lunes, 28 de julio de 2014

SOCIALISTAS: NUEVOS TIEMPOS


Más vale tarde que nunca. Por fin los socialistas cuentan con  un nuevo equipo de dirección con el que afrontar los retos que tiene  ese partido para conseguir, junto con otras organizaciones de izquierda, un cambio de progreso en los pueblos y ciudades, en las Comunidades Autónomas y en España.

Quienes quieran buscar pegas al actual proceso de renovación del PSOE seguro que las encuentran y no pequeñas. Pero ya no es el momento de seguir criticándoles, sino de esperar que las cosas les vayan mejor, porque los demás tampoco estamos para tirar cohetes.

Pedro Sánchez ha hecho una “limpia” en profundidad de la anterior dirección y de todo lo que sonara a equipo de Zapatero. Quizás puede parecer algo excesiva, al prescindir de dirigentes valiosos y experimentados, pero era inevitable si se quería ahorrar las cantinelas de la herencia recibida de la que tanto ha abusado el PP, sensación que  estaba  ya muy arraigada en la opinión pública de nuestro país. Ha rejuvenecido a fondo la Comisión Ejecutiva, en la que, además, hay mas  mujeres que hombres.

Conozco a una parte del nuevo equipo de dirección, están suavemente a la izquierda de lo que han sido los anteriores responsables; por su edad  la mayoría no tienen experiencia de gobierno, pero tienen una buena formación. Tengo confianza en el responsable de Economía, Manuel de la Rocha (hijo) y en Mary Luz Rodríguez,  la responsable de Empleo, ligada en el pasado a CCOO. Como también es un acierto la recuperación de Pedro Zerolo o la designación de Micaela Navarro como Presidenta del PSOE. Al igual que Pedro Sánchez, no son radicales, son socialdemócratas puestos al día, pero no están vinculados a los círculos del poder económico como lo estuvieron algunos de sus antecesores.

Pedro Sánchez ha dejado claro, muy claro, que el modelo de gran coalición con el PP, como defendían por lo bajines conocidos e influyentes dirigentes socialistas, esta absolutamente descartado. Por tanto el camino es conseguir amplias coaliciones sociales desde el centro hasta la llamada izquierda transformadora.

La nueva dirección no lo va a tener fácil. Deberá trabajar mirando hacia su izquierda, para trazar vínculos y relaciones con IU e incluso con Podemos y desde luego con los nuevos movimientos sociales y “las mareas”. Sin duda les va a costar bastante recuperar la confianza de quienes se sitúan a su izquierda, pero es imprescindible para logar nuevas mayorías de gobiernos progresistas.

Y a la vez tendrán que ganar el apoyo de los sectores centristas de las clases medias, que les abandonaron profundamente decepcionados ante los incumplimientos programáticos, la corrupción o la falta de transparencia. Respaldo de las clases medias sin el cual resultara inviable desplazar al PP de sus numerosos ámbitos de poder.

El segundo mensaje esperanzador de Sánchez es el de que va a estar poco en la sede de Ferraz y mucho en contacto con la ciudadanía. Recuperar los mas de cuatro millones de votos perdidos, exige que la gente de la calle deje de identificar a los dirigentes y políticos  socialistas como integrantes de “la casta”, ese pernicioso pero eficaz mensaje difundido por Pablo Iglesias y su equipo de Podemos. Pegarse a los problemas y demandas de la ciudadanía y explicar con claridad y sinceridad las propuestas socialistas, sin caer por otra parte en demagogias, falsas promesas o cuentos chinos,  es la garantía de la recuperación.

No me hago grandes ilusiones. El PSOE, en cuanto vuelva a ser opción que nuclee una alternativa de gobierno al PP, empezara a sufrir constantes demandas  de los diversos poderes fácticos no democráticos, para que no se salga de la vereda que ellos quieran marcarle. Ya hemos asistido en el pasado a la frustración de esperanzas de cambio o de las promesas hechas  de que “no iban a decepcionar”. El PSOE es un partido muy amplio,  complejo y diverso, muy permeable a las presiones  nacionales e internacionales y a “los consejos” de sus antiguos dirigentes. Quizás lo nuevo en relación a sus crisis del pasado, es que en esta última  han estado tan cerca, cerca, del abismo irreversible, que esperemos que  hayan podido aprender la lección.   

Por tanto no soy iluso, pero quiero tener confianza en ellos, entre otras razones por mera supervivencia. La izquierda solo podrá vencer en las urnas al PP contando con un papel decisivo, aunque por supuesto no excluyente, de los socialistas. Si por fin el PSOE sale adelante y se recupera, IU, Podemos, Equo, las diversas izquierdas diseminadas por España, los sindicatos, los movimientos sociales, tendremos una clara perspectiva de cambio compartido mediante amplias alianzas, de lo contrario tendremos derecha por al menos otra legislatura, con los difícilmente reversibles destrozos sociales, económicos y cívicos que ello provocaría.









No hay comentarios:

Publicar un comentario