Este domingo termina el primer proceso de elecciones primarias para
Había muchas reticencias dentro y fuera
del PSOE. Siempre que hay que superar dinámicas tradicionales surge el miedo a
lo nuevo y mas aun en un partido que orgánicamente ha sido siempre rígido y
controlado; no olvidemos que hasta hace poco el voto en los Congresos era por
delegaciones y no personal de cada delegado. Pero a pesar de todas las dudas,
se ha demostrado, una vez mas, que estimular la participación nunca puede ser
negativo.
Y me atrevería a comentar algunas
cuestiones a destacar en este proceso de primarias. La primera, que confirma
algo que ya se reflejó en la Conferencia Política del PSOE del pasado mes de
noviembre, es que los militantes se sitúan a la izquierda de sus dirigentes y
tienen menos reservas a la hora de hacer propuestas políticas avanzadas.
Una segunda cuestión que me ha llamado
la atención es el silencio sepulcral de la casi totalidad de los actuales
dirigentes sobre las tres opciones que optan a la Secretaría General.
Ha habido alguna excepción como Odón Elorza o Pepe Borrell, pero la regla ha
sido la inhibición. Una cosa es no usar ni abusar del poder orgánico, ser
neutrales y no favorecer una candidatura frente a las demás y otra muy distinta no pronunciarse
individualmente sobre los candidatos. Que las personas mas relevantes del PSOE
no hayan intervenido en este debate revela o que están guardando la ropa porque
no tienen claro quien puede ganar y lo que puede decidir después o que no
tienen nada que aportar; ambas posibilidades son bien negativas.
En tercer lugar, la dinámica de
primarias que empezó algo fría y fue tomando impulso paulatinamente, ha
supuesto que los socialistas hayan hablado y discutido más de política en estas
tres semanas que en varios años. El partido estaba desmovilizado y desmotivado
tras las últimas y graves derrotas, pero a poco que se ha abierto una
oportunidad se han puesto a debatir. Esperemos que esta inicial revitalización
culmine en una participación masiva en las votaciones. Porque es evidente que
muchos, muchos socialistas, no se han quitado de encima el escepticismo en el
que están sumidos y la falta de motivación ante lo que consideran unos
candidatos de segundo nivel.
Dicho esto algunos comentarios sobre los
candidatos.
Para empezar me resulta sorprendente que
un partido con tantas, tan valiosas y tan diversas dirigentes, concurran en
estas primarias tres hombres y ninguna mujer. ¿Qué pasa con las mujeres
socialistas, no se fían del proceso, están desanimadas, perciben excesivo
machismo en sus compañeros? No es una buena señal.
En cuanto a los tres candidatos, les
hemos oído hablar más de política y expresar más opiniones en estas tres
semanas que en el resto de su vida. Más vale tarde que nunca. En Pérez Tapias
es mas lógico porque en la actualidad no estaba tan inmerso en un cargo político.
Pero sinceramente hace un mes yo no sabía nada del pensamiento político de
Madina o de Sánchez, salvo las malas habladurías, que nos decían que el primero
era el hombre de Rubalcaba y el segundo de Pepe Blanco y con posiciones socioeconómicas
asimilables a las de la derecha liberal del PSOE.
Les ha costado, pero poco a poco han ido desgranando sus
planteamientos, aunque no de forma articulada ni sistemática y bastante
condicionados por la coyuntura de los acontecimientos políticos.
En general se han desmarcado de los
errores del segundo gobierno de Zapatero, han hecho un discurso algo más a la
izquierda y algo más innovador. Personalmente he echado en falta la ausencia de
referencias más concretas a la política económica, de protección social, fiscal,
medio ambiente o sobre la concertación social con sindicatos y patronales, que
cada uno de ellos impulsaría. Tampoco ha habido referencias a las políticas de
alianzas para futuros gobiernos, han descartado la gran coalición con el PP, lo
que es positivo, pero no han dicho nada de las posibles relaciones con IU,
aunque quizás no fuera el momento mas oportuno dadas las descalificaciones que
esta recibiendo el PSOE en los últimos meses por parte de muchos dirigentes de
IU, a pesar de la positiva experiencia del gobierno de coalición en Andalucía.
En materia de la lucha contra la
desigualdad y la pobreza o la inmigración no han ido mucho más allá de
generalidades. Han sido muy poco audaces, salvo Pérez Tapias, en relación a la
propuesta del derecho a decidir en
Cataluña y País Vasco; deberían haber dado mas pasos a la mera
referencia al Estado Federal o a la necesidad de negociación.
De los grandes debates de la Unión Europea : unión
bancaria, Acuerdo Transatlántico con Estados Unidos, papel del Banco Central,
Plan de Inversiones, etc. han sido igualmente poco expresivos.
No he tenido la oportunidad de asistir a
ninguno de sus actos de campaña y es posible que algunos de estos temas hayan
salido, pero desde luego no han tenido ninguna trascendencia y ellos tampoco la
han buscado. Lo que si he podido deducir es que, salvo Pérez Tapias, con una
posición nítidamente mas a la izquierda, las diferencias entre Pedro Sánchez y
Eduardo Madina son inapreciables y uno se pregunta ¿y por que no han hecho tándem
y han ido juntos?, a no ser que respondan a “lobbys” o grupos de poder internos
del PSOE, como decían las malas lenguas. Pregunta que enlazo con otra no resuelta ¿Cómo
van a compaginar la bicefalia en el caso de que no se presenten después en las
primarias a la candidatura a la
Presidencia del Gobierno?
Así las cosas, me pregunto ¿de ser socialista a quien votaría yo?
Menos mal que no estoy ante ese dilema. Porque seguramente haría una mezcla de
los tres. En todo caso me hubiera gustado saber que equipos de dirección tiene
cada uno de ellos en la cabeza, porque sin duda van a necesitar muchos
refuerzos para la dura tarea que tienen por delante y por la insuficiente
preparación y experiencia que todavía demuestran.
Pero mas allá de las dudas, de las
carencias, de las imprecisiones, de cada uno de los candidatos, que ni son
pocas ni de segundo orden, bienvenido sea el proceso de renovación, bienvenido
sea el inicio de la recuperación del pulso de los socialistas y esperemos que
al cambio de caras, le sigan el cambio de actitudes y el cambio de políticas.
No espero ni sería lo razonable que el PSOE
se echara al monte, pero sí que recupere el amplio espacio electoral del
centroizquierda, con propuestas claras, transformadoras e ilusionantes, condición
imprescindible para que se produzca la llegada de un gobierno progresista en
nuestro país con la participación de IU y de otros sectores de la izquierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario