Las noches del verano de 1964, en la replaza del secano de mis
padres en Xativa, la canción que mas escuché fue “All my loving” de The
Beatles. Mi prima Nieves Casesnoves, que había estado estudiando en Inglaterra,
se trajo un EP recién publicado, que tenia cuatro formidables canciones: “Ask
me why”, “Money”, “P.S. I love you” y “All my loving”. Nieves, que era y es un
encanto, además de muy guapa, me lo
prestó y yo lo ponía constantemente en el nuevo tocadiscos estereo que mi padre
nos había comprado hacia un año y que siempre nos dejaba llevar en el coche en
todos los viajes desde Madrid.
Al hacerse de noche, lo enchufábamos en el casquillo de una bombilla
encima de una mesa de piedra debajo de los pinos y estábamos oyendo música
hasta la hora de la cena. Después nos dejaban otro rato, hasta que mis primas y
primos pequeños se iban a dormir. Teníamos ya algunos discos, lps, eps y
singles. Un batiburrillo curioso. Música popular alemana, bandas de música y rondallas
valencianas y Domenico Modugno de mi padre; Mozart, Chopin y Listz de mi madre;
y lo que nos habían ido comprando a los hijos: la banda sonora de “West side
story”, algún ep de The Beatles y The Rolling Stones, Marie Laforet y Francoise
Hardy, Los Brincos, Adamo y poco mas. Pero el “All my loving” era lo que mas
nos gustaba a todos. El tocadiscos sonaba imponente. Era un Grunding ultimo
modelo comprado a muy buen precio en el Economato del Ministerio del Aire, al
que, no sé muy bien porque razones, mi padre tenía acceso.
Alguna tarde también hacíamos guateques, en los que hasta podíamos
bailar agarrados, dentro de un orden. Yo todavía no tenia 15 años, pero mis
padres no eran muy estrictos al respecto, seguramente influidos en que chicos y
chicas éramos todos, o familiares mas o menos cercanos o de familias conocidas
de Xativa. Conservo algunas fotos muy divertidas de aquellos guateques, como unas en las que mi mejor amigo del
colegio, Juan Manuel Membrillera, y yo, estamos bailando con dos sensacionales
hermanas gemelas, que vestían igual, de cuyo nombre ya no me acuerdo y que
pronto dejaron de venir a bailar con chavales tan jovencitos como nosotros. Y “All my loving” seguía siendo la canción
mas demandada, porque tenia su ritmo y a la vez se podía bailar agarrado.
Sé que muchos consideran la segunda época como la mejor de The Beatles,
la que empieza con el lp “Rubber soul”, sigue con “Revolver”, después “Sargents
Peppers Lonely” y culmina con “Abbey Road” y “White Album”. Pero reconociendo
el valor musicalmente revolucionario de la mayoría de estos discos, (a pesar de
que los dos últimos citados a ratos me parecen un poco plastas) yo prefiero los
primeros. De hecho casi nunca se me ocurre cantar, mejor dicho tatarear, “A day
in the life”, “With a little help from my friends” o “Eleanor Rigby”, “And your
bird can sing”, “Julia” o “Norwegian wood”, siendo como son canciones
sensacionales, lo que sí hago con casi todas las canciones de sus discos
iniciales. Y a la postre la música
inmortal es la que permanece en nuestras cabezas y nos apetece recordar cuando
estamos alegres o tristes, cincuenta años después de haber sido grabadas.
“All my loving” solo dura dos minutos y seis segundos. Inicialmente
estaba incluida en el segundo y
excelente lp del grupo, “With The Beatles”, grabado en el verano de 1963. La
voz solista es la de Paul McCartney. La letra no puede ser mas simple, una declaración
de amor adolescente, como las que todos hemos hecho o querido hacer a esa edad. Cuatro sencillas estrofas y un
estribillo de chico que añora chica. Nada que ver con las canciones de amor que
p.e. por aquella misma época estaba componiendo Bob Dylan (a las que dedicaré
el post del próximo fin de semana). Por esa letra nunca les darían el Premio
Nobel de Literatura a sus autores Paul McCartney (el autentico compositor) y
John Lennon. ¡Pero que canción! ¡Que maravilla de canción! Es la quinta esencia
del pop, con gotas de suave rock e incluso aromas de música country. Si por algo se recordará a
la música del siglo XX es precisamente por canciones como “All my loving”. Una
eterna canción de amor para bailar. Sin ninguna pretensión, pero que te
engancha desde el primer momento. Ni que decir tiene que el lp y el ep llegaron
al número 1 de las listas de ventas.
Es una canción tan extraordinaria que hasta la versión rumba que
hicieron Los Manolos en los años 90 es
fenomenal.
Y lo mejor de todo, la compuso Paul cuando ni siquiera tenía 21 años.
¡Eran geniales!
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