sábado, 14 de julio de 2012

AQUEL CONCIERTO DE LOS ROLLING STONES



Estos días estamos de doble celebración con los Rolling Stones: los cincuenta años de su formación como grupo y los treinta de su mítico concierto en el Estadio Calderón de Madrid. Tuve la suerte de que mi padre cuando nos compro el primer tocadiscos, añadió además de dos eps de The Beatles, el lp de la banda sonora de West side Story y otro ep de Domenico Modugno (este para el), el primer ep publicado en España de los Rolling. Incluía una canción formidable “Tell me (you’re coming back)”, que nunca me cansaba de escuchar y me convirtió en fan suyo para siempre.

No pude asistir a su primer concierto en España en la Plaza de Toros de Barcelona en junio de 1976. Eran tiempos difíciles. Estábamos  saturados de trabajo en el despacho laboralista de Españoleto 13 y no hubiera sido muy correcto políticamente cogerme un permiso con tal motivo, cuando además en la célula de los abogados comunistas estábamos en plena pelea entre el ala dura (en la que yo participaba) y la moderada. Así que me quede sin concierto.

Para el segundo concierto, el 7 de julio de 1982, las cosas, afortunadamente, habían cambiado.  Y sobre todo se celebro en Madrid. Fui con dos amigos del sindicato, Montse y Jordi. El primer recuerdo que tengo es el horroroso calor que pasamos en la demencial entrada al estadio. Y cuando digo “horroroso”, aun me quedo corto. Jamás, jamás en mi vida he pasado tanto calor. Y cuando digo “demencial entrada”  también me quedo corto. Fuimos con varias horas de antelación, precisamente para no hacer cola y fue inútil. La cola en la que estábamos no avanzaba nada. Todos sudando. Protestando. Cuando empezó a tocar el grupo telonero de rock sureño, The J. Geils Band, a pesar de hacerlo con una hora de retraso sobre lo previsto, el cabreo y los nervios de los miles y miles que seguíamos en la cola fue creciendo  y fue entonces cuando empezaron a aligerar.

Estábamos en una entrada bastante buena de las gradas, en la parte izquierda del escenario y muy cerca del mismo. No voy a entrar en detalles de un concierto archiconocido y considerado de los mejores de su trayectoria, ni del tremendo chaparrón y vendaval que hubo, que nos refresco a todos pero nos acojono de que se suspendiera la actuación, dado como se movían las telas y los cables  del escenario. Pero la tormenta paso y allí estaban ellos. Los Rolling no nos defraudaron. Además fueron muy generosos, tanto en la duración como en la selección del repertorio.

Al terminar, absolutamente conmocionados por lo que habíamos oído y visto y por la insolación, los tres nos fuimos a Malasaña, a la Sala “Maravillas”, junto con “Slogan”, una de nuestras preferidas. Nos sentamos como zombies a beber cervezas en uno de los bancos. Y poco fueron llegando más zombies con nuestras mismas señales: colorados/requemados, sedientos, agotados, y sobre todo transpuestos.

Al día siguiente escribí un reportaje para Mundo Obrero, semanario del PCE, en el que colaboraba de vez en cuando. No se quien se sorprendió mas, si el redactor jefe cuando le mande el articulo o yo cuando lo vi publicado, con un derroche de fotos en color. Durante tiempo hubo camaradas y amigos que cuando nos veíamos me hablaban de aquel articulo. Realmente  los tiempos habían cambiado.

He estado en otros conciertos memorables, pero como aquel ninguno.


No hay comentarios:

Publicar un comentario