Nada menos que 68.000 manifestantes contabilizo el periódico El País en la ultima manifestación contra la política educativa de Esperanza Aguirre. Han superado todas las anteriores manifestaciones, ya de por si muy concurridas. Además han coincidido con nuevas huelgas del sector con seguimiento masivo. Y no podemos olvidar que cada día de paro supone un descuento en torno a los 150 euros. Lo significativo de estas movilizaciones es que han aglutinado a enseñantes, personal no docente, directivos, estudiantes, padres y madres. Todo los implicados están en la lucha, incluyendo a sectores afines ideologicamente al PP.Todo un éxito de Esperanza Aguirre y su Consejera de Educación Lucia Figar.
¿Y a todo esto que estará pensando Rajoy?. Supongo que por una parte estará encantado con la contestacion y el desgaste de su rival en el partido, cabeza de los ultras neoliberales. Por otra estará preocupado por los efectos en el voto a un mes de las elecciones en una Comunidad Autónoma que se ha convertido en feudo del PP, entre otras razones por la creciente abstención de la izquierda exquisita o desencantada. Este generalizado rechazo a las medidas de Aguirre, mas allá de los posibles costes electorales del PP, es importante por dos razones.Es una serie advertencia para futuras aventuras neoliberales, en el ámbito autonómico o estatal. La aplicación de estas políticas no va a ser un paseo militar. Y también es un motivo de reflexión para la izquierda. No todo esta perdido. La marea azul se puede frenar y hasta evitar. Cuando hay planteamientos y objetivos claros, se confía en la gente, se moviliza de forma unitaria, se evitan protagonismos, etc., el personal responde.
Como en Chile, que esta siendo un gran ejemplo, la lucha por una educación publica digna, de calidad, con respeto de los derechos de alumnos y profesores, CONTINUA.
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