Rectificar es de sabios. Y es muy bueno que los dirigentes políticos reflexionen y como consecuencia introduzcan cambios en sus discursos y propuestas. Aunque, eso sí, deben procurar dar un mínimo de credibilidad a esos cambios. De lo contrario nos recordaran el titulo de esa bella canción de Burt Bacharach interpretada por la maravillosa Dionne Warwick titulada "Promises, promises". Pero lo que estamos viendo estos días y seguiremos sufriendo en los próximos meses, raya en el recochineo, por no ponernos dramáticos y decir que es una burla a los ciudadanos. Resulta que el futuro presidente de Extremadura, del PP, asume los puntos programáticos de la IU extremeña, incluyendo la aprobación de una renta básica para personas en situación de exclusión social, una reforma electoral, mantener el impuesto de sucesiones, fomentar la ley de dependencia y la enseñanza publica, presentar planes de empleo....Mas aun, ha dicho que si hace recortes sociales se cortaría un dedo de la mano. Yo que IU de Extremadura iría buscando una buena ortopedia para regalarle una funda para esa mano. Pero Monago no es el único que hace promises promises. Rubalcaba ni corto ni perezoso ha anunciado un suplemento de crédito de 8.000 millones de euros para reforzar la financiación de la Sanidad Publica, ha lanzado criticas contra el papel de los bancos en la crisis económica, además de comunicar a la atónita opinión publica española que el "sí tiene recetas para salir de la crisis". Estupendo. Y ha tardado casi una legislatura para caer en la cuenta de todo ello. En fin....Luego se asombran de que la ciudadania no confíe en ellos.
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