Que Rajoy y su gobierno deberían irse a casa parecería merecido por la situación en la que están colocando a
nuestro país. ¿pero es lo mas adecuado y razonable?
Izquierda Unida esta pidiendo una moción de censura. Y el Secretario
General del PSOE ha solicitado la dimisión de Rajoy. Hay también quien esta
pidiendo la convocatoria de nuevas elecciones generales. Cuando se hacen
propuestas de ese calibre, como seres racionales que somos deberíamos pensar no
solo en lo que moralmente es apropiado o merecido y lo que podría pasar si esas
medidas se llegaran a realizar (cosa que es mas que dudosa, dada la obstinación
de la que ha dado suficientes pruebas este gobierno), no vaya a ser peor el
remedio que la enfermedad.
¿Qué podría suceder en un escenario, insisto muy improbable, de nuevas
elecciones? En primer lugar la parálisis política que se produciría tendría sin
duda efectos muy negativos en la marcha de la economía española, prima de
riesgo incluida y en el tímido proceso de vuelta de la inversión extranjera que
se esta produciendo en las ultimas semanas. En segundo lugar, la campaña electoral
seria mucho peor que a cara de perro, porque desde luego el ejercito mediático
de la derecha no iba a asistir tranquilamente a la caída del gobierno. Saldría
mierda en todas las direcciones, en todas. Y veríamos el resultado de esa
campaña, seguramente enardecería al votante conservador y mantendría en su casa
a muchos votantes de centro y de izquierda.
Con ese posible panorama ¿estamos
seguros de que ganaría la izquierda? ¿o que al menos surgieran unas Cortes
Generales que permitieran un gobierno de centroizquierda? Sinceramente no estoy
nada convencido. Con el PSOE a la búsqueda del tiempo perdido y un candidato
que es desautorizado por el 90% de la población y sin tiempo ni condiciones
para generar un impulso regeneracionista con nuevas propuestas, nuevo equipo y
nuevo dirigente, ¿alguien cree que podría remontar sustancialmente?
Izquierda Unida sin duda podría mejorar sus resultados, aunque una cosa
es lo que dice la gente en las encuestas y otra muy distinta en el momento que
toca ir a echar la papeleta. En todo caso hasta puede superar los 25 diputados,
pero no olvidemos que el sistema electoral D’hondt penaliza fuertemente a IU en
todas las Comunidades Autónomas salvo Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana y
Cataluña. Es muy posible que los nacionalistas de izquierdas de Galicia y Bildu-Amaiur mejoraran sus resultados. No
sabemos que pasaría con ERC, pero tiene un techo.
¿Seria posible una coalición de la izquierda con esos mimbres: PSOE
debilitado, IU reforzada y nacionalistas sacando pecho? Y sobre todo ¿estaría
el PSOE dispuesto a negociar un programa que tendría que ser a la vez de
izquierdas y con importantes concesiones a los nacionalistas?
Hay otra posibilidad, un gobierno de centro-izquierda con PSOE, PNV y
CIU. Pero en el muy extraño caso de que fuera posible, ¿cual seria el precio?
¿Y a todo esto que pasaría y que haría UPD?
Ese gobierno en torno al PSOE tendría que lidiar con la crisis, con los
recortes que nos habría dejado Rajoy y con el agravamiento de la crisis
inherente a unos meses de fuerte inestabilidad política.
Estos son los posibles escenarios sin el PP. Luego estarían los que podrían
articularse en torno a un equipo mas o menos renovado del PP, con el apoyo mas
o menos explicito de UPD, o del PNV.
Esto es lo que hay. Lo demás son buenas ilusiones.
¿Quiere esto decir que no hay nada que hacer, salvo resignarse o armar
una bronca descomunal?
En mi opinión el PP debe agotar la legislatura, afrontar las
responsabilidades políticas y legales que correspondan, sustituyendo a sus
dirigentes mas implicados por otros limpios (no creo que en ese partido todos
sus dirigentes estén tocados por la corrupción, ni mucho menos). Y mientras
tanto, que la izquierda se recupere y vuelva a contar con la confianza de la ciudadanía, para que en las
próximas elecciones el PP se vaya a casa mediante el voto ciudadano y la
izquierda llegue al gobierno con suficiente holgura de representación en las
Cortes para formar un gobierno coherente, con un programa de cambio progresista
y con nuevos dirigentes dispuestos a
aplicarlo de manera rotunda.
Y en el resto de la legislatura la izquierda política y social debemos
seguir dando la batalla en las instituciones y en la calle para evitar nuevas
medidas de recorte por parte del gobierno, aprovechando, además, que se
encontrara mas debilitado políticamente a pesar de su mayoría parlamentaria.
En estos momentos la izquierda debe conservar la cabeza fría, no
dejarse llevar por lo que le pide el cuerpo y menos aun por lo que están
pidiendo los sectores radicales del 15-M. Aunque las cosas no se suelen repetir
mecánicamente, no olvidemos que de la grave crisis política de Italia a
principios de los 90, el resultado no fue un giro a la izquierda sino el
triunfo de Berlusconi.
Tenemos aun mucho trabajo que realizar hasta conseguir un cambio
progresista en nuestro país.
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