En los años 50 del siglo XX, en plena caza de brujas del Mccarthismo se hicieron en Estados Unidos extraordinarias películas de profundo contenido político progresista, incluso `por directores de cine que no se caracterizaban por su posicionamiento politico explicito. Una de ellas fue CONSPIRACIÓN DE SILENCIO (BAD DAY AT BLACK ROCK en su titulo original), dirigida en 1955 por John Sturges, un director especializado en formidables western y películas de acción como "Fort Bravo", "Duelo de Titanes", "El ultimo tren de Gun Hill", "Los siete magníficos", "La gran evasión" o "Ha llegado el águila".
"Conspiración de silencio" es un thriller, que desde una primera escena sensacional de la llegada y parada de un tren continental a una minúscula aldea perdida en la América Profunda, va aumentando lentamente su intensidad dramática hasta su violento desenlace y un final similar al comienzo. Una historia de xenofobia, de matonismo, de caciquismo, de complicidades siniestras por un lado y de derroche de valentía, astucia e inteligencia por otro, en la que se enfrentan un veterano y lisiado combatiente de la II Guerra Mundial y un grupo de desalmados manipulados por un cobarde. Todas las contradicciones y diversidad de la sociedad norteamericana con sus gentes honradas y sus héroes y los malvados, los complacientes y los que cierran los ojos para no implicarse.
La película, sin alharacas, sin apenas escenas de violencia explicita, ni efectos especiales "gore", atrapa y mantiene el interés, reforzado por un magnifico Spencer Tracy, sin duda en una de las mejores interpretaciones de su brillantisima carrera, acompañado por un puñado de excelentes actores de los considerados secundarios pero que aquí brillan de manera extraordinaria: Robert Ryan, Lee Marvin, Ernest Borgnine, Walter Brennan o Anne Francis.Y para redondear la música es del compositor y sobre todo estupendo director de orquesta Andre Previn.
Una gran película, que mantiene su plena actualidad.
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