Hay instituciones inmutables, pase lo que pase a su alrededor. Una de
las más destacadas es el Banco de España. Cada poco tiempo lanza sus
propuestas, siempre en la misma dirección: reformar las pensiones, flexibilizar
la contratación laboral, reducir los impuestos, bajar los salarios…
Su ultima, aunque no novedosa, aportación, es la de reducir, o
inaplicar el salario mínimo o sacar del ámbito de la negociación colectiva a
los trabajadores con mayores dificultades para encontrar empleo. A ver si con
salarios de Bangla Desh los empresarios españoles se animan a contratar a los jóvenes parados.
La idea no solo es injusta socialmente, es nefasta económicamente e
ignorante de la realidad.
En nuestro país la legislación en materia de contratación laboral contempla
diversas facilidades para los empresarios que contraten parados pertenecientes
a colectivos con mayores dificultades de empleo, entre ellas bonificaciones muy
importantes en las cotizaciones y otros beneficios.
En segundo lugar, llevamos varios años en los que la moderación
salarial esta provocando la caída de la participación de las rentas salariales
en el Producto Interior Bruto y por contra el crecimiento de las rentas
empresariales. Incluso en el periodo 1994-2007, en el que crecieron en casi 7
millones los cotizantes a la Seguridad Social, disminuyó la participación de
los salarios en el PIB, pasando del 52% al 47%. A pesar de un incremento de más
del 50% de la población activa, se redujo la parte de la riqueza nacional
destinada a los trabajadores. Dicho en plata: habiendo muchos más trabajadores,
se beneficiaban menos de la riqueza nacional. El crecimiento económico fue muy
alto pero muy mal repartido.
Así que la moderación salarial, más aun, la perdida del poder
adquisitivo de los salarios, es una realidad de nuestro mercado de trabajo.
Pero es que además la propuesta del Banco de España es irracional en términos
económicos. ¿Qué quieren? ¿Deprimir más aun el consumo? ¿Qué piensan el
presidente de El Corte Ingles, de Mercadona, de Ikea o de Carrefour de bajar
aun más los salarios? ¿Quiénes van a ir a comprar a sus tiendas? Nos quieren
convertir en Malasia y eso en el mejor de los casos solo beneficiaría a las
comercios del “Todo a cien”, pero a buena parte de las empresas españolas les resultaría
mortal,
Es cierto que seguir profundizando la depresión salarial podría
beneficiar teóricamente a las empresas exportadoras, ya que producirían con
menos costes laborales y aumentarían su competitividad exterior. Pero esas
empresas, que no son la mayoría del tejido empresarial español ni mucho menos, también
tienen un límite en su capacidad
exportadora en un contexto de debilidad económica generalizada en gran parte de
la Unión Europea, con caída de la demanda. Así que lo poco que podrían ganar
esas empresas exportadoras, seria a costa de perdidas muchísimo mayores de la
mayor parte de las empresas españolas.
Lo que insiste en ignorar el Banco de España es que la mayoría de las pequeñas
y medianas empresas de nuestro país tienen un problema de falta de crédito,
porque la Banca, la privada e incluso para mayor vergüenza la nacionalizada,
siguen sin dar crédito a empresas y familias a pesar del generoso rescate que
han tenido. Ese es el talón de Aquiles de nuestra economía, no los costes
laborales y mientras no fluya el crédito, los empresarios seguirán sin relanzar
sus actividades y por tanto sin contratar.
Y una reflexión final. Ahora que tanto estamos hablando de la regeneración
democrática, ¿para cuando la regeneración del Banco de España? No olvidemos que
el Banco de España es una institución publica, no partidista, financiada con
los impuestos de todos los ciudadanos y que sin embargo año tras año se
comporta como una sucursal de los intereses de la gran patronal y como un
vocero del pensamiento ultraliberal.
Es intolerable que el Banco de España se preocupe mas por desregular
los derechos laborales y reducir los derechos sociales que del buen
funcionamiento del sector financiero. Es intolerable que el Banco de España,
que ha sido tolerante con la expansión de las sucesivas burbujas y las malas prácticas
del sector financiero, siga pontificando sobre la necesidad de recortar
derechos a la población. ¡Ya esta bien!
Miguel Ángel Fernández Ordóñez, el anterior Gobernador del Banco de
España puesto por el PSOE, ha sido uno de los personajes más nefastos para la política
económica y social de nuestro país. Ahora su sucesor Luis Linde, que parecía más
discreto y menos ultraliberal, lleva el mismo camino. Va siendo hora de que se
produzca una amplia reacción ciudadana contra el Banco de España. No pueden
decir lo que dicen e irse de rositas. Mucho meternos con los políticos, los
partidos y los sindicatos y ahí tenemos a una gente mucho mas peligrosa y
encima disfrazados de asépticos corderos revestidos de conocimiento técnico.
¡Basta ya!
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