martes, 20 de marzo de 2012

IZQUIERDA ABIERTA: UNA APUESTA NECESARIA, AUNQUE ARRIESGADA


 
 En las ultimas estas semanas Gaspar Llamazares esta presentando en diversos lugares de España la iniciativa de un nuevo partido, “Izquierda Abierta”, integrada en la coalición Izquierda Unida. Y ante esta iniciativa hay quienes se pueden preguntar sobre la oportunidad y viabilidad de la misma: ¿Realmente es necesario construir otro partido político en el ámbito de la izquierda, aunque sea dentro de IU? ¿No estaremos ante una nueva repetición de un viaje a medio plazo hacia el PSOE?

Es evidente que últimamente ha habido una recuperación electoral de IU y es cierto que ha mejorado el clima interno dentro de la coalición, como refleja la actitud que al menos públicamente esta manteniendo Cayo Lara, que rompiendo con una arraigada tradición no ha descalificado esta iniciativa e incluso ha comentado que viene a “sumar” a IU. Pero aun y así, hay muchos afiliados que se han ido paulatinamente desentendiendo por diversas razones políticas o de malestar por los enfrentamientos internos; hay también gente de izquierdas que desilusionados del PSOE buscan una nueva referencia, pero que consideran que el discurso y las practicas de IU están muy desfasados y son poco atractivas; como igualmente hemos escuchado con frecuencia en las recientes elecciones que muchos hubiera votado a IU si hubiera sido Gaspar su candidato.

Hay por tanto una demanda interna y externa de una propuesta  política que en muchos aspectos coincide con IU pero que va mas allá, que reclama un partido que sea mas innovador, mas vivo, mas participativo.

Llamazares y los principales portavoces de Izquierda Abierta, han hablado de una organización política que supere los limites y corsés del partido tradicional, que sea mas horizontal, mas participativa y democrática, que aproveche las experiencias innovadoras de las redes sociales e incluso han utilizado un termino muy querido por Gaspar, una organización “amable; aunque no han dejado claro como se puede articular la participación en Izquierda Abierta de personas que no quieren formar parte de IU que pueden ser un gran activo de Izquierda Abierta y una vía del regreso a la participación política de personas alejadas o desencantadas y que no se deberían perder por el camino.

Pero el interrogante mas serio es la perspectiva futura de Izquierda Abierta. ¿Terminara en el PSOE?, como lo hizo la mayoría del PTE de Santiago Carrillo, la Fundación Europa de Enrique Curiel o el PDNI de López Garrido? ¿Cómo reaccionaran si sectores  radicales y sectarios de IU les hacen la vida imposible?  La historia no tiene porque repetirse mecánicamente, pero lo cierto es que la  izquierda de raíz o influencia comunista hemos tenido una compleja relación con el PSOE. Una veces de enfrentamiento absoluto, estuviera más o menos merecida la oposición, otras de seguidísimo acrítico. No es fácil encontrar el punto de equilibrio, como no es fácil consolidar un espacio político a la izquierda del PSOE diferenciado al que ha venido desempeñando tradicionalmente IU. Ese espacio era mas fácil de establecer frente al sectarismo radical de Julio Anguita, hoy las cosas no son así, al menos en la mayoría del equipo dirigente de IU.  El propio distanciamiento que en el pasado mantuvo el anguitismo con los sindicatos de clase, ha sido bastante corregido por Cayo Lara, continuando la línea de colaboración y apoyo que estableció Llamazares.

Es evidente que hay cuestiones en la actual política de IU que a muchos no nos satisfacen,  como es el muy relativo interés por el ecologismo y el desarrollo sostenible, el respeto a la diversidad sexual  o la necesidad de superar el discurso antisistema primario que a menudo impregna a sectores de la coalición. Pero quizás las mayores diferencias se sitúen en lo que es la práctica interna de la organización, las actitudes intransigentes y sectarias, las peleas burocráticas, la sempiterna desconfianza hacia los cargos públicos, el encorsetamiento de la participación en las asambleas y áreas, etc.

El objetivo de Izquierda Abierta deberia ser por tanto mantenerse en IU, contribuir a revitalizar, actualizar y enriquecer su discurso, mejorar su vida interna, recuperar afiliados y militantes que se han ido alejando y atraer a nuevos colectivos. Esa nueva Izquierda Unida seria el mejor estimulo y presión para forzar desde fuera una renovación del PSOE, (que no va ser tarea fácil), ya que sin esa renovación y giro a la izquierda del PSOE es imposible desplazar del poder a la derecha de nuestro país, que es lo que todos buscamos.

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