Mi padre me repitió muchas veces que era una lastima que no hubiera
hecho lo mismo que mi primo José María Maravall, que siendo muy de izquierdas
se había afiliado al PSOE en los años 70 y estaba haciendo un gran trabajo.
Siempre le decía lo mismo, “papa yo soy comunista y no socialista, así que no
me meteré en el PSOE, aunque siempre que pueda colaborare con el”. No me fui al
PSOE cuando lo hicieron mis estrechísimos amigos y durante muchos años
compañeros de fatigas, conocidos como los carrillistas. Ni lo hice después,
cuando Nueva Izquierda, de cuya dirección formaba parte, decidió dar el mismo paso. Ni lo haré ahora,
ni lo haré nunca. No por cabezonería u obstinación, sino porque me considero de
la tradición comunista y no socialista. Al igual que me considero valenciano
habiendo nacido en Madrid o rockero. Cada uno es como es.
Pero hay otras razones menos viscerales. Desde la terrible noche del 15
de junio del 1977, en la que, ante nuestra estupefacción, el pueblo español optó por los socialistas
como fuerza mayoritaria de la izquierda, y lo volvió hacer convocatoria
electoral tras convocatoria electoral, inicié un doloroso proceso de reflexión
cuya conclusión es muy sencilla. O los cambios de progreso los protagonizan los
socialistas o no habrá nada que hacer. Como la historia de estos 36 años de
democracia ha demostrado de forma fehaciente.
Es cierto, y esta es la segunda razón de mi posición, que sin la
permanente movilización de los comunistas, PCE primero, IU después, de los
sindicatos y en primer lugar CCOO, de organizaciones pacifistas, ecologistas,
de solidaridad social, etc., los sucesivos gobiernos socialistas muy
posiblemente hubieran realizado una política mucha mas moderada. Por ello es imprescindible que haya una
izquierda combativa, a la izquierda del PSOE y por ello sigo siendo de IU y lo seguiré
siendo toda la vida.
Porque, y esta es la tercera razón, en España siempre ha existido una
franja de la ciudadanía, reducida sin duda pero muy activa, que nunca se va a
sentir identificada con la socialdemocracia y sería una irresponsabilidad
dejarla sin expresión política o que esa expresión política fuera irrelevante o
estéril y no sirviera para nada. Tiene
que canalizarse y aprovecharse políticamente esta capacidad de lucha que
afortunadamente tiene una parte de nuestro país y convertirla en eficaz motor
de cambios.
En definitiva la perspectiva es muy clara. Lo mejor para el progreso de
la sociedad española es la colaboración entre la izquierda mayoritaria y
moderada que representa el PSOE y la izquierda mas transformadora, minoritaria pero muy activa, que representa
IU y otras organizaciones políticas.
Los cambios que ha habido en la sociedad española en los últimos años y
el desgaste y los notables errores de la
izquierda gobernante, hacen previsible que no vaya a ser fácil que el PSOE
vuelva a obtener mayorías absolutas, ni a nivel estatal ni tampoco en los ámbitos
autonómicos. ¿Qué queremos? ¿Qué se alíe con el nacionalismo conservador como
en 1993? ¿O con la izquierda, como en la primera y más fructífera legislatura
de Rodríguez Zapatero?. Yo prefiero la segunda opción sin lugar a dudas, pero
quiero mucho más. Quiero un gobierno de coalición, siguiendo la experiencia de Andalucía.
Un gobierno de coalición PSOE-IU, con un programa pactado que suponga un nítido
giro a la izquierda.
Eso es lo que me ha llevado a firmar con absoluto convencimiento el
documento sobre la próxima Conferencia política del PSOE. Confieso que hasta el
domingo por la mañana, cuando leí el periódico, no sabia nada de “Espacio
Abierto”, conocía, eso sí, a los otros firmantes de la Carta Abierta. Por
cierto solo hay una mujer, algo lamentable
que tendremos que corregir con urgencia. No sé lo que cada uno de ellos a
titulo personal pretende para el futuro. Pero coincido plenamente con lo que
nos une en este momento.
He sido muy sectario e intransigente en mi vida política desde que en
1967 empecé a militar en una organización de extrema izquierda, el Frente de Liberación
Popular. Con mi voto y mi palabra he echado a amigos y camaradas del PCE, me
han echado también a mí. Y ya estoy harto del sectarismo de la izquierda. Por
ello no me preocupa nada donde acabara cada uno de los otros firmantes y por
ello me resultan aburridamente impresentables algunas reacciones y descalificaciones
de amigos y compañeros, ante este manifiesto y nuestra presencia en la
Conferencia política.
