viernes, 15 de julio de 2011

SED DE MAL

Esta semana que ahora termina no ha podido ser peor. Con el imperio del mal en forma de mercados acechandonos un día sí y otro también. Sigamos con malvados. Orson Welles filmo en 1958 una de sus grandes obras, "Sed de mal", (Touch of Evil). Una película que mas de 50 años después resulta impecable e implacable. Y eso que los productores a la vista de los resultados se la destrozaron, lo que origino una tremenda reacción de Orson que envió un memorándum de 58 paginas justificando su desaprobación ante la manipulación. Solo en 1997 se pudo reconstruir fielmente la versión original de Welles que hoy esta en la red y en las tiendas. La película arranca con una de las escenas mas brillantes técnicamente de la historia del cine, un largo plano secuencia que tardo 15 días en rodarse. Es una película con una exclente fotografia en blanco y negro, predominan las escenas nocturnas y los contrastes de luces y sombras que tanto le gustaban a Welles. Pero además de ser técnicamente fascinante, la historia esta a la altura de las mejores películas negras del cine norteamericano. Corrupción de jueces y policías, narcotrafico, mafia, delincuencia juvenil, alcoholismo, decadencia de las personas, ....y un policía bueno, mexicano, con  una mujer enamorada, mas bien panfila. La trama tiene grandes dosis de morbo turbio, mas acentuado aun que las buenas películas de Hitchcock y ese ambiente siniestro va subiendo peldaños hasta el final. Todo ello soportado por magníficos actores. Orson Welles, en su obesa y repugnante humanidad, borda el papel, como casi siempre solía hacer. Charlton Heston esta comedido y realiza igualmente una gran interpretación, Janet Leigh refleja bien la figura de norteamericana tontita deslumbrada por el guapo mexicano, y la joya de la película, Marlene Dietrich, que solo por disfrutar las pocas pero intensisimas escenas en las que aparece, merece la pena ver la película.Los mitos son mitos por algo. Sus ojos, su cara delgada, el humo del cigarrillo y como fondo la música nostálgica de la pianola, son momentos que no se olvidan facilmente. En fin una tremenda delicia. Y para redondear la la banda sonora es de Henry Mancini. Una obra para sufrir y gozar. ¿se puede pedir mas a una película?.

No hay comentarios:

Publicar un comentario