viernes, 17 de enero de 2014

A PROPOSITO DE LA MARCHA DEL CIENTIFICO IZPISUA: ¡QUE INVENTEN ELLOS!


En los primeros años del siglo XX se desarrolló en nuestro país un interesante debate social sobre la modernización, que podíamos resumir en la conveniencia de “europeizar España” o por el contrario “españolizar Europa”. Dos grandes figuras de la intelectualidad de aquel momento, José Ortega y Gasset y Miguel de Unamuno, protagonizaron las posiciones mas opuestas.

Unamuno sostuvo que España, con una impresionante legado intelectual y cultural desde Cervantes a Velazquez, no tenia mucho que aprender de Europa y resumió su posición en una frase famosa “que inventen ellos”, que ya nosotros aprovecharíamos esos avances y ponía como ejemplo, el fenómeno de la electricidad, descubierta en Estados Unidos, pero que a principios del siglo XX estaba ya instalada en todas las ciudades españolas. Para que nos íbamos a molestar….

Esa polémica, de una manera u otra, con menores aristas y con diferentes presentaciones, parece como si siguiera vigente en nuestros días.

No tengo suficiente conocimiento ni información para emitir una opinión seria y rigurosa sobre la marcha del eminente científico Juan Carlos Izpisua, abandonando el Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona,  para dedicarse en exclusiva a su trabajo en el Instituto Salk de California. Las cosas nunca son en blanco y negro y es mas que seguro que en la gestión y dedicación de este investigador se hayan producido errores y limitaciones. Como también es muy posible que haya habido problemas de protagonismo. Por tanto no se trata de hacer una defensa cerrada del mismo, sino más bien una reflexión al hilo de ese abandono.

Parece evidente que una de las claves para el desarrollo y la competitividad de un país como el nuestro en un mundo globalizado, no pueden ser ni los bajos salarios, ni el aprovechamiento del turismo, ni las facilidades a la carta para los inversionistas extranjeros. La investigación, la ciencia y la tecnología, el diseño, la innovación, en definitiva el I+D+I tiene una importancia decisiva. Sin embargo ni la iniciativa publica, ni desde luego el sector privado, salvo notables excepciones, han dedicado recursos económicos, materiales y humanos con la intensidad, estabilidad y continuidad necesarios. Se ha preferido invertir en monumentales y a menudo excesivamente costosas y poco útiles infraestructuras.

Peor aun. No se ha apreciado ni se ha valorado ni se ha cuidado políticamente y socialmente, a los miles de investigadores y científicos que dando ejemplo de lealtad a su país han preferido quedarse en España antes que atender atractivas ofertas del extranjero. Peor aun. Estamos asistiendo con los brazos cruzados a la emigración forzosa de miles de licenciados, doctores, jóvenes preparados y dispuestos a poner a disposición de la sociedad española todo lo que habían aprendido en sus aulas. Peor aun. A los que, a pesar de todo,  se quedan, les ofrecen salarios de miseria, horarios sin fin, contratos basura. (Entre paréntesis, a mi yerno, medico especializado en hematología, después de tenerle victima de sucesivos contratos de tres en tres meses, el último que le han hecho ha sido por un mes. En un hospital publico, en una Comunidad con gobierno socialista. Sobran los comentarios).

Peor aun. Desde que se inicio la crisis, año tras año se han recortado las dotaciones presupuestarios en I+D+I, ya de por sí de las mas bajas de Europa en relación al PIB. (Un 16’8% menos en los últimos cuatro años en el CRMB donde trabajaba Juan Carlos Izpisua). Gastábamos poco antes de la crisis y ahora gastamos aun menos.

No hay una estrategia política a medio y largo plazo ni del sector publico ni del privado en materia de I+D+I. No es una prioridad del país, ni de sus gobiernos, central y autonómicos, ni de sus empresarios, siempre salvo honrosas excepciones.

Así que es normal que Izpisua no estuviera ni cómodo ni a gusto, ni estimulado para dar la suficiente y necesaria dedicación al CRMB. No se le ha echado, pero no se ha hecho nada para mantenerlo.

Eso sí, los grandes clubes deportivos, que deben dinero a Hacienda y a la Seguridad Social, que tienen practicas fraudulentas como indica un político tan moderado como Joaquín Almunia, siguen contratando deportistas con unos precios que permitirían, solo uno de ellos, p.e. el buen funcionamiento del CRMB. Claro que este es un argumento demagógico por mi parte. 

La marcha de Izpisua, insisto, sin defender a ultranza su gestión y actitud, debería dar pie para abrir un serio debate en las Cortes Españolas y en el Parlamento Catalán sobre el estado de situación de la investigación en España. Lo malo es que la Generalitat esta en otra y en las Cortes Españolas, el gobierno esta enfrascado con el proyecto de ley del aborto y el principal partido de la oposición no tiene un balance muy brillante que digamos en materia de I+D+I en sus épocas de gobierno, salvo un corto periodo de cambio en la primera legislatura de Zapatero.

Pues nada. Cien años después, en el fondo seguimos los consejos de Miguel de Unamuno.






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