sábado, 30 de julio de 2011

VERANO DEL 42

Si, ya se, Zapatero ha convocado las elecciones y lo políticamente correcto en un blog de izquierdas seria hablar de ello. Pero hoy es sábado y ya estamos en pleno verano. El cine esta lleno de películas que se refieren a recuerdos de estas vacaciones. Con frecuencia se relacionan también con la etapa vital de la adolescencia.Unas veces las películas son en clave de comedia, otras marcando los rasgos mas conflictivos o dramáticos. Una de las mas hermosas es VERANO DEL 42. La dirigió en 1971 Robert Mulligan, realizador de películas tan magnificas y tan diferentes como "Matar a un ruiseñor" un gran alegato antirracista, "El otro" un thriller psicológico inquietante o "La noche de los gigantes", un western fuera de lo común."Verano del 42" esta rodada en la costa de Nueva Inglaterra, con unos paisajes y una fotografía que recuerdan una colección de cuadros de Edward Hopper.Una historia universal, de amistad, de descubrimiento del sexo, del amor, también del dolor, de sentimientos confusos,de mezcla de infancia y juventud...Los adolescentes son creíbles, como fuimos cualquiera de nosotros: ni repipis, ni cafres, ni angelitos, ni descerebrados. Son además actores buenos pero normales, ni guapos ni feos, uno gordito, otro con gafas y bajito, y el prota, Hernie, mas guapete, tampoco es un cromo. Eso si, Dorothy, la joven mujer objeto de deseo, es la preciosa Jennifer O'Neill.Habrá quien piense que la historia es demasiado romántica y que esas cosas no suceden en la realidad. Pues en este caso es verídica, ya que está basada en las memorias de un escritor norteamericano y cuando se estreno la chica protagonista, Dorothy, confirmo su veracidad y dijo que ella se había pasado muchos años preocupado por las posibles consecuencias traumáticas en el jovencito Hernie y el chico reconoció que había sido algo maravillo e inolvidables. Y para que no falte nada, la música de la película es fantástica, obtuvo el oscar en 1972, y es obra del compositor francés, especializado en bandas sonoras de cine, Michel Legrand.

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