miércoles, 14 de marzo de 2012

LA LUCHA QUE NO CESA



Hace 45 años luchábamos por la libertad y bastantes también por la revolución socialista. Después por la Constitución y los derechos sociales. Contra el golpismo. También contra el terrorismo de ETA. Más tarde contra las Bases Norteamericanas en España y enseguida por la salida de la OTAN. Años después contra las invasiones y guerras imperialistas. Contra la Pobreza…..Y cuando parecía que ya nos íbamos a dedicar a los hobbys y a los nietos, otra vez a la calle. Esta vez por los derechos y la calidad de vida de nuestros hijos.

¿Quién nos lo iba a decir cuando teníamos 17 años y corríamos por primera vez delante de los grises que en la vejez seguiríamos manifestándonos?  Y sobre todo ¿Quiénes de nosotros, inflamados del optimismo histórico de los jóvenes de,  izquierda, podían pensar que sus hijos iban a retroceder en su bienestar social por culpa de ese capitalismo insaciable y cruel? ¡Vaya rollo! Y lo peor es que no tenemos mas remedio.

Se ha deshecho el espejismo del pacto social entre el capital y el movimiento obrero socialdemócrata que permitió la construcción del Estado de Bienestar. Ese pacto social que durante años los que éramos mas extremistas rechazábamos y que poco a poco fuimos admitiendo de la mano de la enorme extensión de las clases medias, de la mejora de las condiciones de vida y trabajo de la clase obrera. Pero el gran capital no ha cambiado, como cambiamos nosotros. Su ambición, su codicia sin límites nos ha arrastrado a la crisis y quieren salir de ella mejor aun de lo que entraron.

La diferencia, la gran diferencia, es que en esta ocasión no solo van contra la clase obrera, van también contra las amplias clases medias y sobre todo contra los hijos de esas nuevas clases medias, que alejándose de las penurias y sacrificios de sus padres y abuelos, se creyeron que esto era jauja, todos universitarios, casi todos masters, erasmus, bilingües y luego todos con adosados, todoterrenos y vacaciones por todo el mundo. Pero el gran capital tiene otros planes para nuestros hijos. Y resulta que aquellas rojadas que decía Marcelino Camacho, que muchos pensábamos que estaban ya desfasadas, va a resultar que no, que siguen siendo ciertas.

Así que aquí estamos, preparando la huelga general del día 29 de marzo y lo que venga.

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