Sin quitar un ápice de gravedad a las consecuencias del recorte presupuestario que va a suponer reducir en el año 2012 el déficit publico del 8’5% del PIB al 5’8% en lugar del 4’4%, inicialmente pactado por España con las instituciones de la Unión Europea, hay que admitir que la decisión de Rajoy es muy importante…aunque no ha sido voluntaria.
La reducción de déficit del 8’5% al 5’8% suponen aproximadamente 28.000 millones de euros menos de gasto publico, que pueden ser bastante menos si las medidas de incremento de los ingresos fiscales funcionan razonablemente. La diferencia de 1’4 puntos del PIB entre lo acordado y lo ahora decidido representan en torno a 15.000 millones de euros y para hacernos una idea, el gasto anual de la Administración General del Estado en atención a la dependencia supuso en torno a 1.500 millones de euros en el año 2011. Por ello, sumar a los 28.000 millones otros 15.000 millones, habría exigido aun mayores recortes de derechos sociales, profundizar el deterioro de los servicios públicos y mas destrucción de empleo publico y privado.
Y decía que no ha sido una decisión voluntaria del presidente del gobierno, porque en ella ha influido de manera decisiva la movilización social que se esta produciendo en España desde hace varios meses y que se ha acentuado en las ultimas semanas. Si la ciudadanía, los sindicatos, los enseñantes, los profesionales de la salud, los estudiantes y numerosas organizaciones sociales no hubiéramos estado en la calle cada vez de forma mas masiva y unitaria, Rajoy habría cumplido tajantemente con lo pactado por el gobierno de Rodríguez Zapatero con la Unión Europea.
Si el silencio, la pasividad y la desmovilización hubiera sido la respuesta a las medidas aprobadas o anunciadas por los gobiernos autonómicos y por el gobierno de España, que nadie lo dude, nos habrían recortado íntegramente los 4’1 puntos del PIB.
Una vez mas queda claro que la lucha sirve, que la movilización social no es inútil, que la protesta da resultados. Hay que tener presente que no solo hay que valorar lo que conseguimos avanzar, sino también, como en este caso, lo que evitamos. Es cierto que no todo lo que quisiéramos y todo lo que nos proponíamos, pero en este caso hemos logrado que no nos saquen de nuestros bolsillos 15.000 millones de euros más.
Este es un argumento que tenemos que explicar y utilizar a fondo para los que tienen mucho miedo y con razón, para quienes están desmoralizados, deprimidos o escépticos, para los que incluso reniegan de nuestra sociedad, de sus vecinos porque piensan que tienen lo merecido por votar al PP o no ir a votar o porque han llegado a la pesimista conclusión de que nuestro país no tiene arreglo.
La lucha ha obtenido un primer resultado. Hay que seguir. En este mes de marzo tenemos varias e importantes citas.
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