Según se acerca el Congreso del PSOE, se aleja el debate político e ideológico de ambas candidaturas y del conjunto de las organizaciones socialistas. Están ya en la fase de recuento de fuerzas, incluyendo maniobras turbias como la protagonizada por El País en su descarado posicionamiento a favor de Rubalcaba y contra Carme Chacon. No se han tenido en cuenta las diversas y por lo general interesantes reflexiones que destacados militantes socialistas han intentado aportar al debate congresual. Ni se han escuchado las sugerencias que desde ámbitos ajenos al PSOE pero no despreocupados por su futuro, se han hecho sobre la necesidad de una redefinición estratégica de la política socialdemócrata.
Así las cosas, si yo fuera del PSOE ¿por quien me decantaría? Ya lo he escrito en alguna otra ocasión, hubiera preferido que la disyuntiva fuera otra, con otros dirigentes socialistas mas sólidos políticamente, mas definidos ideológicamente, con mayor experiencia de gestión, pero no han podido o querido dar la batalla.
Rubalcaba en sus primeros tiempos, trabajando a la vera de José María Maravall, contribuyo seriamente a diseñar un modelo educativo para nuestro país en la mejor tradición socialdemócrata. La reforma educativa que ambos regularon solo tuvo un problema: Carlos Solchaga, que como poderoso Ministro de Economía no financio adecuadamente el nuevo modelo. Rubalcaba como Ministro de la Presidencia y de Relaciones con las Cortes desde 1993 se convirtió en un político florentino, en el peor sentido de la palabra. Un día escuche a una Ministra, mientras tomábamos una copa de cava en un avión sometido a turbulencias, una frase que me dejo de piedra: “Rubalcaba si les das la espalda, te la clava”.
Es evidente que Rubalcaba tiene experiencia, capacidad, conocimiento, ¿pero para hacer que política? Ni lo sabemos nosotros, ni la sabe el. La que en cada momento sea conveniente. Volverán los buenos tiempos del zapaterismo, de gobernar sobre la coyuntura, sobre las encuestas, sobre las alianzas tácticas que haya que hacer con unos y con otros. No creo que sea un hombre sin principios, pero es un político táctico. Y además y no menos importante es un hombre de aparato, acostumbrado a las maniobras, a los tejemanejes. No, con el no se que estaría votando.
Carme Chacon se ha presentado como la renovación, el aire nuevo y sin embargo a su alrededor están algunos de los mas significativos zapateristas, aunque también otros dirigentes y militantes que en el pasado apostaron por renovar el PSOE. Su gestión ministerial, en especial en Defensa, se ha caracterizado por los gestos, que nunca esta mal en un ministerio de esas características, pero no por las decisiones políticas, es mas, ha refrendado o al menos no se ha desmarcado de las decisiones adoptadas por los anteriores Ministros de Defensa (los dos Serra, Trillo, Bono y Alonso) o por el Presidente del Gobierno.
De sus opiniones e intervenciones se puede sacar la impresión de que se sitúa más a la izquierda que la actual dirección del PSOE o de Rubalcaba. También una mayor apertura mental a las nuevas realidades sociales. No aparece tan encorsetada ni tan condicionada por los aparatos y los barones socialistas como Rubalcaba y buena parte de su equipo merece más confianza que los respaldos de su rival.
El manifiesto inicial de su equipo fue moderadamente crítico con la política económica y fiscal de Zapatero y con la situación interna del PSOE y reivindicativa de una recuperación socialdemócrata; posiciones que sin embargo se han ido desdibujando con el paso del tiempo. Aunque algunos de sus colaboradores han continuado insistiendo en la renovación socialdemócrata, a Chacon no se le ha oído profundizar sobre en que dirección debería ir. Tampoco se han percibido valoraciones claras sobre el giro a la izquierda del Francois Hollande y el Partido Socialista Frances. En definitiva hay excesivos interrogantes sobre cual seria la política que seguiría un gobierno de Carme.
¿Cuál de los dos candidatos tiene más posibilidades de disputar el poder al PP? Me temo que ninguno de los dos. Rubalcaba puede ser mucho mas incisivo en la labor de oposición, pero incapaz ya de tirar de un electorado muy desencantado del gobierno socialista. Chacon puede conectar mejor con un electorado mas amplio y mas joven, pero no se si da confianza. En todo caso no seria acertado hacer una lectura simplista de que lo joven y lo renovador es de por si la candidatura de Chacon, el pasado, lo anquilosado y lo viejo, la candidatura de Rubalcaba.
En estas condiciones, lamentando la falta de un debate en profundidad que permitiera redefinir una estrategia socialdemócrata y la ausencia de candidatos de más fuste, puestos a elegir lo haría por Carme Chacon.
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