miércoles, 14 de septiembre de 2011

VAN A POR LOS SINDICATOS: DEFENDAMONOS


Paso a paso  los gobiernos autonómicos de la derecha van a por los Sindicatos de clase. Empezó Esperanza Aguirre, la abanderada del ultraneoliberalismo y tras las elecciones del pasado mayo van todos los demás detrás. La excusa, ahorrar gastos innecesarios, es tan burda en términos económicos y sociales como efectiva ante sectores de la opinión publica. Y me temo que la contestación va a ser escasa y difícil. Los liberados sindicales, ya lo he comentado alguna otra vez, no tienen buena imagen. Lo sindicatos no siempre hemos sido capaces de explicar bien lo que hacemos, como, donde y para que. Tampoco hemos sido contundentes, especialmente en las administraciones publicas, en vigilar con rigor el posible mal uso de los derechos sindicales que se haya podido producir. En los últimos años, en los actos en los que he participado explicando temas relacionados con las políticas sociales, la ley de atención a la dependencia, o la crisis económica, he ido detectando de forma creciente el rechazo hacia los liberados sindicales y mas allá hacia los sindicatos. Y no eran precisamente auditorios reaccionarios, todo lo contrario: pensionistas, trabajadores, profesionales del ámbito social, asociaciones de vecinos. A veces me recordaba la hostilidad que mostraban los empresarios y jefes de personal en los actos en los que explicaba el papel de los sindicatos en los ya lejanos años de la transición. Y los sindicatos no hemos sabido detectar o reaccionar a ese caldo de cultivo antisindical que ha ido creciendo en la sociedad española, que nos ha conducido a estar en la parte mas baja de la aceptación social.No nos hemos esforzado en "vender" mas y mejor todo lo que se ha conseguido en nuestro país gracias a los sindicatos: en salarios, empleo, derechos sociales, pensiones, sanidad, educación o dependencia (ley que salio adelante, no lo olvidemos, gracias al reiterado empeño de los sindicatos y muy en especial de CCOO).

Por ello la  agresión antisindical del PP, de mantenerse, puede tener consecuencias  gravisimas para las clases trabajadoras de nuestro país. Reducir la estructura y los medios sindicales, como decía antes, no es una cuestión económica. Tiene dos objetivos: uno puramente ideológico, de dañar la imagen de los sindicatos en un proyecto de derechización y destrucción de los valores progresistas. Y otro aun mas importante, dañar la capacidad de movilización de los trabajadores ante los recortes que están poniendo en marcha y los que vendrán si no lo evitamos. Debilitar a los sindicatos es la mejor vía para recortar severamente el Estado de Bienestar Social, el papel de lo publico y en definitiva imponer una salida neoliberal a la crisis económica. Es cierto que los sindicatos tienen que aceptar las criticas que se les hacen, afrontar los cambios que sean necesarios, muy en especial de comunicación y transparencia, sobre todo en cada centro de trabajo, desburocratizar y desfuncionalizar algunas practicas, etc. Pero no nos demos patadas en nuestro culo. Menos derechos sindicales, son inevitablemente menos derechos sociales. Y en esto los jóvenes deberían tenerlo muy claro: los sindicatos habremos hecho cosas mal, sin ninguna duda, pero en la escasisima afiliación sindical de los jóvenes esta una de las explicaciones de la precariedad y de los abusos que las empresas cometen contra ellos. Los jóvenes españoles, los de ahora y los de los próximos año, van a tener que luchar muy muy duro contra la derecha y la patronal, como ya lo hicieron sus padres y sus abuelos en el pasado, contar con fuertes sindicatos de clase sera decisivo para ganar.Por eso tienen que defender a los sindicatos de los ataques que están recibiendo y AFILIARSE y aprovechar para cambiar lo que no les guste.

Dos últimos comentarios. Es muy posible que a corto plazo a la derecha extrema y a los empresarios cerriles les venga bien debilitar el sindicalismo de clase, pero lo que no podrán evitar es el malestar social, que por algún lado saldrá y a lo mejor tienen que lidiar con sindicatos corporativos o radicales (que se acuerden de las huelgas salvajes de los controladores, de los conductores de transportes publicos, de médicos, etc. etc.). Quizás entonces mas de uno se acuerde de unos sindicatos de clase combativos, pero responsables. Y lo ultimo, en este largo post. En este contexto resulta como mínimo desconcertante, que el anterior  y muy valioso Secretario General de CCOO le de algunos consejos como los que ha dado a la flor y nata del PP neoliberal, encima en un acto con tintes electorales.

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