miércoles, 13 de julio de 2011

Y EL RESTO DEL PLANETA?

Las agencias de calificación, los tejemanejes de Ángela Merkel, la impotencia de Van Rompuy y los vaivenes de la Bolsa nos tienen ensimismados. Ya ni siquiera es noticia el cancer de Hugo Chavez o los avatares de la flotilla solidaria con Gaza. Libia ha desaparecido del mapa, incluyendo los militares españoles que están interviniendo allí. A veces llegan noticias dispares y fragmentadas de Túnez, de la Plaza Tahir o de los enfrentamientos en Siria. Solo cuando en Afganistan o en Irak hay alguna acción terrorista mas intensa de lo habitual logra un hueco en las noticias. Los asesinatos masivos del narcotrafico mexicano terminan por cansar dada su reiteración.La reconstrucción de Haiti va dando tumbos sin que a nadie le importe. La represión de los diversos sultanatos arábigos han quedado silenciadas...etc. Y el Papa no tiene mejor cosa que hacer que nombrar a un cardenal ultra como posible heredero suyo, a través del Arzobispado de Milán, mientras se prepara un encuentro con jóvenes españoles votantes del PP, pagado a medias por el erario publico y grandes empresarios que así desgravan. Pero lo cierto es que el planeta sigue convulso, gracias en buena medida a las intervenciones políticas o económicas de las potencias occidentales, pero hoy estas solo viven preocupadas por que harán mañana "los mercados". Sembramos tempestades y nos desentendemos de ellas, cuando nos conviene. Dejamos que se pudran los muertos, los encarcelados, los hambrientos, los represaliados o los refugiados de los países sumergidos. Pero las cosas se siguen moviendo. Israel sigue agrediendo a los Palestinos. Los sultanes siguen negando las libertades y derechos. La corrupción y la violencia de la droga se extiende por Centroamerica. Y nosotros preocupados por el Dow Jones, el Nikkei o el Ibex 35.Los antiguos pensaban que el sol giraba en torno a la tierra. Los mercados piensan que el mundo gira en torno al euro y al dolar. ¿Cuanto tendremos que esperar hasta que llegue un nuevo Galileo y nos saque de nuestro vergonzoso eurocentrismo?.

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