Las películas de Ken Loach siempre me
resultan interesantes. La mayoría me
entusiasman, otras no comparto el excesivo pesimismo con el que describe la
realidad social y económica, sobre todo de Gran Bretaña, y hay alguna que me
irrita, como fue el caso de “Tierra y Libertad”, con una visión totalmente
sesgada por su militancia trotskista, de lo que pasó en Cataluña durante nuestra
Guerra Civil.
Hace unos meses comenté en este blog su
deliciosa película “La parte de los Ángeles” (The Angel´s Share) y ahora acabo
de ver su mas reciente producción, la película-documental “El espíritu del 45”,
que considero de obligada visión para quienes les interese la historia del
siglo XX y mas allá para quienes deseen disponer de algunas claves mas para
conocer que es lo que esta pasando y por qué con las políticas de bienestar
social en Europa.
Adelanto que no es una película fácil,
sobre todo al verla en ingles con subtítulos: traslada mucha información, a
veces difícil de asimilar. Es una película netamente política y por supuesto
claramente de izquierdas. Es una película
muy alegre y vitalista en su mayor parte, acompañada de música de la época. Y
es una película que a mucha gente, a mí el primero, les descubrirá bastantes
aspectos de la historia reciente del Reino Unido que no son conocidas en
nuestro país.
Por ejemplo la tremenda pobreza que les asolaba
precisamente en los años en que el Imperio Británico era más poderoso y rico.
Las profundas desigualdades sociales, la desnutrición de los niños, la
mortalidad y las enfermedades, las infrahumanas viviendas de la mayoría de la clase
obrera, las condiciones de trabajo…contrastando con las cacerías y otros lujos
de los ricos. Todo ello mostrado con imágenes bien elocuentes.
La segunda sorpresa que me llevé, es la
descripción de los grandes cambios que realizo el gobierno laborista elegido en
1945, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, cuando Clement Attlee derrota de
manera aplastante nada menos que a Churchill, con un programa abiertamente
socialista. La película va describiendo los cambios sociales y económicos, las
sucesivas nacionalizaciones, la construcción del Sistema Nacional de Salud y
una ambiciosa política de viviendas para las clases populares impulsadas por el
Ministro Aneurin Bevan. Todo ello en algo menos de 6 años.
Loach, aunque defiende de manera inequívoca
la política y realizaciones del gobierno laborista, también refleja algunos
aspectos críticos en su puesta en marcha y todas las imágenes que muestra,
algunas de una gran emotividad y fuerza plástica, las apoya en recuerdos y
comentarios de personas que vivieron aquella época o expertos de diversas disciplinas
que analizan lo que sucedió en ese periodo.
La conclusión es evidente y sencilla:
cuando hay ideas claras y voluntad transformadora, un partido político, un
gobierno, es capaz de movilizar a la sociedad para impulsar grandes cambios que
aparentemente parecen imposibles y remover dinámicas que nunca se habían
cuestionado por los gobernantes de turno. Y todo ello en una Inglaterra
destrozada en una parte de sus infraestructuras y arruinada económicamente tras
el gran esfuerzo de la guerra. Todo un ejemplo para nuestros días, cuando nos
dicen que no es posible hacer otra política.
La segunda parte de la película describe
el ataque contra el estado de bienestar que crearon los laboristas, por
parte de Margaret Tatcher, que en sus
años de gobierno intentó y en parte consiguió desmontar aquellas conquistas económicas
y sociales, a pesar de las luchas y
huelgas de los trabajadores, que se encontraron con una dura represión
policial.
La película me ha hecho reflexionar muy
a fondo sobre los arraigados prejuicios que, como buen comunista, he tenido
sobre el laborismo ingles. Tony Blair y otros dirigentes laboristas de las
ultimas décadas, nada, pero nada, tienen que ver con aquellos lideres de los
años 40 que decían las cosas por su nombre, que no tenían miedo ni vergüenza
por aparecer como socialistas, defendiendo una política socialista. Me ha
parecido tan interesante e, insisto, tan desconocida para los españoles esa época
de la historia británica, que voy a intentar rellenar este vacío leyendo algún
libro sobre la misma, aprovechando que muy pronto es mí cumple.
Es estupendo que Loach, que tiene ya 77
años, siga en plena capacidad creativa, aunque lamentablemente esta
formidable película tiene una escasa
distribución y pronto desaparecerá de las pantallas españolas. Es una pena. Al
menos todas las personas progresistas deberían verla y luego, como en los
viejos tiempos de los cine-forum, hacer un debate sobre la misma. Porque,
repito, no es historia pasada, es pura actualidad. Así que iros a verla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario