La primera vez que vi la película "Raíces Profundas" (Shane) fue en el cineforum de mi colegio. Tendría doce o trece años. Y todavía no se me ha quitado la impresión.Tengo que agradecer al responsable de ese cineforum, Félix Martialay, del que muchos años después supe que era un falangista ferviente, que nos introdujera en el mundo del cine, con películas tan fantásticas como esta.Un western perfecto de 1953. Unos paisajes maravillosos y fotografiados con brillantez. La música siempre sensible del gran Víctor Young. La dirección de George Stevens, autor de otras excelentes películas ("Gunga Din", "Un lugar en el sol" o "Gigante"), y sobre todo dos interpretes fuera de serie, el expistolero bueno, buenisimo, Alan Ladd y el pistolero malo, malisimo, Jack Palance, acompañados de dos artistas secundarios pero magníficos en esta película, Jean Arthur y Van Hefflin. Un western con todos los ingredientes, granjeros humillados, terrateniente malvado, el saloon, las carretas abandonando el pueblo, un entierro en el pequeño cementerio. Además un western alegato a la no violencia y un canto al valor frente a los prepotentes. Hay escenas imborrables, como las miradas de amor subterráneo entre Shane y la mujer del granjero, la pelea entre Shane y Joe Starret o las miradas de admiracion del niño, hijo de la pareja granjera. Y un final abierto, sin concesiones fáciles. Afoortunadamente esta es una película fácil de encontrar en las tiendas y en la red.
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