sin aliento a la mitad del camino. Y un apunte final. El 15-M también deberá reflexionar muy a fondo sobre a donde conducen algunos discursos antisistema, que por ahora lo que han hecho es reforzar a la derecha, que esa si que no se abstiene nunca.
De acuerdo en general con tu lectura, aunque creo que te equivocas, y mucho, con el papel que juega y debe jugar el 15-M en la ecuación.
ResponderEliminarEl 15-M ha aparecido como consecuencia de la falta de respuestas de parte de los partidos políticos a las aspiraciones de esos ciudadanos. No busca izquierdizar el panorama, aunque los valores que defiende coincidan en gran parte con ello, busca cambiar la forma de funcionamiento. Y ha declarado claramente desde el principio que no tiene como objetivo participar en el juego electoral tal y como ha venido desarrollándose hasta ahora, y que no va a ser partidista.
Entender pues, desde los resultados electorales, que el 15-M debe hacer autocrítica, es no entender los principios del movimiento.
El error viene de entender el 15-M como parte del equipo de unos u otros, creer que no sabe representar su papel de base de la izquierda. No. El 15-M sigue fiel a sus principios, y sin resultados contraproducentes. Son los partidos quienes deben ponerse las pilas y ofrecer lo que los ciudadanos demandan si quieren obtener su apoyo.
¿Que es mucha energía que podría ser mucho más útil con un enfoque diferente? Sí, pero únicamente si la eficiencia se mide en votos. Ese no es el baremo para el 15-M, por más que a la vieja guardia le parezca erróneo.
El movimiento demanda una serie de cambios en los procedimientos para la participación ciudadana, y defiende el voto razonado: busca la opción que mejor te represente y, si no la encuentras, haz que se note.
IU ha sido quien más ha ofrecido en este sentido, y ha recibido apoyo extra. Probablemente tenga solo estos siguientes cuatro años para demostrar que va a hacer las cosas de forma diferente.
El 15M está harto del voto útil y del voto en contra. Trata de cambiar esa forma de pensar que nos lleva inexorablemente al bipartidismo y el enfrentamiento, y explica por qué la corrupción pasa cada vez menos factura a las formaciones: "es que si salen los otros, será peor".
Una última cosa que los políticos profesionales de derechas no entienden, y los de izquierdas prefieren no entender, es que el objetivo máximo del 15-M es modificar el sistema democrático en si mismo, de forma que los ciudadanos tengan más voz. De izquierdas o derechas, lo que busca es que los representantes dejen que sean los ciudadanos quienes decidan. El intrépido que apueste claramente por ello, y demuestre con acciones sus intenciones, recibira apoyo. Quien no lo haga, no.
¿O importaría mucho que saliera el PP, el PSOE, o cualquier otro partido, si todas las medidas fundamentales y los presupuestos generales del Estado fueran decididos por los ciudadanos?
No se trata de que el 15-M reflexione sobre a donde conducen algunos discursos antisistema. Se trata de que los partidos que buscan el apoyo del 15-M reflexionen sobre lo que tienen que ofrecer a este grupo de ciudadanos.
Me parece muy interesante tu comentario, que comparto en buena medida. Unicamente dos apostillas. En mi post no pedia autocritica al 15-M, si no reflexion sobre algunos discursos antisistema que me parecen problematicos. En segundo lugar en todo caso parece evidente que un pais derechizado y un fuerte poder institucional, mediatico, economico, etc. del PP es un marco mucho peor para que avancen las propuestas del 15-M, aunque ojala no sea asi.
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