El PP no ha podido soportar una RTVE independiente y respetuosa con la libertad de información y el pluralismo. Ha decidido cortar por lo sano. Núñez Feijo, presidente de la Xunta de Galicia, que no es muy de derechas, pero si muy listo, lo había expresado con claridad: el trato que recibían de los servicios informativos de RTVE les estaba perjudicando. Demasiada información sobre huelgas, manifestaciones, cargas de la policía, caso Gurtell, reportajes sobre las consecuencias de la crisis….y el PP que empieza a bajar en las encuestas con solo cien días de gobierno. Rajoy acaba de decir que aun le quedan reformas para varios meses y es evidente que no se pueden permitir el lujo de un medio de comunicación audiovisual publico, cada día mas prestigiado, reflejando la verdad y eso que los servicios informativos de RTVE desde el triunfo del PP les estaban tratando con guante blanco e incluso con mucha consideración.
La ofensiva venia de lejos. He sido testigo de las insistentes quejas que los representantes del PP hacían en las reuniones del Consejo de Administración de RTVE sobre la supuesta manipulación de los informativos, siempre sin pruebas. Mas aun, mes a mes he visto avergonzado los increíbles ataques e incluso groseras descalificaciones personales, primero a Luis Fernández y después a Alberto Oliart (que no es precisamente un político de izquierdas) por parte de los diputados y senadores del PP en la Comisión Mixta Congreso-Senado de Control de RTVE.
Encima la radio televisión publica mantenía su liderazgo de audiencia, incluso RNE el pasado cuatrimestre lograba el tercer lugar en el ranking radiofónico. Y sobre todo eran una referencia incuestionable de programación de calidad, de respeto a la ciudadanía, de evitar la zafiedad machista o la violencia gratuita, el cuidado con los horarios infantiles, etc. a años luz de la bazofia de las televisiones privadas y de otras muchas publicas.
En ese espejo no querían mirarse y han decidido romperlo. Primero ahogando financieramente a una empresa pública, que por primera vez en sus más de 50 años de historia había conseguido equilibrar sus cuentas, evitando el déficit. No contentos con ello, ahora han decidido aniquilar su independencia y pronto veremos una masacre de reducción de la plantilla. A la derecha española y nacionalista les resultaba insoportable la convivencia con uno de los logros más importantes del Presidente Rodríguez Zapatero.
Dos reflexiones finales. Espero que los profesionales de los servicios informativos de RTVE que fueron tan ágiles y contundentes en enfrentarse al Consejo de Administración el pasado mes de septiembre ante una decisión de este, errónea pero reparable, sean ahora al menos tan firmes y decididos ante la guillotina que se esta preparando en Torrespaña.
Y por ultimo. La izquierda española nos quedamos sin ningún medio audiovisual, no digo favorable, sino meramente independiente. Esta es una realidad gravísima, que puede tener nefastas consecuencias para su recuperación electoral. Tendremos que pensar como hacemos frente a ese apagón informativo que para las ideas progresistas va a sufrir nuestro país.
Personalmente me siento orgulloso de haber participado en ese proceso de dignificación democrática y de calidad profesional que ha vivido RTVE durante cinco años y de haber trabajado bajo la dirección de Luis Fernández y Alberto Oliart, que a pesar de determinadas y a veces importantes discrepancias, fueron totalmente respetuosos con la independencia y la calidad de RTVE.
Fue bonito mientras duro.
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