viernes, 6 de enero de 2012

EL BAILE DE LOS VAMPIROS DE ROMAN POLANSKI


La primera semana de este nuevo año no ha sido para tirar muchos cohetes. Los Reyes Magos le han traído a Rajoy un nuevo desbordamiento de la prima de riesgo; en  venganza su gobierno nos ha metido el miedo en el cuerpo con los números rojos de la Seguridad Social, el agujero del sistema bancario, las pretensiones recentralizadoras del Ministro de Economía o su preocupación por la sostenibilidad del Estado de Bienestar. ¿Quien da mas?. Es sábado, empieza la cuesta de enero, mejor es ver cine y no leer el periódico.

Propongo una película que hace buena aquella famosa frase de la revista humoristica La Codorniz: "Tiembla después de haber reído". Porque "El Baile de los Vampiros" es una formidable película que auna el terror sin vísceras, la comedia inteligente y el erotismo sutil. La dirigió en  1967  el gran director Roman Polanski, nacido en París en 1933, de origen judío y raíces polacas y cuya familia abandono Francia y regreso a Polonia creyendo que allí estarían mas protegidos del antisemitismo nazi, ingenuidad que pagaron muy caro. Roman vivió su juventud en Polonia donde inicio su carrera cinematográfica.

En los primeros años 60, ya en Inglaterra, rueda tres grandes y terribles películas: "Cuchillo en el agua", "Repulsión" y  "Callejón sin salida", de gran éxito en los Cine forum universitarios y cines en versión original en los años de la apertura cultural fraguista. En 1967, Polanki cambia de registro y decide dejar de atormentarnos, aunque por poco tiempo, con esta luminosa primera película en colores, con su presencia protagonista y la de su futura y desgraciada esposa Sharon Tate. Es una película que 45 años después de su realización mantiene toda su sarcástica frescura, su vitalidad, su divertida revisión del mito de los vampiros. Con un final antológico. Una película mucho mas elaborada que otro gran éxito del cine mezcla de comedia y terror como seria años después "El jovencito Frankenstein", con un humor de trazos mucho mas gruesos.
  
Polanski, a pesar del éxito de esta película retorno al cine de alto dramatismo, con su magnifica "La semilla del diablo", y siguió realizando un buen puñado de excelentes películas, hasta su reciente "Un dios salvaje", que aunque mucha gente se ríe viéndola, maldita la gracia que tiene ese feroz retrato de las relaciones matrimoniales. Tan solo volvió a la parodia con otra gran aunque incomprendida película de 1986 "Piratas", con un maravilloso Walter Matthau en uno de los mejores papeles de su carrera.

Así que a temblar y reír con este viaje a Transilvania. Ah! y que conste que no hay ninguna intencion en el subsconciente al elegir esta pelicula con nuestra  realidad presente, "cualquier semejanza entre ese baile y el actual consejo de Ministros es pura coincidencia".

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