sábado, 12 de julio de 2014

SURF CITY: CINCUENTA AÑOS DESPUES SIGUE IGUAL DE MARAVILLOSA

Ya no recuerdo cuando fue la primera vez que escuché la canción “Surf City” de Jan & Dean. Supongo que sería en el otoño o invierno de 1963. Tenía 14 años. Adolescencia pura y dura. Aunque no sabía nada de ingles, entendía perfectamente la primera frase de la canción y el estribillo: “two girls for every boy”. ¿Qué más se podía pedir en aquellos tiempos? ¿En aquel país? ¿En aquella edad? Y claro esta desde la primera vez que la oí me enganchó, aunque entonces no me la pude comprar.

Porque, además la canción era estupenda. Puro ritmo, delicioso, bailable, armonioso. Su gran éxito en Estados Unidos, donde llegó al numero uno de ventas, fue el inicio de la difusión de la música surf. Nosotros en España, a pesar de tener unas playas excelentes, ni sabíamos lo que era el surf ni nadie, al menos que yo conociera, lo practicaba. Y el surf, además de las playas y el sol de California eran los chicos y chicas, todos  esculturales, los coches, las hamburguesas y las fiestas sin los padres. Todo bien lejano.

Algún tiempo después y gracias a la Caravana/Vuelo 605 de Ángel Álvarez, conocí con mas detalle a Jan & Dean y sus refrescantes canciones y sobre todo a los grandes de la música surf, The Beach Boys, a los que pienso dedicar otro post en este verano.

Casi 20 años después, tuve la gran suerte de asistir al inolvidable concierto de The Ramones en la plaza de toros de Vista Alegre, a finales de septiembre de 1980. Me encantaban. Adrenalina sin descanso. Y en aquel concierto, mira por donde, hicieron una magnifica versión del “Surf City”, que grabarían a mediados de los años 90 en un cd de versiones sin desperdicio titulado “Acid Eaters”. Una versión sin duda repleta de fuerza punk. ¡Que buenos eran!

La letra de “Surf city”, como la mayoría de las canciones pop de aquellos años es un tanto  superficial, tonta y machista. No se rompían la cabeza con las canciones, lo importante es que conectara con los adolescentes y les pusiera a bailar. Y eso lo lograban de todas, todas.

Para compensar algo el tono machista de estas dos versiones, incluyo la versión de The G-Gos, un estupendo conjunto femenino de new wave norteamericano, de los años 80 y 90, que lógicamente cambian el estribillo y cantan “two boys for every girl”. Una versión en vivo, también muy marchosa.


Cincuenta años después, hay que reconocer que la canción en su versión original suena de maravilla y sigue despertando sensaciones y recuerdos adolescentes.   

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