viernes, 2 de agosto de 2013

Y DE LA REFORMA DEL SISTEMA DE ENERGIA ¿CUANDO SE DEBATE?




Supongo que a la mayoría de la ciudadanía la comparecencia de Rajoy el posterior debate no nos ha despertado el menor interés. Y no es que el tema sea una nimiedad, sino porque los “árboles de Barcenas” nos están tapando “el bosque de la crisis” y algunas importantes reformas que se están sucediendo, que por su trascendencia exigirían un amplio debate social y político, pueden pasar casi desapercibidas. Pongo dos ejemplos: la reforma de las administraciones locales y la reforma del sistema de energía. De la primera escribiré la semana que viene.

Me considero una persona razonablemente informada y conocedora de lo sustancial del funcionamiento de nuestro sistema económico. Pues bien, no he conseguido enterarme con claridad del contenido de las medidas adoptadas por el gobierno en las últimas semanas que afectan a nuestro sistema de producción y provisión de energía, al llamado déficit tarifario, a la revisión del funcionamiento de la autoproducción de energías renovables, al apoyo público a estas ultimas etc. No se muy bien que reforma se ha hecho y cuales son sus consecuencias. Y si acudo a la información publicada, el lío que tengo se incrementa.

Todas las empresas eléctricas han protestado por las medidas del gobierno que según dicen penaliza la actividad del sector y va a suponer un parón en las necesarias inversiones de mantenimiento y actualización. El sector mas especializado de las energías renovables, que cada día estaba teniendo una mayor implantación en España y una mas audaz presencia en el extranjero, se queja duramente por lo que consideran un grave perjuicio y un profundo retroceso para las empresas y los consumidores. Precisamente las organizaciones de consumidores hablan de un encarecimiento generalizado de la factura eléctrica, en algunos casos muy elevado, en especial para los hogares y pequeñas empresas. He leído un artículo del antiguo presidente de Red Eléctrica, Jorge Fabra, al que conozco desde adolescente, que me merece todos mis respetos, muy critico con la reforma, pero muchos aspectos de ese artículo se me escapan. Y por ultimo me resultan sorprendentes las discrepancias entre los Ministros Montoro y Soria con motivo de las medidas finalmente aprobadas.

Podría pensarse que este es un tema muy técnico, que solo pueden entender los especialistas y se acabó. Efectivamente seguro que es un tema complejo técnicamente, pero desde luego es trascendental para la vida de toda la población de nuestro país, para la salida de la crisis, para los gastos de las familias y de las empresas, para la competitividad de la economía española.

En este ultimo aspecto, se habla mucho de la rigidez de la legislación laboral o de los altos costes salariales y de cotizaciones sociales de los empresarios, pero en el conjunto de las facturas de fin de mes para la inmensa mayoría de las empresas el precio de la energía consumida es tan importante o más que otros factores vinculados a la mano de obra. Una energía cara, o poco eficiente en su producción y distribución lastra a fondo la competitividad de un país. El apoyo mas  intenso a las energías renovables, a las formulas de bajo consumo o de autoproducción, puede ser una vía muy oportuna para reducir costes y aumentar la competitividad. Por otra parte el debate de la energía nuclear aparece y desaparece puntualmente, ligado a al cierre de una central o un incidente o accidente en alguna de ellas, pero no lo hemos logrado afrontar con rigor, desde una perspectiva integral  del conjunto de las necesidades energéticas y con una proyección a largo plazo, por lo que inevitablemente se convierte en un debate de blanco o negro.

Y en este marco año tras año sigue subiendo el recibo de la luz en los hogares y sin embargo las empresas del sector, que han experimentado un profundo proceso de concentración en las dos ultimas décadas, siguen quejándose a pesar de los dividendos que ejercicio tras ejercicio reparten a sus accionistas, que por otra parte son en muchos casos modestos ahorradores.

¿Quién tiene razón en esta oscura madeja? ¿Cómo se puede aportar luz, valga la expresión, a esa contradicción de intereses y conjunto de necesidades?

En mi opinión lo primero que hay que hacer es explicar bien las cosas, empezando por el punto de partida lógico: ¿Cuáles son las necesidades de la demanda? ¿Cuáles son las posibilidades de la oferta? ¿Cuáles son las perspectivas a medio y largo plazo? ¿Qué escenarios de costes hay? ¿Cómo se deberían distribuir esos costes? Todo ello, con datos y cifras concretas y no con frases hechas.

La ciudadanía tiene que conocer y opinar sobre el modelo energético, las diversas opciones de presente y futuro y los costes que todo ello tiene para las personas, las familias y las empresas. Esto es muchísimo más importante y decisivo que el simplismo del debate sobre las andanzas de Barcenas, la financiación irregular del PP y el papel de Rajoy en todo ello. Pero desgraciadamente parece que casi todos prefieren apuntarse a esta bronca y dejar en un segundo plano lo que realmente necesitamos y nos afecta a toda el país. Es posible que a algunas de las grandes fortunas españolas vinculadas al sector de la energía, algunos altos ejecutivos de esas empresas y algunos grandes bancos con estrechas relaciones, les venga de maravilla que nos enredemos y entretengamos con Barcenas y mientras, ellos a lo suyo.

Deberíamos exigir claridad y transparencia en los partidos, pero mucho más aun al opaco mundo de la energía.

 


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