viernes, 4 de octubre de 2013

"EL ESPIRITU DEL 45" DE KEN LOACH


Las películas de Ken Loach siempre me resultan interesantes. La mayoría  me entusiasman, otras no comparto el excesivo pesimismo con el que describe la realidad social y económica, sobre todo de Gran Bretaña, y hay alguna que me irrita, como fue el caso de “Tierra y Libertad”, con una visión totalmente sesgada por su militancia trotskista, de lo que pasó en Cataluña durante nuestra Guerra Civil.

Hace unos meses comenté en este blog su deliciosa película “La parte de los Ángeles” (The Angel´s Share) y ahora acabo de ver su mas reciente producción, la película-documental “El espíritu del 45”, que considero de obligada visión para quienes les interese la historia del siglo XX y mas allá para quienes deseen disponer de algunas claves mas para conocer que es lo que esta pasando y por qué con las políticas de bienestar social en Europa.

Adelanto que no es una película fácil, sobre todo al verla en ingles con subtítulos: traslada mucha información, a veces difícil de asimilar. Es una película netamente política y por supuesto claramente  de izquierdas. Es una película muy alegre y vitalista en su mayor parte, acompañada de música de la época. Y es una película que a mucha gente, a mí el primero, les descubrirá bastantes aspectos de la historia reciente del Reino Unido que no son conocidas en nuestro país.

Por ejemplo la tremenda pobreza que les asolaba precisamente en los años en que el Imperio Británico era más poderoso y rico. Las profundas desigualdades sociales, la desnutrición de los niños, la mortalidad y las enfermedades, las infrahumanas viviendas de la mayoría de la clase obrera, las condiciones de trabajo…contrastando con las cacerías y otros lujos de los ricos. Todo ello mostrado con imágenes bien elocuentes.

La segunda sorpresa que me llevé, es la descripción de los grandes cambios que realizo el gobierno laborista elegido en 1945, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, cuando Clement Attlee derrota de manera aplastante nada menos que a Churchill, con un programa abiertamente socialista. La película va describiendo los cambios sociales y económicos, las sucesivas nacionalizaciones, la construcción del Sistema Nacional de Salud y una ambiciosa política de viviendas para las clases populares impulsadas por el Ministro Aneurin Bevan. Todo ello en algo menos de 6 años.

Loach, aunque defiende de manera inequívoca la política y realizaciones del gobierno laborista, también refleja algunos aspectos críticos en su puesta en marcha y todas las imágenes que muestra, algunas de una gran emotividad y fuerza plástica, las apoya en recuerdos y comentarios de personas que vivieron aquella época o expertos de diversas disciplinas que analizan lo que sucedió en ese periodo.

La conclusión es evidente y sencilla: cuando hay ideas claras y voluntad transformadora, un partido político, un gobierno, es capaz de movilizar a la sociedad para impulsar grandes cambios que aparentemente parecen imposibles y remover dinámicas que nunca se habían cuestionado por los gobernantes de turno. Y todo ello en una Inglaterra destrozada en una parte de sus infraestructuras y arruinada económicamente tras el gran esfuerzo de la guerra. Todo un ejemplo para nuestros días, cuando nos dicen que no es posible hacer otra política.

La segunda parte de la película describe el ataque contra el estado de bienestar que crearon los laboristas, por parte  de Margaret Tatcher, que en sus años de gobierno intentó y en parte consiguió desmontar aquellas conquistas económicas y sociales, a pesar de las luchas  y huelgas de los trabajadores, que se encontraron con una dura represión policial.

La película me ha hecho reflexionar muy a fondo sobre los arraigados prejuicios que, como buen comunista, he tenido sobre el laborismo ingles. Tony Blair y otros dirigentes laboristas de las ultimas décadas, nada, pero nada, tienen que ver con aquellos lideres de los años 40 que decían las cosas por su nombre, que no tenían miedo ni vergüenza por aparecer como socialistas, defendiendo una política socialista. Me ha parecido tan interesante e, insisto, tan desconocida para los españoles esa época de la historia británica, que voy a intentar rellenar este vacío leyendo algún libro sobre la misma, aprovechando que muy pronto es mí cumple.

Es estupendo que Loach, que tiene ya 77 años, siga en plena capacidad creativa, aunque lamentablemente esta formidable  película tiene una escasa distribución y pronto desaparecerá de las pantallas españolas. Es una pena. Al menos todas las personas progresistas deberían verla y luego, como en los viejos tiempos de los cine-forum, hacer un debate sobre la misma. Porque, repito, no es historia pasada, es pura actualidad. Así que iros a verla.






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