lunes, 14 de octubre de 2013

ACOSO A LA JUEZA ALAYA: UN ERROR DE MANUAL




Es muy posible que la jueza Alaya, instructora del procedimiento de los ERES con fraude en Andalucía, sea una persona de ideología conservadora y simpatizante del PP. Con su lenta actuación esta favoreciendo un desgaste político a los socialistas andaluces y un desgaste de imagen a los sindicatos, especialmente a UGT pero también a Comisiones.

Es cierto que hay sumarios y este parece ser uno de ellos, de gran complejidad o de prolija tramitación por el gran numero de implicados en el mismo. Pero esa gran demora, unida a la incansable agitación desde algunos medios de comunicación, generan inevitablemente una indefensión en los imputados y en los que han sido llamados a declarar.  

¿Y si después de todo ese larguísimo y parsimonioso proceso resulta que la sentencia es absolutoria total o parcialmente para los numerosos implicados? ¿Quién recupera la honorabilidad de todas esas personas y más aun de todas esas instituciones políticas o sindicales? Difícil, muy difícil.

Por ello no es de extrañar que haya quienes piensen que la Jueza Alaya esta realizando una instrucción con intenciones políticas.

Dicho esto, me resulta inadmisible que se le monte un pollo a la Jueza a la puerta de los Juzgados por parte de afiliados, sindicalistas e incluso dirigentes sindicales de UGT y CCOO. Esas imágenes, que interesadamente se han divulgado a troche y moche, hacen un flaco favor a los sindicatos, deterioran aun más su prestigio y llenan de argumentos a quienes están desarrollando una amplia campaña de acoso a los sindicatos.

No me cabe en la cabeza como se puede ser tan irresponsable para montar un número de esas características. ¡Ni financiado por Intereconomia! Y encima después de hacer esa cagada, hay quienes  intentan justificarlo en base a la supuesta libertad de expresión o manifestación o asimilándolo a los escraches de penoso recuerdo.

La izquierda metiéndonos en ese terreno llevamos siempre las de perder. Hasta Jueces para la Democracia, una organización nítidamente de izquierdas y que siempre ha apoyado al movimiento sindical, ha tenido que desmarcarse de esa actuación de acoso a la Jueza.

Pero no solo es un grave error de imagen, que no es poco. Es además una falta de respeto democrático. Si consideramos que hay malas practicas judiciales, la opción es el recurso legal y llegado el caso, la denuncia al Consejo del Poder Judicial. Y si no hay respuesta positiva, los cauces parlamentarios, el recurso a los medios de comunicación….etc. pero en definitiva utilizar única y exclusivamente los instrumentos democráticos.

Espero con pavor las próximas encuestas sobre la valoración ciudadana de las instituciones políticas y sociales, para ver lo que piensa la gente de los sindicatos.

No se trata de magnificar lo ocurrido en Sevilla, pero tenemos que reconocer que  hemos tirado piedras contra nuestro propio tejado y que alguna disculpa había que dar al respecto. Por eso es importante que hayan sido los dos Secretarios Generales, Cándido Mendez e Ignacio Toxo los que han salido a condenar esa actuación, eso sí llama poderosamente la atención el silencio de los dirigentes sindicales andaluces. De no haber mediado esa condena de Cándido y Toxo, mucha gente pensaría que además de chorizos somos groseros y faltones. Luego que a nadie le extrañe el voto popular a la extrema derecha, también tiene que ver con errores cometidos por la izquierda política y sindical.

En definitiva en el caso de los ERES de Andalucía, como diría los italianos, a los sindicatos nos falta finura (“manca finezza”).









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