El Arnadi es un dulce de origen árabe. Se cocina con calabaza, huevos, almendras molidas y mucha azúcar. En Xativa, llena de hornos y pastelerías, eran maestros haciéndolo para la Semana Santa. Nadie conseguía igualar al de mi tía Ascensión, hermana de mi abuela Elisa. Al llegar de Madrid siempre íbamos a verla en su casa y del tío Andrés Guiteras, que tenia un precioso jardín romántico que a principios del siglo XX había pintado Santiago Rusiñol en una de sus visitas a sus amigos y seguidores setabenses, el mas destacado de los cuales era Pepe Guiteras del que toda la familia hemos conservado alguno de sus cuadros impresionistas. La tía Ascensión sacaba unos platitos y nos servia Arnadi y después de un viaje en coche de ocho o diez horas, aquellas pocas cucharadas del dulce eran una delicia impagable.
La cofradía de la Virgen de la Soledad todos decían que era la de los niños bien de Xativa. Era distinta a las demás. No íbamos con capas ni con capirotes. Era un traje sofisticado, medio noble renacentista medio patricio romano y con la cabeza descubierta. Si vestirse y colocárselo bien era bastante complicado, el plancharlo era un trabajo ímprobo y después había que extenderlo en sillas por toda una habitación para que no tuviera ni una arruga. La Virgen pesaba muchísimo, se llevaba entre 24 cofrades, altos y jóvenes. Al principio sentías como si se te fuera a hundir el esqueleto hasta el suelo y luego estabas varios días con los hombros enrojecidos y doloridos. Iba con mis primos José Enrique y Manolo Casesnoves, mis primos Javier y Quino Blasco y mi amigo Ricardo Reig, su padre Rafael con la vara de mando dirigía los pasos, sobre todo al salir de la Seó y al torcer por algunas de las calles mas estrechas. Yo ya era rojo, peor aun, del Frente de Liberación Popular, claro que ellos no lo sabían, como desde luego ni se imaginaban mis camaradas de célula en Madrid que en Semana Santa me entusiasmaba llevar en andas a la Virgen de la Soledad. Cuando la primera detención en el estado de excepción de 1969, mi padre le llevo al Jefe de la Brigada Política Social varias fotos con la Virgen a cuestas, me hubiera gustado ver la cara de Saturnino Yague. Mi padre me pago la cuota de cofrade hasta bien entrados los años 80, aunque ya llevaba bastantes años sin ejercer, no por nada, sino porque ya no iba en esas fechas a Xativa.
Antes de subir a la Seó a los Oficios de Jueves Santo junto con mis primos Casesnoves escuchaba en su casa de Fuente Alos La Pasión según San Mateo de Juan Sebastian Bach. No recuerdo que versión tenían. Supongo que la de Otto Klemperer y la Orquesta Philarmonia. Era la mejor y mas popular de aquellos años con Peter Pears, Fiescher-Dieskau, Elisabeth Schwarzkopf, Christa Ludwig, Nicolai Gedda y Walter Berry, ¡casi nada! las mejores voces de la Opera de los años 50 y 60. Era y es una Pasión majestuosa, envolvente, pausada. después llego la revolución historicista y la relectura mas autentica del Barroco de la mano de Gustav Leonhardt y Nikolaus Harnoncourt y las versiones brillantes, chispeantes, incluso marchosas, sin duda mas cercanas a la voluntad creadora de Bach, pero me sigue emocionando mas el clasicismo de Klemperer. Será por los recuerdos.
Así era mi Semana Santa en Xativa cuando ni se podía ir al cine, ni oír en la radio música que no fuera clásica y en la tele solo había procesiones o películas religiosas, tampoco se podia ir de bares y de bailar ni pensarlo. Pero de verdad que en Xativa yo era feliz.
Hola Hector, soy Ana de Cocinaconpoco.com , la autora y dueña de los derechos de autor de la fotografia que has usado sin mi permiso, significa que mis fotos no son tuyas y no las puedas usar sin mi permiso asi, que haz el favor de retirarlas.
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