viernes, 28 de octubre de 2011

"NAZARIN" DE LUIS BUÑUEL

Recuperemos las buenas constumbres. Los sábados toca cine y hoy nada menos que Luis Buñuel, con una de sus grandes y sin embargo muy olvidadas películas: NAZARIN.Basada en una novela de Benito Perez Galdos, es una de las ultimas películas rodadas en su exilio en México y la primera con Paco Rabal como protagonista. Es una película seca, dura, pero impresionante.En algunos aspectos similar a la que poco después realzaría Pasolini, "El evangelio según San Mateo".  Un acercamiento a los valores del cristianismo y en especial a la caridad desde la visión de un ateo y hombre de izquierdas. La película es un feroz retrato de una sociedad paupérrima, violenta, cruel, oscurantista, supersticiosa y machista, que en este caso se sitúa en México de principios del siglo XX, pero que perfectamente podía acontecer en esa misma época en España. Esa tremenda vida de los pobres que de una manera tan magnifica había  reflejado  Buñuel sobre todo en su obra maestra de 1950 "Los olvidados". Los contantes guiños a la vida de Cristo revelan un solido conocimiento de los evangelios y una demoledora critica a la esencia de los mismos.. El gran cariño que Buñuel muestra por su personaje protagonista, un cura que quiere imitar a Cristo haciendo el bien rodeado de miseria y cuya caridad no consigue nada o incluso a veces empeora las cosas, se cruza con la ambigua historia de amor de una puta y de una mujer avasallada y cuyo punto culminante es una escena magnifica de los tres en una especie de portal de Belén.

Buñuel es feroz con la iglesia institucional, con los militares y también su tremendo rechazo a  los pobres desclasados y sin cocnciencia que con su ignorancia hacen el mal (critica que llegaría a su culmen en "Viridiana"). Quedan pocos a salvo. Y nos deja un final abierto con los Tambores de Calanda como música de fondo. Nos queda el interrogante sobre cual sera el camino que seguirá el cura Nazario, si el de la fe o el de la ruptura. La película no seria la misma sin el gran trabajo de Francisco Rabal, otro ateo de izquierdas, que da credibilidad a un personaje complejo, seguro y a la vez atormentado, que recita los principios evangelicos de manera automática y a la vez mantiene los pies en la terrible realidad que le rodea. Sin duda hay otras películas mejores de Buñuel, pero esta es un excelente compendio de su mundo y su arte.

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