¡¡¡¡¡POR FIN LA PAZ EN EUSKADI!!!!

Los comunistas nunca aprobamos la violencia de ETA durante la dictadura, aunque nos movilizamos a fondo durante el proceso de Burgos. Con la llegada de la democracia asistimos con horror y desesperación a todos y cada uno de sus atentados. Vimos con asombro como mataban con frecuencia a militares demócratas o que habían tenido actitudes firmes el 23-F-81.Como tampoco encontramos ningún tipo de explicación cuando contribuyeron a los intentos de desestablización de la recién conseguida democracia, con atentados que solo servían para abrir el camino al golpismo. Pero a pesar de que incluso algunos comunistas o excomunistas sufrieron atentados o estuvieron amenazados por los pistoleros, muchos de nosotros, empezando por Santiago Carrillo, que como en otras temas siempre ha mantenido gran lucidez sobre esta cuestión, pensamos que el terrorismo en Euskadi tenia un componente político y que no habría soluciones exclusivamente policiales, aun siendo la actuación policial una ayuda decisiva.

Al celebrar la paz en Euskadi, por justicia el primer recuerdo tiene que ser para los cientos de muertos y heridos por ETA y para sus familias.Como hay que recordar a las Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y a los Ejercitos que han seguido acumulando victimas y al menos desde el 23-F, lo han asumido con disciplina democrática y no era nada fácil. Todos ellos fueron  las victimas inocentes de un conflicto que hundía sus raíces en la secular incomprensión de la derecha española por los derechos nacionales del pueblo vasco y no lo olvidemos por la brutal represión de la dictadura.Tan culpables fueron los asesinos como quienes durante 40 años de franquismo les dieron argumentos con su opresión hacia los vascos.Cada carga policial contra la ikurriña, cada tortura en los cuarteles y calabozos ¿nos hemos olvidado de ello? o cada víctima del GAL, contribuía a lanzar a los brazos de ETA a jóvenes nacionalistas radicales.Como tampoco podemos olvidar el bombardeo de Gernika o el fusilamiento por los franquistas de curas nacionalistas.  

No lo digo para justificar lo injustificable, pero si para no caer en el olvido de lo que ha pasado en Euskadi durante largos años y que sirvió de caldo de cultivo del terrorismo. Por supuesto que otros muchos jóvenes vascos sufrieron la opresión y la represión y jamas se les ocurrió unirse al terrorismo, incluso lo sufrieron, como es el caso de José Ramón Recalde, fundador del Frente de Liberación Popular y uno de los mas consecuentes luchadores antifranquistas y después constructor de la democracia y el progreso en Euskadi. Pero hay que hablar de todo esto, porque algunos de los que mas están criticando la declaración de ETA tienen solidas raíces, al menos ideológicas,  en el pasado antivasco.

La paz en Euskadi desde luego ni remotamente ha sido obra de ETA, pero tiene detrás muchas voluntades. El nacionalismo democrático, con sus mas y sus menos, sus vacilaciones y a menudo oportunismo, sin embargo ha contribuido a la evolución hacia la democracia de la izquierda abertzale. Los socialistas vascos, desde luego unos mucho mas que otros, p.e. la valiente y arriesgada actitud de Eguiguren, por cierto antiguo comunista, que a pesar de las victimas que han dejado en el camino han sabido buscar una salida política. Los sindicatos de clase CCOO y UGT, que sin vacilar en su rotunda actitud frente al terror, siempre han apostado por superar políticamente el enfrentamiento con el mundo nacionalista radical. La izquierda aberztale, que tras muchos años han evolucionado desde  la abierta complicidad,  tolerancia o pasividad, al rechazo, aunque esta evolución haya venido forzada por las circunstancias de marginación a las que estaban abocados. Pero nadie puede negar el papel que Otegui, Diez Usabiaga o Rufi Etxebarria han jugado en el camino de la paz. Y también hay que valorar, aunque personalmente no lo comparta, la actitud de de Basagoiti, con el que comparti muchas y muy agradables  horas de trabajo cuando a finales de los 90 era Director General de la Juventud. El ha sabido bajar del monte a un PP vasco situado en la  extrema derecha con María San Gil como referencia, y llevarlo, mas o menos a regañadientes, a posiciones mucho mas moderadas. Ojala Basagoiti termine de encauzar este cambio del PP con inteligencia y valentía, porque teniendo en cuenta el futuro que se avecina, la actitud del PP va a ser muy importante para culminar el proceso de paz.

Ahora Zapatero, el Tribunal Constitucional. el Tribunal Supremo, el Fiscal General y la Audiencia Nacional tienen que mover ficha. Otegui y Diez Usabiaga tienen que salir ya a la calle y tienen que legalizar a Sortu antes del 20-N. Y también, sin precipitaciones pero sin dilaciones, tendrán que ir buscando paulatinas soluciones hacia los presos que no tengan las manos llenas de sangre.

Hoy es un día de alegría para la inmensa mayoría de nuestro país, aunque para bastantes familias sea de recuerdo triste de sus victimas y para los ultras sea una desgracia, porque les quita un instrumento de agresión política que tanto han utilizado durante años.

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