Cada vez que escucho a Valeriano Gómez, ultimo ministro de Trabajo del PSOE, criticar las políticas de empleo o de pensiones del gobierno de Rajoy, no se si troncharme de risa o cabrearme o las dos cosas. Supongo que lo mismo le sucederá a la inmensa mayoría de los ciudadanos de nuestro país. Y cuando es Pérez Rubalcaba el que realiza las criticas al PP, mas de lo mismo. O cuando la televisión nos muestra las imágenes del llamado equipo económico del líder de la oposición, me pongo a temblar de que algún día ellos ocupen el lugar que dejo Elena Salgado o Pedro Solbes. Ese es el grave problema y el gran error del PSOE con el cierre en falso de su último congreso sin renovar a fondo su dirección.
Cualquier cosa que digan no tiene la más minima credibilidad para la gente normal y corriente. No es tanto que las criticas que hagan no tengan fundamento o estén equivocadas, es que lo primero que se le viene a cualquiera a la cabeza es pensar ¿y porque no lo hicisteis vosotros cuando gobernabais?
Miremos donde miremos buena parte de los desastres que se están sucediendo hunden sus raíces en la segunda legislatura del PSOE. En esa política de nombramientos tan alucinante como colocar a Miguel Fernández Ordóñez al frente del Banco de España, a Divar en el Consejo del Poder Judicial o Alberto Oliart en la RTVE. Las sucesivas contrarreformas fiscales, la permisividad con el fraude y la economía sumergida que denunciaban hasta los propios inspectores fiscales, el miedo ante las arremetidas de la Conferencia Episcopal o las concesiones a los medios privados audiovisuales con la reforma de la financiación de RTVE que la ha sumido en una crisis gravísima. Además la reforma laboral, la de las pensiones, los retrocesos en la ley de dependencia, la pasividad ante la especulación y la burbuja inmobiliaria, la actitud timorata y seguidista del PP en relación a la pacificación de Euzkadi, que ahora esta pagando el gobierno de Paxti López, a pesar de su razonable gestión; las decisiones faraónicas en relación con el AVE o los aeropuertos….
No pueden seguir siendo los mismos que hicieron esas políticas los que encabezan la oposición a Rajoy, porque los ministros del PP solo tienen que tirar de hemeroteca para decirles “y tu más”.
Además Rubalcaba y su equipo no hacen más que enviar mensajes confusos a la opinión publica. Por un lado la portavoz socialista Soraya Rodríguez realiza, con razón, furibundas criticas a las medidas económicas y a renglón seguido Rubalcaba ofrece el Pacto de Estado, para quedar como líder responsable o propone hacer un frente común en Bruselas con un Rajoy cuyo rasgo mas definitorio es no cumplir nada de lo que dice. Así no araña ni un solo voto del centro y ahuyenta a muchos de la izquierda.
El PSOE, cuanto antes mejor, debería renovar de arriba a abajo al actual equipo dirigente de Rubalcaba y propulsar una nueva dirección, que no tiene porque ser exclusivamente de jovencitos, sino de gente que tenga un proyecto claro, que no este implicado en tareas de la ultima legislatura de Zapatero y que sepa comunicar en lenguaje común y no tecnócrata. Será la única manera de frenar su caída de intención de voto e iniciar una recuperación. Y si dicen que esos mirlos blancos no existen, lo que no me creo, entonces si tendrían merecida esa debacle en la que están inmersos, en la que dicho sea de paso, están a tan solo 9’9 puntos de IU, es decir mas cerca de IU que del PP, algo que no había sucedido nunca en la historia de la democracia.
Por cierto los socialistas deberían pensar en una frase contenida en la muy interesante entrevista en el suplemento Babelia de El País del 7 de julio al escritor Petros Markaris, en la que dice “El Pasok hundió a las clases medias y bajas, justo las que le votaban, por eso se ha convertido en una fuerza marginal”. Una buena reflexión que de alguna manera también se podría aplicar en nuestro país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario