España ha realizado en los últimos 25 años una impresionante inversión
en la red ferroviaria de Alta Velocidad. inversión, de la que si bien están muy
orgullosos los diversos gobiernos que la han ido decidiendo y que efectivamente
ha colocado a nuestro país entre los primeros del mundo en kilómetros de este
tipo de red, sin embargo también ha levantado criticas de diversa índole, sobre
la oportunidad de la misma. Hay quienes consideran que había otras prioridades
sociales o de infraestructuras y también los que opinan que hubiera sido mejor
una modernización generalizada de toda nuestra red ferroviaria y apostar por lo
que se denominan corredores de velocidad alta (en torno a los 200 kms/hora).
A raíz de un viaje el pasado verano por Alemania, ya comenté en este
blog la espectacular red ferroviaria de ese país, modelo de extensión capilar, con
unos servicios de cercanías espectaculares, con frecuencias adaptadas a las
necesidades ciudadanas, puntualidad, accesibilidad, la intensa utilización de
la red por el transporte de mercancías, etc.
y que a la vez sus trenes Intercity (lo más parecido a nuestro AVE) eran
mucho mas sobrios que los españoles.
Aquí con ese complejo de nuevos ricos que ha caracterizado a nuestros
gobiernos, hemos preferido dotarnos de una red “súper”, (con unas costosísimas
estaciones que parecen catedrales, dicho sea de paso) que sin duda está entre
las mejores del mundo, a la vez que se cerraban miles de kms de líneas o recorridos
considerados secundarios, se disminuían frecuencias o se volcaba la inversión
en la red radial desde Madrid, penalizando las transversales o las
horizontales, que hacen difícil ir de
Barcelona a Cádiz, o de Gijón a Bilbao o a Vigo, o de Salamanca a Zaragoza. Por
no hablar del abandono sobre todo de Extremadura, pero también de Cantabria, La
Rioja o Murcia.
Es evidente que el índice de población o la frecuencia de utilización,
deben ser factores a tener en cuenta a la hora de diseñar o mantener la red
ferroviaria. Pero el transporte ferroviario es ante todo un servicio público
que no puede regirse fundamentalmente por razones de coste económico. No debe
ser ruinoso pero tampoco aspirar a que sea rentable por definición. Además las características
y el propio diseño de la red puede estimular o por el contrario desincentivar
su utilización. La gente de Badajoz no utiliza el tren para ir a Madrid porque
sabe que es insoportable tal y como está hoy. Por el contrario la mayoría de
los madrileños ni nos planteamos ir a Sevilla en coche teniendo un AVE en tan
magnificas condiciones.
Os cuento mi caso. Tenemos un apartamento en la playa de Alcossebre (Castellón
de la Plana), a 480 kms. de Madrid, por dos autovías sucesivas con frecuentes problemas de saturación de trafico y enorme
presencia de camiones. Solemos tardar en coche en torno a 5 horas, salvo en
puentes y operaciones salida y vuelta de vacaciones que puede llegar hasta 7
horas. Y hay un tren “Alvia”, que utilizando hasta Valencia el nuevo trazado
del AVE, llega a Oropesa, a 15 kms. de Alcossebre en 3 horas y 20 minutos. Vas
descansado y sin contaminación. Desde hace ya algunos años es lo que solemos
utilizar. Adelanto que es un tren que va siempre lleno y que hay que sacar los
billetes con cierta antelación. Pues bien, RENFE, obsesionada con los
costes, cada vez pone mas dificultades
para mantener este trayecto, reduciendo su frecuencia y los días del año en que
esta operativo. Más carnaza a la saturación de las carreteras, que por cierto
con la política de recortes, están cada vez peor mantenidas.
Tampoco hay que olvidar que para la gente mayor de 65 años, con cierta
perdida de facultades conductoras (como pronto será mi caso), disponer de un
buen servicio ferroviario es una aliciente para su movilidad y sí muy pronto
superaran el 20% de la población española, apostar por un buen sistema
ferroviario es facilitar la movilidad y el turismo interior de uno de cada
cinco españoles y sobre todo españolas.
Pues bien, siendo la red ferroviaria una cuestión esencial para el
desarrollo económico de nuestro país, para su cohesión territorial, para una
disminución de las diferencias regionales, llama mucho la atención que este sea
un tema secundario en los debates políticos, económicos, presupuestarios, de la
sociedad española. Todo lo más se circunscribe a debates puntuales, muy técnicos,
de personas muy conocedoras de la materia y el resto de la ciudadanía o no nos
enteramos o no tenemos opción de opinar con fundamento.
El terrible accidente de Santiago de Compostela, ha desencadenado un aluvión
de pésames, declaraciones de solidaridad y tres días de luto. Vale, pero seria
mucho mejor declarar tres días de debate en el Pleno del Congreso de los
Diputados sobre la situación y perspectivas de la red ferroviaria de nuestro país.
O por ejemplo recabar un informe exhaustivo de las condiciones de seguridad de
ese tramo ferroviario o de otros, el por qué los sistemas de detección de
fallos humanos o materiales no están extendidos a toda la red, o de quien fue la decisión de ahorrarse dinero en las
expropiaciones de terreno que hubiera requerido la supresión o atenuación de la
curva del accidente. Porque lo cómodo y lo injusto seria echar toda la culpa (y
sin duda tiene una gravísima responsabilidad) al conductor que circuló al doble
de lo permitido, ya que hay que contar con
fallos o errores humanos y tener los medios para evitar o paliar sus
consecuencias.
La mejor manera de honrar a las victimas de Santiago seria precisamente
ese debate en profundidad sobre nuestra
red de ferrocarriles.
Y un último apunte. Recientemente he leído sobre los problemas que el
trazado del futuro AVE a Asturias está encontrando para la adecuada
consolidación del muy difícil túnel de Pajares. Leerlo ponía los pelos de
punta, a mi por lo menos que me gustaría ir en tren todos los meses a ver a mi
hijo Juan y a Rubén a Gijón. La noticia de las filtraciones de agua, no ha
merecido que yo sepa desmentido alguno del Ministerio de Fomento ni debate
parlamentario al respecto y no se trata de un tema menor. No pretendo ser
tremendista, pero tampoco quiero esperar
a que pasara algo en Pajares para que se
abriera un debate al respecto.
Como tampoco seria suficiente superar el trago político de este gravísimo
accidente con una pregunta parlamentaria o una comparecencia de la Ministra de
Fomento.
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