Estoy muy harto de dos décadas de gobierno del PP en Madrid, Comunidad
y Ayuntamiento. Estoy muy harto del nacionalismo conservador con sus chantajes
al gobierno del Estado, que tuve que sufrir directamente desde un puesto de
responsabilidad política en 1993 y en 1996. Estoy muy harto del gobierno de
Rajoy y no quiero que repita. No me creo ni de lejos que IU vaya a ser la opción
mayoritaria de la izquierda española, porque la sociedad española
mayoritariamente ni es ni se siente tan de izquierdas. No me creo que
el PSOE vaya a desaparecer, aunque algunos de sus dirigentes parece que lo estén
buscando con su torpeza. Quiero una Ministra de Economía que proceda de IU y también
una Ministra de Sanidad y Servicios Sociales y a ser posible una Ministra de
Educación y también una Vicepresidenta, para que haya otra política económica,
otra política social, otra política educativa y otra política de derechos
civiles. Y eso solo será posible si desde ahora trabajamos juntos en esa dirección.
Por ello no comparto el espejismo de quienes proponen un Frente Amplio
de Izquierdas, excluyendo al PSOE, en
definitiva una variante menos tosca de la teoría de las dos orillas de Julia
Anguita. Apuesto por la Unidad de la izquierda cimentada en la colaboración
entre el PSOE IU. A eso vamos a la
Conferencia política del PSOE este fin de semana.
Una ultima cosa. No soy tan ingenuo como para pensar que esto esta
chupado. Nos va a costar mucho, muchísimo. Aunque la experiencia de Andalucía
ayuda bastante. Ni tenemos garantizado que el conjunto de la izquierda gane, ni
que se abra paso un programa y un gobierno de coalición. Yo votaré a IU, como
siempre, para que sea lo mas fuerte posible y esa fortaleza permita un buen y
equilibrado pacto posterior con el PSOE, pero haré lo imposible trabajando con
el PSOE y con IU para superar el sectarismo y hacer realidad esa colaboración
para democráticamente dar fin a las políticas
de la derecha.
Prodigiosa visión, yo no veo por ningún sitio un atisbo de izquierda en el PSOE y así lo demuestran en todas y cada una de las votaciones en el congreso, aunque gran parte de sus bases sea verdaderamente de izquierdas, por favor en donde se aprecia ni la mas remota intención de cambiar nada, que sea importante y no hablemos del abrazo del oso...
ResponderEliminarPara ser de tradición comunista y tener tan clara su pertenencia a Izquierda Unida, veo mucha crítica a su organización y, por otra parte, mucha benevolencia hacia el PSOE. Es una falta de respeto hacia nosotros, sobre todo los jóvenes que hemos desechado cualquier esperanza de una política de izquierdas y transformadora por parte del PSOE. IU tiene su propio proyecto político, su proyecto de país y vamos creciendo. No somos el bastón ni la visagra de los monstruos de la vieja política. Si usted cree más en los partidos al servicio de la Troika, no sé que pinta en IU. Como me dijo un amigo, "la afiliación se paga en cuotas, los ideales se tienen o no se tienen". Ya pasamos por esto una vez, no volveremos a tropezar con la misma piedra.
ResponderEliminarAtentamente,
Ángel Rodríguez Gamito.
Miembro de la Asamblea de IULV-CA de Estepa.
Me he pensado largamente este comentario. No nos conocemos, pero, dada mi militancia en CCOO Seguridad Social -trabajo en el INSS- muchas veces he utilizado tu trabajo y tus aportaciones. Creo que la clave de opinión está en dos puntos: 1.-No solamente quieres que el PSOE se alíe con las formaciones situadas a su izquierda, sino que además quieres un gobierno de coalición. 2.-Estás en contra de un Frente Amplio de Izquierdas que excluya al PSOE. Opino que te equivocas en este segundo punto, porque se puede articular el espacio político situado a la izquierda del PSOE -actualmente demasiado fragmentado- de tal forma que después de las elecciones se obtenga suficiente número de concejales y diputados que obliguen aritméticamente al PSOE a pactar con su izquierda y olvidarse del recurrente deseo de reeditar acuerdos con fuerzas mucho más cómodas para ellos, como PNV, CIU, UPD, Coalición Canaria... Si no la he entendido mal, esta es la estrategia del Frente Amplio, démosle la denominación que queramos. Que el PSOE y otros partidos vayan separados a las elecciones no significa excluir a nadie y no impide que después de las elecciones puedan pactarse mayorías de progreso, siempre y cuando al PSOE no le quede otro remedio. Veo mucha más voluntad excluyente en el PSOE: Por ejemplo, lo que hizo IU en Extremadura me pareció muy mal, pero no tuvieron el apoyo de IU federal. En cambio, el PSOE federal se ha apresurado a validar lo que han hecho en Asturias. En la Conferencia vais a obtener las mismas buenas palabras, por oral y por escrito, que previamente deleitaron a los compañeros de Nueva Izquierda, del Partido de Carrillo, de Euskadiko Ezkerra, etc. Pero, a la hora del a verdad, no habremos conseguido nada si el PSOE no se ve obligado a cambiar de alianzas, para lo cual lo prioritario es el crecimiento de los grupos que están a su izquierda. Creo, por lo demás, que personas que pertenecen a un partido político -léase IU e Izquierda Abierta- no deben acudir a reuniones de otro partido sin haberlo comunicado previamente. Gracias y un saludo
ResponderEliminarAlberto Granados Orcero (Teruel)
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